lunes, 23 de diciembre de 2013

SE ABRE EL TELÓN [28]

SE ABRE EL TELÓN [28]

Al nacer, ella abre sus piernas,
Y en el jardín planeta
El llanto brota como la primera estrella.
En los ojos se quebrantan todos los sueños
Pues el primero, era ser madre,
Y con éste gran amor que se nos concede
No importa si las tetas largas
Ni la barriga enorme…

Mi paisajista favorito bordó un telón escarlata.
Él mismo decide el momento de iniciar la obra
Y por sus manos, también el acto final de nuestra vida.

¡Oh amor!... quiero un acto contigo,
Cualquier día, en una noche oscura puede ser
Cuando cierre los ojos y ore  sobre tu boca…

Tal vez me atreva a declamar un verso
Para contarte, ¡que nada que te olvido!
Que tus ojos negros son mi espina dorsal
Y tu cabellera brillante, el ónix  que añoro.

Más el cuento terminó antes de empezar…
Viene ahora el camino lleno de abrojos,
Pero también muchas flores abren
Y se espiga el campo en bondades
Con el sudor del campesino olvidado…

La necedad acusa mis sentidos, 
y de nuevo sábanas blancas…

Un rosal inaugura sus pétalos  y todos son púrpura.
Me enredo, soy una coral sobre tu cuerpo
Me ahogo entre suspiros alocados
Entrego mi lengua a la tuya, con sabor a vino,
Decido morderte para inyectarte de mi amor
Y que te contagies de él.

¿Será que termina la obra sin que te vea?
Y si acaso… ¿si el destino te pone en mi camino?
¿Qué te diré?... como siempre enmudezco
Y digo cosas sin sentido…

Pero ya lo sabes… es navidad 2013
Ha pasado el tiempo y tu nombre se ha tallado,
Se ha quedado para siempre entre mi piel
Que clama por un beso tuyo…

Enciende la luz que mi hoguera quema,
Arde mi piel sin consentir, deseosa de la tuya.
Busco un rosario, pero de nuevo regresas,
Ahora tengo una sensación de ahogo,
Se humedece mi boca en espera de tu lengua
Y te bendigo…

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 23/13



¿NAVIDAD O VANIDAD? [29]

¿VANIDAD O NAVIDAD? [29]

Si le diéramos más estimación a un abrazo que a un diamante, el planeta no estaría en las condiciones que lo estamos dejando.

Si dejáramos de usar piedras costosas y compráramos más artesanías, nuestros indígenas no estarían llegando a las playas a mendigar las espinas de sus propios mares.

Si apreciáramos más una gota de rocío, que el ilusorio brillo que deja la vanidad,
estoy segura que nadie lloraría en navidad.

Burbujas de colores en árboles de mentiras, serían reemplazadas por justicia social y un poco de paz.

Una navidad con más brillo en los ojos, sería la oportuna venida de un niño que llora en su cuna, porque su madre está sin trabajo, y nadie está dispuesto a dar la oportunidad a quien no tiene experiencia...

¿Cómo desean experiencia  si las puertas se cierran?

¿Vale acaso más tu mano adornada de joyas, que un abrazo a quien lo necesita?
¿Es más la mano que se adorna de falsos brillos, que la mano que mitiga el dolor?

¡Quítate toda esa vanidad de encima!... es bonito sentirnos libres de ataduras…

Alguien ha robado las joyas, las pocas que guardaba en mi closet, el regalo de mi hermano, el de mi esposo, los detalles de mi vieja, mi amor, han manoseado mis asuntos privados y personales y dejaron patas arriba mis cosas, como si fuera un muladar.

Si han servido para mitigar el hambre, no me importan, pero si han sido para el vicio, tal vez debas rendir cuentas de rodillas…

Ya no quiero joyas caras si fabrican bellezas con trigo y semillas, y en arcilla se consiguen adornos preciosos sin tanto valor.

