sábado, 7 de diciembre de 2013

DIAMANTE NEGRO/A Nelson Mandela [56]

DIAMANTE NEGRO/A Nelson Mandela [56]

Si llega la noche no hay silencio,
el búho presta atención,
un brillo inigualable brota de las rocas;
las oscuras rocas, donde el diamante negro
con sus mágicos destellos  abre la boca,
y el hombre aprende de valores,
para buscar la paz, en medio de la guerra.

No me entretuve en leer
si eras grande o poderoso;
si fuiste heredero de muchos bienes…
Leí en tus ojos la soledad, el dolor…
Descubrí el alma de un hombre
que vino a la tierra a dejar su amor.

Apresadas tus manos, aferradas al óxido del tiempo
y en ese doblar constante de rodillas,
se pulió un gran corazón;  el tuyo de joya oscura
que se quedó brillando para la humanidad.

En tan desigual  mundo creciste…
Supiste lo que es estar del otro lado.
De la mezquindad y la maldad;
pero una lección de nobleza
un juego de colores lleno de pinceles,
bordeó un paisaje nuevo,
donde todos, a pesar de los odios malsanos
con una mirada diferente,
nos pudimos abrazar.

Que no seamos vistos nunca más por el color.
Es negra la tierra, oscura la noche,
pero imposible descubrir la verdadera luz
si en la opacidad, no aparecen  los diamantes,
para regalar al mundo una blanca sonrisa,
y una palabra donde se descubra a Dios.

Sigamos el juego  de tu gran obra,
brillemos, aún en medio de las penumbras.

Pasemos por aquí dejando una huella
que iluminará por siempre en la oscuridad.

Raquel Rueda Bohórquez
Colombia, Diciembre 7/13