martes, 13 de septiembre de 2016

ENTRE GUIJARROS (43) (R)

ENTRE GUIJARROS/Erich Paul (43) (R)

La vida floreciendo
En medio de tantos guijarros.

¡Es que ha de ser suave la neblina
Que ahí se esconde!

Una amapola resucita
Y nada que tiembla,
Si en el resquicio de una roca
Su herida le permitió
Perder su inocencia.

Poco a poco surgió…
El sol fue pródigo,
El colibrí que un beso imploró
Entre su pico su amor se llevó.

La vida es magia incontenible
Que surge en medio de la nada.

Así como el temblor de mi boca
Al recordar tu lengua mojada.

Raquel Rueda Bohórquez

12 9 16

Y EL VIOLÍN (44)

Y EL VIOLÍN (44)

El sonido de un violín
Sólo es comparable
A la voz del alma
Y al llanto de las mariposas.

¿Lo conocemos acaso?

Al callar el ruido de la vida,
Hay seguridad de escuchar
El sonido del alma al volar,
Y la voz de la mariposa
Al tocarse con sus alas.

Raquel Rueda Bohórquez
12 9 16



¡QUÉ TARDE! (45) (R)

¡QUÉ TARDE! (45) (R)

Tarde húmeda y deliciosa para mojarnos,
Restregarnos como gatos entre las hojas secas,
Luego maullar endemoniados
Y perdernos en la espesura.

Bonita ésta tarde para morar bajo un árbol,
Escuchar la música que trae el viento
Acompañada por el trinar de los pájaros.

Bella para estar desnudos bajo la lluvia
Recogiendo flores en el bosque,
Sin bichos que piquen
Ni lenguas que enojen.

Divina y genial para correr sin freno
Y llegar al precipicio de tu pecho,
Luego lanzarnos juntos en un beso
Y estrellarnos con el universo
Mientras volamos enredados
Jadeando lenguas y moviendo el cuerpo.

Divina ésta tarde para recordarte
Caminando por ahí empapados como la hierba,
Tomados de la mano viéndonos a los ojos
Para luego perdernos de nuevo
En el mágico universo de tu boca
Abandonados en la magia de los besos.

Raquel Rueda Bohórquez
13 9 16





LA TARDE (46) (R)

LA TARDE (46) (R)

Retratando una tarde
De un día que jamás se repetirá;
Ni siquiera uno de sus segundos,
Ni las gotas de lluvia,
Ni las espinas con sus flores,
Ni el rocío en la ventana.

Pero sé, que la esencia del amor
Se ajusta perfecto
A la melodía que escucho.

¡Esta tarde parece recién nacida!
¿En qué lugar la repetiremos?
Ni porque volvamos a nacer
En el mismo gajo del limonar
Y en la misma estación del tren.

Esta tarde tiene un parecido a mi madre;
Hay demasiada lluvia, poca neblina,
Todo es claro como su mirada,
Transparente como su vida.

Algún día en medio de plumas
Tocaré una tarde parecida a esta,
En la bruma que deje abierta la mirada
Al dulce resplandor de la suya.

Pero una tarde como la de hoy
Jamás se repetirá, ¡nunca!...

Ni porque vuelva a nacer
En la misma cuna del amor,
Y en el mismo jadeo del ayer.

Raquel Rueda Bohórquez
13 9 16





¿UN CAFÉ?/A German (47) (A)



¿UN CAFÉ?/A German (47) (A)

¿Qué sentirías
Si en una tarde de lluvia
Asomaras a la puerta de mami,
Y un ángel te recibiera
Con ésta sonrisa y un café en sus manos?

Nada se compara a ésta tarde,
Así de pura es su mirada,
Nadie puede tocar su alma
Porque estaría pecando.

Mi hermano envejece,
Pero continúa siendo un niño adorable,
Aunque a veces le sale lo rebelde.

Tiene derecho a quejarse,
Nadie posee su paciencia ni su dulzura,
Menos ese don grande de perdonar desaires.
Su corazón no tiene espacio sino para el amor.