No le demos tanto mérito a un vestido de marca, ya que eso indica lo pobres que somos, pues estamos llenando de riquezas a los demonios, que se hartan, con nuestras miserias y tontas vanidades.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, diciembre 23/13



AMÁNDOTE [30]

AMÁNDOTE [30]

Pasa el tiempo, sigo amándote más que ayer, 

superior a todo el tiempo,
y en el reloj en mi pared cuento los segundos,
se ha quedado quieto, con su viejo corazón.

Parezco un árbol en el desierto
mudando sus postreras hojas,
o un niño hambriento olvidado en un rincón,
en tanto, mansas caen las perlas sin pedido,
ahondando éste loco mar que te extraña.

¡Qué lloronas somos!... ¿lo recuerdas?
Ese poema de las niñas hablando con muñecas,
la mía le decía a la tuya: ¡yo soy más bella que tú!
tengo rubios cabellos, y ojos verdes… y al momento respondías:
¡pero la mía tiene negro el cabello!

se vuelve ensortijado, si la brisa lo besa,
parece atraer todos los aromas del bosque,

tiene la boca más pequeña
y su traje de seda,

la hace bailar como mariposa…

Y tus ojos, recordando que  siempre húmedos…
Con ese empeño en ser cascada clara
y ese insondable mirar entristecido.

¿Por qué lloro?,

¿No debería acaso estar entre las mariposas amarillas?
Tal vez deba estar orando por alguien,
o pueda ser que cocinando para mis hijos…

Pero hoy nada se quema…
Todo siempre ha parecido oscuro, /me gustan los sabores añejos
me agrada el olor a viejo apretado a mi corazón,
me encanta abrazar tu vestido de flores rojas
y ese último regalo que se quedó oliendo a ti.

Mi rosa linda… me habías dicho alguna vez: ¡frena!
¿Acaso si corres tras el viento, más consigues?
Aquí estoy… adornando mi jardín con tus violetas,
llenando con flores de colores, ésta navidad,
y el brillo de las noches con su estrellado cielo
me invita a bendecir, ahora que no estás…

¿Sabes qué deseo de navidad?
Me gustaría tu muñeca de cabellos negros…
porque la mía ya no me gusta, la veo al espejo,  ¡siempre llora!
en cambio la tuya mamita, parece un manantial,
y cuando llega la brisa, es verdad lo que decías,
su traje de seda parece danzar, es una mariposa azul,
y al llover, semeja una paloma blanca
doblando las rodillas para recibir la mies de la vida.

¡Envíamela que despertaré ilusionada!
La buscaré entre mis sueños,

debajo de mi almohada…


Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 23/13



A TI MADRE [31]


A TI MADRE [31]

Era en el abrigo de tu corazón, en donde estaba libre,
bajo esos brazos de madre tan cálidos siempre,
y en donde mis ojos hallaron un reposo en los tuyos
descubriendo entre oraciones a Dios,
y en los dolores de la vida, la verdad.

Fue entre tu piel en donde fui creciendo
aferrada a ese tú inmenso, lleno de amor,
y tu sangre me regaló todo lo que soy
respirando de ti, viviendo una pequeña sanguijuela
aferrada a las flores de tus pechos, hasta enrojecer.

Ahora… ¿qué es el ahora sin ti?...
Voy y vengo hacia un sitio vacío…
Tu alcoba es un nudo en mi garganta,
tu ventana es un cielo lleno de esperanza
por donde tu mirada se perdió…

A ti, que sólo tibieza me dejaste,
quiero alcanzar tu prometida estrella,
la que alguna vez pintaste de colores
y dejaste colgada en mis ojos con sales de mar,
cruzando por las laderas de mis pómulos
sin una orilla liviana en donde descansar…

Dulce madre, ¿qué es la navidad sin ti?
Pareciera que ni orar me importa,
si al menos un olor a rosas por mi estancia
donde a presentir tu sombra fueras evocada.

Más solo un vacío de barril sin fondo,
donde ninguna moneda hace ruido al caer…

Pero me atengo a tu recuerdo…
¿Qué más quiero poseer?
Ya todo lo amado se fue,
mientras corro hasta alcanzarte.
Una imagen pernocta entre los ojos
y vive en mi estrella favorita, al anochecer.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 23/13








ANDREA NAVIDAD 2013 [32]


ANDREA NAVIDAD 2013 [32]
Andrea, mi sobrinita.

