jueves, 24 de enero de 2013

UN DÍA [21]

UN DÍA [21]

Un día para levantar la mirada, sin cansarnos,
para agradecer por cada sonrisa y cada golpe;
me acabo de dar uno tan fuerte, 
que imaginé era una invitación a sentarme un segundo.
Aún me duele el cuerpo, pero mi alma está intacta.


¡Qué hermoso estar suspirando de nuevo!
¿Espinas?... son muchas y tantas, que deseo todas fuera.
Algunas pugnan por salir, pero se adentran otra vez.
No puedo dejar de llorar al mirar mi tiempo atrás,
parece un desperdicio que se lanzó al viento.



Pero el mar... ese mar azul que tanto amo y poco veo,
perdido en el estero de mis sueños, ese índigo precioso
nunca cansada de nombrarlo, sobre mi cabeza está
convertido en nubes bellas que corren veloces,
que surcan el viento buscando otros desiertos para regar.



¡Qué bella es la vida!... no importan las dagas,
de a poco iré construyendo poemas y las sacaré,
aún la sangre brota y se escurre por mis piernas.


Me duele todo... está pálido mi rostro,
pero allí observo de nuevo a mi tesoro
que aparece entregándome el primer beso del día,
entre nubes que se tornan de colores,
dibujando como el mejor pintor,
un gran arco iris que invita a orar y a bendecir.




Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, enero 7/12