VAMOS
AMOR [168]
Te
llevaré a una quebrada de aguas cristalinas,
cerca
está el manantial de donde brotan
y
también anidan las golondrinas.
Ahí
verás sus tornasoladas plumas
y sus
picos, que parecen flores amarillas y rojas.
Vamos
los dos, sin nadie más...
Suelta
las amarras que te apresan a nada.
¿Has
dejado mi amor como basura,
por
lo que no sabes?
¿O
en medio de signos de interrogación
y
alabanzas has conseguido algo más?
Te
mostraré bajo las rocas una coral,
se
enrolla sobre sí con mucha calma;
saciada
su hambre durante meses, duerme,
y
en el silencio de la noche sale
para
adornarse de collares de muerte
sobre
cualquier cuello atrevido.
Más
allá, bordeando los guijarros
con
besos de agua clara,
casi
que enterradas con ellos,
veremos
las pomarrosas en flor,
y
algunas exquisitas frutas
que
tienen aroma fragante y dulce.
Tomarás
mis manos
y
nos recostaremos por ahí
a
ver las aves anidar entre sus ramas.
Vamos...
¡no te encapriches de lo que no vale!
Muchas
palabras parecen miel,
pero
más tarde, serán dagas traicioneras,
que
por otro te dejarán
y recordarás mis palabras.
y recordarás mis palabras.
Bajo
esas rocas con noble calma,
duerme
un acolchado de ramas y hojas secas,
un
hermoso coroncoro de pintas blancas y
negras.
Con
su mirar amoroso,
besa
las rocas más grandes
y
se queda prendido en ellas.
¿Y
nosotros amor?
¡Mírame
a los ojos un momento!
Detalla
cómo se ensancha la niña que vive en mí,
toma
mi talle, sé el pez alfa y omega:
Quédate
en mi piel, prendido de ella,
hasta que nada importe
que corriente la me desprenda
que corriente la me desprenda
porque ya seré una en ti.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
julio 2/13