Ésta navidad llegó con la sorpresa de la vida, no sabemos cuántas más están en camino, es tiempo de orar y bendecir, de reconciliaciones y perdones, es lo más difícil, perdonar, pero es importante que lo hagamos ahora, porque mañana es un día incierto.

Hoy orando por la salud de un hermano, que todo quede en manos de mi Jefe amado, que no haya dagas ni espinas, que nuestra lengua no tropiece con nuestro interior, a veces tan lleno de maldad. 

Mi sobrinita Andrea, ¿cierto que es una flor hermosa?, un pajarito me dijo antes de nacer que sería una niña, y que tendría los ojos claros como los de mi princesa, todavía no la he visto personalmente, pero aquí está su imagen. 


Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre/13






COLORES [33]


COLORES [33]

Discriminamos a los demás porque nos creemos más grandes, más sabiondos, mejores, a sabiendas de que llevamos a la misma muerte colgada de nuestro cuello, y esa no discrimina a ningún ser vivo.


Decimos negro y blanco, me doy cuenta también de que la leche es blanca,
las sonrisas son blancas, sin importar el color de los labios ni de la piel, las palmas de las manos y de los pies son blancas, y negro es nuestro pensamiento al discriminar a otros por su color de piel, me parece la más grande de las ignorancias.

Gracias amigo, es una imagen realmente bella, la dejaré para decir a todos, gracias, por dejarme estar en sus vidas, por aceptarme como soy, sin disparar ninguna flecha, por darme cada día una esperanza y una señal desde sus corazones tan limpios y claros.

Agradezco a mi Jefe amado por todos y cada uno, por las personas que me han invitado a participar en sus grupos, por quienes me han dicho: tú puedes hacerlo, tus sencillas letras pueden llegar a muchas personas, que no tengan el copete tan elevado, simplemente seres humanos con inquietudes, dolores y sueños todos muy parecidos.

Una feliz navidad, que el Dios de la vida nos encuentre con el corazón dispuesto, y la boca cerrada a las ofensas, ya que suelen herir a quienes menos lo merecen, aprieto fuertemente mis labios, sólo los abriré para bendecir a Dios y regalar un beso.    

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, 23 diciembre/13


SANTA RAQUEL [34]

SANTA RAQUEL [34]


Ya todo volvió a la normalidad, el malabarista dejó de darse patadas en la cabeza, mamita está en la montaña con su bebé pequeño, abrigado a sus tetas llenas de leche, y me despido por hoy, /les cuento que no sabía que era día festivo, es que cuando ocupados, el tiempo vuela, las ganas se olvidan, y el corazón se entretiene con las flores del camino.

Regresó una sonrisa a casa, todo vuelve a la normalidad, patacón pisao, atún, refresco. Si el estómago está lleno, todo vuelve a la normalidad, a veces pienso:¡qué ingratos somos!, ¿qué sentirán los niños del cielo, si ni siquiera carroña les dejamos?, y de los otros niños, los que se abusan cada día, ¿será que para navidad los recordamos?, ellos no comen juguetes, un regalo por un día del año, necesitan alimento, abrigo, pan, pero para el resto de sus vidas, o al menos, mientras puedan tomar aliento sus cuerpos, y salir a emprender vuelo, como los pájaros del monte...

No soy de las que regala tanto, pues no hay mucho, pero no me gusta vender muebles usados, si tengo para comprar unos nuevos, alguien recibirá con amor los usados, siempre que estén en buenas condiciones, no soy una "santa", tal vez primero llegue al infierno y después en un descuido del diablo me escapo para el cielo, ¿será que existe?, tal vez el infierno es lo malo que vivimos aquí, y el cielo, es el bosque, las montañas, el agua cristalina...

Nos vemos en la noche, si acaso el dueño de la parcela lo permite, disculpen por llenar sus muros, es un vicio que tengo de escribir todo lo que pienso.


Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, 23 diciembre/13

VAINAS DE LA ALCALDESA [35]

VAINAS DE LA ALCALDESA  [35]

¡Oiga, tengo hambreee!... ¿Será que toma un poco de avena?, o prepara papas fritas con leche... con... ¿hay arroz?... bueno entonces con lo que haya, ¡con agua!, y en esto recuerdo  a una viejita que se alimentaba con agua y sal y un poquito de cilantro, eso aprendió a comer, murió de vieja, con un rostro de santa, y un brillo en los ojos, que no lo veía sino en los de mi madre.


En estas, parece que el viejo se fue de nuevo para la finca, ha olvidado lo más importante y lo que está enfriando ésta relación, ha olvidado que los gritos han abierto la herida que trataba de cerrar, y que “perdón” salió de nuevo volando por la ventana...


Tengo hambre, ¡mucha hambre!, más no importa que la nevera esté vacía hoy, muchas veces está llena, pero ahora está antojado por otras cosas, se siente solo, y esa soledad con de rabia y odio, no la puede mitigar si no sabe entregar amor y no aprende a perdonar y a perdonarse.


Me escondo mientras tanto, creo que alguien preparó algo para mí. El hambre se mitiga con un vaso de agua, pero esa otra hambre ¿quién la mitigará?...




Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, 23 diciembre/13





CARA SUCIA [36]


CARA SUCIA [36]

Si el chico que anoche vi en una banca bajo un árbol lleno de flores, se enterara de que es abuelo.


Veía al horizonte reclamándole algo, pero sólo la voz de la brisa respondía...

Si el muchacho del rostro lleno de sudor y marcas, pudiera ver ahora que nada fue vano, tal vez tomaría esa vieja moto y empezaría de nuevo a correr, a subir y bajar la cuesta, hasta que el humo se extinguiera...

Si el señor de mirada triste y apagada, pudiera ver ahora, pues en un ayer, el color marchó de sus ojos, si acaso detallar que la vida es una película de muchos colores que están sólo en su mente pero jamás fueron divulgados para él.

Tal vez podría divisar la claridad de un lago... ¿será que ahora puede?

Pero vi que se levantaba, que podía volar y navegar, ir y venir a su antojo, y en forma de águila, de gota de rocío, de hoja que reverdece en un árbol se transformaba, y nada le dolía...

Entonces no quise hablar más, guardé silencio. En medio de todo y nada, en ese universo de luz, lo vi marchar, con una media sonrisa en sus labios y una lágrima en otros ojos, que ahora pueden ver hasta el interior del alma.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 22/13




CIELO DE BUENOS AIRES [37]


Liz Nayibe.

CIELO DE BUENOS AIRES [37]

Hola cielo mío, cobijador, 
a ti vengo a contar mis cuitas,
te diré que son tus aguas benditas
las que atraen al declamador.

En tu cielo se tupen esperanzas.
Ayer soñé con unos labios morenos,
tenía la piel bordada en arena
y en sus ojos, mi estrella navideña.

Un poeta nace en tus azules
a quien declamo mis bromas
y sueño desnuda como el mar,
mecida en caricias, entre las olas.

A ese espacio que en noches oscuras
se llena de perlas vivas y brillantes,
quiero decirle ahora,
que he pintado primaveras
pero heridas mis ramas, se deshojan,
y se deslíen sin gloria ni pena.

Más nada importa…
En el firmamento de Buenos Aires
sueño al pasar los días,
viendo caer desde las montañas
blancas colas de novia
de imponente cascada,
y estar una mañana ardiente
de tus brazos abrigada.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 21/13



GOLEROS [38]

GOLEROS [38]

Alguna vez estando en el mar, detallé a los gallinazos o goleros en el cielo, los veía rondar y rondar, subir y bajar, pero nada encontraban, me puse a pensar entonces en “Los pobres del cielo”, y así se quedaron en mi corazón.

