CARA
SUCIA [36]
Si el chico que anoche vi en una banca bajo un árbol lleno de flores, se
enterara de que es abuelo.
Veía
al horizonte reclamándole algo, pero sólo la voz de la brisa respondía...
Si el muchacho del rostro lleno de sudor y marcas, pudiera ver ahora que
nada fue vano, tal vez tomaría esa vieja moto y empezaría de nuevo a correr, a
subir y bajar la cuesta, hasta que el humo se extinguiera...
Si el señor de mirada triste y apagada, pudiera ver ahora, pues en un ayer, el
color marchó de sus ojos, si acaso detallar que la vida es una película de
muchos colores que están sólo en su mente pero jamás fueron divulgados para él.
Tal vez podría divisar la claridad de un lago... ¿será que ahora puede?
Pero vi que se levantaba, que podía volar y navegar, ir y venir a su antojo, y
en forma de águila, de gota de rocío, de hoja que reverdece en un árbol se
transformaba, y nada le dolía...
Entonces no quise hablar más, guardé silencio. En medio de todo y nada, en ese
universo de luz, lo vi marchar, con una media sonrisa en sus labios y una
lágrima en otros ojos, que ahora pueden ver hasta el interior del alma.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 22/13
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