lunes, 8 de diciembre de 2014

TENGO 2

TENGO 2

Tengo se tomó su acostumbrado café con leche...
ojeó el periódico del vecino y se asomó como siempre,
Allí estaba la curiosa de todos los días,
con una sonrisa maléfica levantó sus manos,
y mostró la migaja de chito que escondía bajo su vieja chaqueta.

Se dirigió a la oficina y sonrió a la viejita secretaria,
el arrume de libros era grande y olía a humedad y añejo,
ella no sonrió... siguió llenando los libros de números
y de vez en cuando tosía y se rascaba la nariz...

Tengo recordó que tenía una invitación de las tantas,
pero hoy el hambre lo acosaba, servirían rico champagne,
frutas frescas y finalmente su caviar.
Siempre lo abordaban muchos personajes,
de todas sus tonterías se reían, y él se ufanaba siempre,
lo decía con voz recia y fuerte para que los pobres
que se posaban a su alrededor aparentando ser ricos,
lo escucharan.

¡Tengoooo!: -decía con voz de viejo mañoso-
y se ajustaba la boina de piel de cocodrilo
que algún lambón le regaló;
¡mis haciendas, llenas de ganado,
que aún no he podido contar...
hermosos paisajes que otros disfrutan,
con enorme placer!
Tengo coches, muebles, casas, edificios,
empresas con pocos empleados y muchas ganancias...

Mis acciones son incontables,
los bancos se regalan para mí,
no tengo deudas pero sí muchos acreedores,
los empleados a quienes no liquido bien
y les robo sus prestaciones sociales...

Entre tantas propiedades
también tengo a mi mujer,
es menudita como una abeja posada sobre la miel...,
más no tengo tiempo para consentirla ni para amarla bien.

¡¡Tengo que salir corriendoooo!!
¡Me hizo daño el caviar!
¡Se me alborotaron las almorranas,
me friega el azúcar y los callos en los pies!

¡Tengo que tener cuidado
se corre el marcapasos...,
tengo hinchadas las patas,
y me huele mucho el sobaco!

¡Tengo tanta pecueca que la vieja me dejó!
los dientes de mentiras reventados
las uñas de los pies muy largas...
las de las manos igual...

Las amarras de mis gafas no van más...
tengo un pocillo en mis manos
más la leche se regó...

Tengo las barbas largas...
calzoncillos con raya marrón,
tengo ganas de un helado
¡más no lo puedo comer!

¡¡¡Ayyyyy Diooosss!!! , no sé qué tengo
que el mundo hoy está al revés
mi niña salió corriendo,
¡no aguantó más la hediondez!

SHEILA
BQUILLA, AGOSTO 12/11.

No puedo llegar a mis poemas antiguos para correcciones, ¿qué sucederá?

REVISANDO

BLOG EXTRAÑO, NO PUEDO ENTRAR A MIS POEMAS... ???

BANDERAS DE PAZ

BANDERAS DE PAZ

¿Qué bandera de paz ondearemos?
El hombre le roba el color a las flores
Se cultivan para matar, y ellas no lo saben
Vivimos para odiar y las herimos en el costado.

Parecen nazarenos las amapolas del bosque
Convierten en palacios la montaña
Y se esconden bajo tierra como ratas almizcleras
Cuando el sonido del tambor llega.

¿Qué somos acaso?
Reyes sin corona destruyendo el mundo
Princesas de silicona, vacías y engreídas
Odiándonos  mientras nos vamos
Poco a poco, sin haber hecho nada bueno.

Estamos a tiempo...
¡Basta ya!, ¿para qué envenenas a los niños?
¿Qué futuro tendrá la humanidad?
Y cuesta abajo diviso nubes grises
La oscuridad es bendición  para las estrellas
Aquí  donde no hay amor,
Aunque haya luz en medio de todos
el Rey es la maldad.

Levanta una bandera de paz
Dile a ese ayer: ¡no más!
Quiero vivir un instante feliz
Caminar por el bosque y escuchar al mirlo
Bendecir el aroma de las rosas
La gota de rocío de mis ojos,
Que no sea causante de más dolor
Sino, que bendiga cada paso
Al caminar sobre las hojas secas,
o entre las  rocas que no vence el sol.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 8/14 




AURORA

AURORA

¿Viste la aurora?
Parecen águilas volando
Como mi amor al pensarte
Desde estas lejanas tierras
Apresada en un mar azul
Que lleva mis olas a tu corazón.

Admiro el verde del bosque
Y aunque no lo creas te veo,
¿Qué haces?, ¿de nuevo tus hojas secas?
Entre las rocas me encontrarás,
Un ermitaño tímido y asustadizo
Que pretende a ti llegar.

Asómate al nicho escondido en los arenales
Búscame en el sonido de las hojas al caer
Y deja que las luces coladas en la aurora
Te hablen un poco más...