Creo que desaparecen los buitres, los carroñeros, ese mensaje me llegó del viento, porque no estamos dejando los cadáveres de animales, para que ellos cumplan con su tarea de limpieza, sino que los estamos incinerando o enterrando.

No soy ninguna científica, ni nada que se le parezca, pero el mensaje está ahí, y a ellos les he escrito algunas cosas, sencillas, que el pajarito de Maduro también me ha transmitido...

Creo que cuando muera otro de mis perritos, debo llevarlo al bosque, en algo se mitigará el hambre de los ángeles negros, pero un algo egoísta, me dice que mejor lo guarde bajo tierra, porque son mis amores, y otros morirán sin ser amados, esos serán los expuestos, para que sean devorados.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, 23 diciembre/13



LOS POBRES DEL CIELO [39]

LOS POBRES DEL CIELO [39]


¿Qué esperanza tenemos los pobres del cielo?
Antes, había pieles libres sobre las montañas o bosques
y podíamos descubrir sus olores,
limpiábamos el aposento de todos
y llenábamos nuestras panzas con sus hedores.



¿Sabían que también estamos muriendo?
Nadie se entera de que también en el cielo
los pobres morimos sin poder gritar,
sin exigir que dejen los muertos al menos
para e seguir el destino, de pájaros negros
con las alas abiertas mirando siempre abajo,
el cuello gacho y las ansias libres…



¡Tenemos hambre!, nos dieron una misión,
pero ya ni la carroña nos queda.
¿Alguien responderá a nuestros gritos?
¿Qué haremos ahora?...

¿A dónde volar?
¿A dónde buscar?

Si detallas mis ojos,

de a poco se apagan de penuria.


Caminamos con las alas abiertas,

nos dejamos llevar de la brisa,

un descanso sobre una gran roca,

más ningún hedor nos llega.

La nostalgia oprime el corazón,

y los ojos se queman al sol.


Abro mis  alas a un día mejor…
¡Si al menos dejaran de sembrar los muertos!
¿Acaso ellos florecerán?
Pero un antojo raro, un pensamiento oscuro
vemos debajo de todo, y arriba en lo alto,
¿quién nos guardará?



En desbandada,

asustados del mundo corrupto
vemos un incierto destino de hambres curtidas,
más no son sus carnes, sino sus almas:
¿las podríamos devorar?


Un ángel de blancas alas

que rondaba en forma de nube
pregunta:
¿Alguien ha pensado en los ángeles negros
que buscan desde el cielo alimento?


Dejad un poco de vuestras carroñas sobre las rocas,
al menos los vientres abiertos,
porque mis niños vestidos de negro
se mueren de a poco,


y se van con el viento…


Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 20/13


GATA [40]

GATA [40]

Me gusta sorprender a las gatas vecinas,  hoy  iré de cacería, quiero de amante un tigre, que sea veloz, fuerte, ardiente y que me arañe pasito.

Sorprenderé a una santa del barrio, en una mano lleva un rosario, y en la otra veneno. No tragaré de lo que deja por ahí con leche. Espero que navidad la ponga a pensar un poco, el año pasado mi hermanita murió por su culpa,  ¿y los palomos?... ¡mmm!... ¡pobres palomos!, ya no tienen rincón para estar, de todo lado los patean, si Dios nos puede ver ¿qué pensará de nosotros?

La iguana que mi amiga alimentaba también desapareció, la ardilla con su esposo, los perritos de la calle, la viuda de la otra esquina, el padre de la reina, mi monito, mi madre...

¿Qué nos tendrá preparado el destino para mañana?, estoy segura que sólo un hueco oscuro, si acaso...



Pero deberíamos ser alimento para los goleros, también en ellos a veces pienso, ¿qué tendrán para ésta navidad? Mis pobres del cielo siempre están de luto...

Sólo pensaba, mientras maúllo sobre los tejados...


Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre/13




NAVIDAD [41]

NAVIDAD [41]

Si pudiera devolver el tiempo
Me quedaría con las pasadas navidades,
Donde los villancicos eran felices
Y eran más tibias las miradas.

