miércoles, 24 de agosto de 2016

TRONCO MUERTO (8)

Tú boca es la miel que esta abeja necesita. Yop

TRONCO MUERTO (8)

Quiero compartir esta belleza
Para que muchos se enteren
Que aunque parezcamos muertos,
La vida nos llueve desde muy adentro.

Por esto le dijo un colibrí a un azahar:
Tu boca es la miel que ésta abeja necesita,
Y la flor se dejó amar de tan verde joya
Que batía sus alas a tan rico postre.

Han derribado el árbol de mango,
¡Es un tronco muerto y vacío!/eso creyeron…
Después de unos días, hojas y un ramito con flores
Que luego se convirtieron en enormes frutos.

¡Vaya pues!, de qué manera trabaja la naturaleza
Dando ejemplo a todos,
Diciendo que ella es la providencia
En nuestros hambrientos caminos;
Sabe calmar el hambre del peregrino
Y cobijar al desnudo.

¡Pobre árbol!, ¡qué tonto quien lo derribó!
Ahora estará viendo los frutos
Y renegando por tirar la suerte dada,
Hiriendo de muerte a su fortuna.

Raquel Rueda Bohórquez
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CÓNDORES (9)

CÓNDORES (9)

Llueve sobre el pantano…
El aire soberbio parece potro salvaje;
Es como tú, grito agudo de guacharaco
Al levantar su vuelo corto entre el pasto verde.

Diré que te amo y el sueño me persigue;
Caen las gotas de rocío,
Forman carnavales entre la hierba.

Un rayo iluminó el mundo,
Un poco de miedo me hizo verte en un rincón.
Extiendo mis alas para arropar tu cosmos con el mío
Y nos volamos juntos, a buscar entre las miserias
Un tanto de alegría, un bocado de felicidad.

Arriba los pobres del cielo van y vienen;
Tienen hambre de carne putrefacta,
Pero ya no existen muertos sobre la tierra
Porque las llamas se llevan la comida
Y el hombre devora hasta lo que debiera flotar,
Sin importar los gusanos que se crecen hacia adentro.

Arriba está la cometa, nuestra cometa,
El hilo que nos junta y nos separa en el universo.
Arriba el color azul que dibuja esteros, sin clemencia,
Y se cuela tembloroso en los mansos arroyos,
Para flotar en el mar y cobijar a los payasitos
Que vienen y van, en medio de corales morenos
Y dibujos extraños, que entre las luces de una mañana
Forman óleos y paisajes, sin ver al depredador oculto
Que de un solo golpe absorbe su divinidad.

Arriba tocamos los peñascos,
¿Ves la causa de la perversión?
Desde arriba el mundo es un fracaso,
Abajo se ven hoyuelos que serán lagos infecundos
Pero la tierra es sabia y de verde los envolverá.

¡Vuélate conmigo!, ven a ser las alas que me faltan…
Ven amor mío, a colocar las plumas caídas de mi cuello
¡Y seremos cóndores, aquí o allá!

Raquel Rueda Bohórquez
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