DE TUS OJOS (1)
Desde ese día
En que herida la gaviota
Buscaba volar y no podía,
Y en medio del ruido del mundo
Ola tras ola, un golpe más recibía;
Arribaste a mi ventana triste
Con tu ánimo y apoyo.
Me enseñaste a volar despacio,
En tanto se crecían de nuevo mis alas
Y junto a ti aprendí a jugar al amor.
Verso a verso, sin exigir nada,
Esperando a la noche y al día siguiente
A que asomaran con esa media sonrisa,
Escondidas en el cielo más ansiado:
Las estrellas que brillaban
Dentro de tus ojos negros.
Raquel Rueda Bohórquez
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