Caen gotas de rocío
En un paisaje inagotable.
Se cubre de sábanas el bosque
Se llenan los ojos de esperanzas
Mientras los nuestros de lágrimas.

Más nada importa… ¡es navidad!
Un día más para muchos
Uno menos para otros,
Y al paso del águila blanca
Todo se vuelve esperanza.

No hay frío, si agitan sus alas
Pareciera una pared para pintarla de promesas,
Y mis letras busco, de simples colores,
Para que luzca un gorrión en la pampa.

Y en medio de la neblina del tiempo
Surgen los amarillos,
Se deslíe lo que ayer estuvo muerto
Y todo con magia exquisita
Se llena de vida.

Que esté frío el vino en ésta navidad;
Que se levanten las copas para brindar,
Pero que nunca se enfríe tu corazón
Porque estamos aquí para amar.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 20/13



DICIEMBRE 20/13 [42]

DICIEMBRE 20/13 [42]

Un día normal, como cualquier otro, todo está en nuestra mente, pero el ser humano necesita creer en Dios,  la fe nos acerca a una montaña, a una garza en vuelo, a los ojos de un cordero dispuesto al matadero.

Me gustaron las frases de un escritor colombiano, que ahora olvido pero es importante lo que dijo:¿en dónde se dice, que Dios nos permitió comer sus animales?, el hombre se ha inventado todo, porque su inteligencia la usa para su provecho.


Consumo menos carne cada vez,  crecí con el vicio, pero me he dado cuenta que los dolores en los huesos han desaparecido, me siento más delgada a pesar de parecer una cerdita, sin intenciones de ser la navidad de nadie, ni el disfrute de bocas hambrientas.

Hay tanto para comer, plantas, frutas, cereales, no me interesa ver a otro ser vivo como mi alimento, si hay lentejas y arroz sobre la mesa, es una gran bendición, porque millones de seres humanos no tienen nada, y a pesar de ello, no se alimentan de la vida de otros, y con mi doble moral no puedo negar que me enseñaron a comer carne, pero también que mi rubor se pasa después de un buen trozo de pechuga o carne asada humeante sobre la mesa.

Habrá quien diga que las frutas también son seres vivos, pero no me entretendré en discutir, pues ellas en su corazón entregan una vida, que se multiplicará en cualquier huerto abonado, donde nuestro corazón disponga.

Una nueva ley en Colombia, no tomar, multas grandes, y me pareció muy buena, porque muchos seres humanos y animales han muerto o han quedado con sus vidas destrozadas, en coma, o en una silla de ruedas, debido a la imprudencia.

Por favor, con mesura vivir cada día, con tranquilidad, disfrutando de las fiestas pero sin abusos, ya que muchas familias deben llorar después de un regreso a casa por abusar del licor y manejar sin responsabilidad, siempre pensemos que alguien nos está esperando, y que lo que va en nuestro vehículo no son cosas sino vidas, igual que tratando de cruzar hacia el otro lado siempre seres vivos como nosotros.


Ojo a quien entregamos las llaves, porque habrá cárcel para quien por estar borracho mate a otra persona. Deberían extender las penas, si lo hacen con un ser indefenso que también pretende cruzar, como los animales, debido a que les robamos el bosque, tienen que llegar a las ciudades en búsqueda de un rincón, su propio territorio usurpado por moles de cemento, y entonces los recibimos  a patadas, o con los demonios que atravesamos en sus caminos.

Mientras escribo, me llama mi hija y alargo un poco para contar a mis paisanos que anoche falleció el padre de la Reina de la Cordialidad de mi pueblo Zapatoca, mientras iba a su trabajo, después de festejar feliz con su hija y familia, ¿cómo explicamos la muerte?, a vivir cada segundo como si fuera el último, sin odios ni rencores.

Tendrán que reemplazar a la reina, muchas condolencias para su familia, aunque no los conozco, pero sí me impactó la noticia, cada día una señal, despiertos, como el búho sobre las ramas siempre despierto en sus noches,  y  el centinela que espera al dueño de casa muy alerta, lo dijeron los escritores sabios de un ayer.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, diciembre