¿Sabes qué es el amor?
A veces confundida paso
Musita entre las ramas un poema,
Los mirlos conocen de su voz
La lluvia al caer emite oraciones tranquilas
Y un rayo en la espesura me dice
Que esto también es amor.

¿Hacia dónde vas?
Detente... ¿ves cómo se acarician las flores?
Hay un perfume en el ambiente
¿Seremos los dos?

Una danza de mariposas es la vida
Como la aurora, así, de colores
De mágicos velos danzando en una orgía
Que muere un instante cuando la brisa cesa
Y continúa cuando regresa.


Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 8/14



CÁNDIDA

CÁNDIDA
¿Quién es cándida?
Parece el nombre de una flor
La más escondida en el bosque,

¿En dónde se hallará?

Difícil en éste tiempo
Que una violeta no sea tocada
Pues hasta las flores más ocultas
Las besa el sol ,
Y de tanto en tanto
Un zumbido de amor
Alegra el batir de sus alas.

Cándida la esperanza del mañana
La oración que no empaña el lloro,
Donde el dolor hace cuna como daga
Y ella implora del Señor un beso.


A ti Esperanza, aunque no me escuches
En oración contemplo el día,
Alivio tu dolor con una lágrima
Tan solo el deseo del corazón,
Donde nacen los manantiales
Para que puedan cantar sus almas
Y se eleven con un arpa en sus manos.

Raquel Rueda Bohórquez 
Barranquilla, diciembre 7/14

CÓNDORES/Antología México

CÓNDORES/Antología México
Quemaron sus alas
Antes de que les crecieran…
Secaron la pradera con venenosa pasión
Aunque hubo ríos de sangre
Ni un grito contuvo sus rabias.

Como leones hambrientos
Segaron el trigo verde
Y vomitaron su ambición,
Sus inmundicias sobre los indefensos.

¡Escuchen!, hay un llanto que los atormentará
¡No lo hagas!, ¡por favor noooo!/se les advirtió.

Pero ni Dios los hizo doblar el cuello,
Y los pequeños aguiluchos
Volaron  hacia la inmensidad
Con sus alas prendidas en terciopelos rojos
Que parecían damas desnudas
Danzando entre tormentosos dolores.

¿Hemos olvidado?, el dolor nos acostumbra
Cada día un horror diferente,
Nada brotaba porque hay rabia contenida
Imaginando a mis pichones asustados
Componiendo elegías agónicas,
Como si sus cuerpos fueran leña seca
Donde prendieron fuego
A sus propias almas malhechoras,
Creyendo que matarían a quienes continúan vivos.

La vileza asomó
¿Cómo puedo compararlos a una hiena?
¡Pobres de mis angelitos!
Estos seres no tenían nada en el corazón
Eran demonios desatados en la montaña,
Riendo a carcajadas, bebidos, ebrios de maldad.

Pero se fueron…  43 y  más…
Creo que son águilas pidiendo justicia.
Se pasean por el inmenso azul
Y sus ojos dorados divisan el negro de sus huesos
El oscuro de sus púrpuras esperanzas.

Ríos salobres en los ojos de sus madres
Sus amigos resentidos, impotentes,
 Ansiando llegue el caballo blanco
Que arribará  como justiciero
Castigando al impío con arpas divinas,
Pues  tomaron lo que es del Rey
Y se alejaron riendo,
Siendo hijos de  Lucifer  con las manos llenas
Brindando  con una carcajada infernal
Por la obra concebida.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 7/14

Antología Alfred Asís. 

Y VUELO

Mariposas. Raquel Rueda B.

Y VUELO

¿Qué será?
Es tan extraño lo que siento,
Sé que soy una vieja mariposa
Pero al pensar en ti todo es jardín
Quisiera volar y tocarme con tus alas
Sentir el almíbar de una flor probada contigo
Adivinar tu pensamiento y creer que estoy en él.

¿Qué será esto tan extraño?
Cuando te veo, sin importar la distancia
El mundo se llena de hormigas, de carcajadas
Quiero llegar a tu nido y ser parte de tu camino
Recoger hojas secas y volverlas migas contigo
Para armar un lecho de rosas 
Donde florecerán miles de versos.

¿Qué será amor mío?
No comprendo por qué ahora, 
No entiendo al destino ni sus mensajes,
Quisiera que mis alas no se quebraran 
Pero ante leve brisa me asusto,
Más nada temo si he de encontrarte.

¿Y si es el amor?
¿Cómo podría dejar pasar el amor?
Me siento tocada por tus ojos
Pues al cerrar los míos te siento conmigo
Al dormir, al despertar, al correr, al danzar.
Eres como ese sueño perdido
Que acabo de hallar en tu pecho,
Mi juguete del ayer, mi enanito triste
Zafado de entre mis dedos
Y siempre soñado.

Raquel Rueda Bohórquez 
Barranquilla, noviembre 7/14