miércoles, 24 de marzo de 2021

EL ALBA

 EL ALBA


Eres tú, la palidez del poema

que  ronda entre la luna y el sol

y sin despecho alguno, 

te fundes entre las cañas

que guardan secretos de amor. 


Recuerdo ser la paloma

y tú el águila que rondaba,

más ahora, amor fugaz,

eres una lágrima rubia

que ha pintado el sol de gracia

en medio de la espesura. 


En tanto Alba, mi amiga

duerme despierta, 

agranda sus ojos desde la cama

cuando el amor de sus entrañas pasa

y entre rayos fugaces 

acaricia sus senos 

para que sienta la vida. 


Y el alba de la mañana lo sabe,

gritará su nombre una tarde,

cerrará sus párpados

y cubrirá su cuerpo

con una blanca sábana... 


Raquel Rueda Bohòrquez

Barranquilla, 24 03 21






QUIEN ERES

                                                                       QUIEN ERES


Si tú que te dices mi amigo,
 ríes de mí, 
¿en qué lugar dejaré mi fe?

He perdido el tiempo,
hasta los abrazos y los buenos días
se fueron en adviento.

He lidiado con tu ego, 
pareces un vagabundo
que no reconoce a Dios
ni en el dolor,
 ni en las flores que perfuman para ti. 

Si tú, que eres mi hermano
has sacado lágrimas de sangre a mis ojos, 
¿en qué lugar puedo dejar todo el amor que guardo?

En esto los perros lamen mis pies
y mendigan una mirada, 
ahí recuerdo que son mis amigos
que guardan silencio
y no ríen a carcajadas. 

Si tú, que te dices mi familia
apartas el rostro en la calle
cuando vas tus amigos
y te avergüenzas de tu sangre,
¿a quien he de ofrecer un abrazo?
¿por quién he de brindar una oración?

Tienes más soberbia que amor, 
porque el amor santifica,
es un palacio en donde cabemos todos,
es una iglesia de cristal
que alza vuelo entre las olas
igual que la lluvia
que al llegar a la cuesta,
se vuelve humo pálido 
de un tono celestial. 

Si despiertas a un mañana
recuerda que siempre estuve aquí
lidiando con cada pena 
en tanto te burlabas de mí. 

Raquel Rueda Bohòrquez
Barranquilla, 24 03 21