Ahora lo desprecias,
Luego te recibe con los brazos abiertos
Y esa sonrisa que lo llena todo.

Raquel Rueda Bohórquez
12 09 16


12 SEPTIEMBRE (48)



12 SEPTIEMBRE (48)

Este 12 de septiembre
Ha llovido la esperanza
Que entre los corazones verdes
Nos da templanza.

No importa cuántas espinas
Tengamos qué soportar,
Siempre hay una flor que se vence,
Y dos por resucitar.

Hoy cantaron más los pájaros,
Abrieron sus alas con alegría
Porque llovió y mojó la vida
Que parecía morir tostada
Entre tanta hoja seca y quebrada.

Luego en la tarde,
Un café recordó tu piel,
Y en la noche en ti me regocijé
Sabiendo que siempre estás
En el recuerdo que arde en mi piel.

Pero al cerrar los ojos ni te soñé.
Besos del cielo escuché caer
Y al despertar de una melodía,
A mi hijo vi doblado el cuello
Casi que besando el piano
Vestido de blanco y negro,
Pareciendo del Rey su cortesano
Con los ojos cerrados
Templando las manos,
Sorbiendo poco a poco,
De ese vino que llenaba la estancia
Y doblegaba al león herido
Que lo habitaba.

Ahora estoy aquí,
Iniciando a conversar con mi pared
Que parece una lápida de mármol
En donde escribo mis alegrías
Y deshago poco a poco mis penas.

Raquel Rueda Bohórquez

13 9 16

¡¡GRACIAS!! (49)

Mi madre esperando su cédula, la última.


 ¡GRACIAS! (49)

¡Gracias cielo mío
Por esta noche tan llena de estrellas,
Y porque sé que una entre miles,
Es la de ella!

Gracias por la salud y el desvelo,
Por la sonrisa que junta una lágrima
En el resplandor de tu espejo.

Gracias por el amigo y sus abrazos,
Por las palabras que nos calientan
Como en su despedida de luces mágicas
El sol en el ocaso.

Gracias por este día y ésta lluvia
Que reflejó lo frágiles que somos
En la tempestad y el rayo,
En el aroma de las rosas muertas
Y en la fragancia que nos persigna
Dobladas las rodillas.

Gracias por el velo de la noche
Y los reflejos de los rayos
Que nos resguardan en un abrazo
Y nos acarician con un beso.

Gracias por el día y por la noche,
Por el movimiento del corazón
Y el cauce tibio de ese río
Que parece vencerse tranquilo
En el lago manso de tu amor.

Raquel Rueda Bohórquez
13 9 16



AMIGO /A Oswaldo Mejía (50)

AMIGO/A Oswaldo Mejía (50)

Deja que more la oruga de los sueños
Sobre mi hombro,
Mientras el sol candente abre mi celda
Para volarnos sobre las rosas
Que abrirán éste invierno.

Deja que caiga el agua tranquilamente,
Que bese los musgos de la montaña
Y se escurra luego, pacífica y mansa,
Entre las cascadas de la fragancia
Y los ríos de la indolencia.

Deja que se hable el viento con las hojas secas
Y murmuren versos las amapolas
Que enrojecidas sufren a solas
La espada que dobla el cuello,
Y entre blanca espuma se lleva la vida
Sin que sintamos su pálido resuello.

Deja que pase el tiempo,
Que se borren las huellas del caminante
Mientras dejamos aquí o allá
Versos del alma y tonadas del corazón.

Deja que mañana nos cubran con rosas blancas,
Que en la frente llevemos una corona
Llena de nardos perfumados por el amor.

Deja luego que el aire nos bese,
Que la caricia torne sobre el pasto seco
Y la sonrisa nos adivine lejos
En la serenata de la lluvia,
Y en el espejo de agua
Que ilumina un Rey.

Raquel Rueda Bohórquez
13 9 16

Querido Orate, un cariño de amistad. Que te recuperes pronto.