lunes, 14 de octubre de 2013

EN MI LAGO [59]


Lunes, 14 de octubre de 2013

EN MI LAGO [59]

¡Si vieras el día de hoy!
Las fiebres de ayer se han olvidado...

Descubro en mi estanque
mariposas de colores, grises, negros...
Advierto que habrá lluvia una vez más,
y no podrás quejarte, ni reír.

Continúa el son cantor de las gotas de rocío
decantadas en mi corazón,
las perlas de sal de madre guardadas en un rincón;
aun así, vamos por el día de hoy,
por el sol de mañana.

Somos más los que deseamos sonreír,
aquí no hay pereza, no hay abandono,
y una mano llega, si los ardores nos topan
con los mismos delirios de cada sueño,
desnudos ante cada deseo de amar,
y ser amados...

Marcharon los pavos del ayer,
se fueron los arrogantes,
vienen los que todo censuran,
si es dulce, si es salado,  si arriba, si abajo.

El tinte de la vida a veces se destiñe,
estampamos una carcajada en el rostro,
cual si fuera una cachetada y nos reímos de todos,
a pesar de los brotes espinosos, y de las esquinas,
a sabiendas de los harapos,
y las sonrisas muecas...

Pero hoy aliviaré tu carga,
irás sobre mi hombro,
danzaremos en río revuelto...

Aferrado a mi montaña
te llevaré a puerto seguro,
porque ésta es la vida,
un ir y venir de alegrías y tristezas,
un instante donde ante la felicidad, /creídos en alcanzar,
regresa con el huracán,
para dejarnos tan desnudos como llegamos...

Arriba al cerro de mi espalda
y construiremos un verso de amor,
buscarás tu madriguera en un árbol
si acaso encuentras uno,
y si no, estarás conmigo hasta el final.

Seremos amigos al son del viento
y al sonido de los tambores del corazón.

Raquel Rueda Bohórquez  
Barranquilla, octubre 14/13



DESPUÉS DE MÍ [60]


Publicado por Raquel en 19:59

DESPUÉS DE MÍ [60]

Hoy quiero desprenderme de mí, para imaginar un bosque, para convertir el pensamiento en una cascada clara y transparente, para imaginar cómo la naturaleza es tan perfecta, que todos los defectos están en el hombre que no comulga con ella.

Desde aquí, ésta imaginaria montaña, detallo nubes blancas y azules, amontonadas como ovejas gigantes, y un ángel de blancas alas que las guía, al momento todo se desliza, un golpe las hace roncar, y una luz intensa de todos los violetas dorados y rojos, nace de la tierra, ¿o baja del cielo?... todo tan perfecto, que siento que no soy parte de algo tan hermoso.

Después de mí… ¿qué soy acaso?...
Me creo con enormes poderes, puedo derribar un árbol que tiene todos los siglos vividos, que ha escrito todos los poemas del universo, y ha cobijado la vida de todas las aves del cielo…

Puedo decir que esto está bien y aquello mal, a pesar de mi frágil existencia, adueñarme de la vida de otros y devorarlos, decidir sobre el destino de otro ser vivo, cuando no soy dueño de mi propio destino…

Detallo de nuevo todo… ¡y es tan perfecto!...
Descifro en una hoja verde los sueños de la hoja dorada
Cae del inmenso árbol de la vida sin queja alguna,
y se deja ser sumisa, para lo que fue asignada…

Después de mí, están las montañas, y creo ser la montaña…
Están los azules del universo y creo ser el color…
Están todos los movimientos que también suspiran y sienten
pero creo ser el poder sobre ellos, y extiendo la mano para castigar.

Tengo voz, pero no como la de un mirlo, ni un ruiseñor…
Y sólo los músicos merecen un espacio… los poetas que sueñan un mundo mejor… los científicos que buscan el bien tanto del hombre como de la naturaleza, y algo no funciona en el cerebro, el hombre se ha vuelto un pobre bruto, un soñador de riquezas que todo lo daña a su paso, cuando no es dueño ni de la brisa que respira…

Después de mí, ¿qué soy?...
Detallo una roca, y ella lo es todo… es la estación, la palabra no leída
el tiempo de un anciano, de todos los ancianos que vivieron una historia y no fracasaron como lo estamos haciendo ahora…

Somos la perdición para el planeta, me da pena, me avergüenzo de lo que pensarán las futuras generaciones, ellos deben levantarse, los jóvenes deben recuperar el tesoro de la tierra, las esmeraldas bosques, los trajes ríos, los valores que se han perdido por ir detrás de nada…

Después de mí… siento pena…
Hoy ante las fiebres que dejaron mis labios resecos una vez más,
siento que la vida de ésta generación fue una pérdida para el planeta,
y que los jóvenes tienen que izar la bandera para recuperarlo,
si no, también será un desperdicio sus vidas…

Serán como troncos vencidos que boguen y boguen
para llegar a la misma orilla,
sin un fin, sin un motivo…

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 14/13



MIRADAS [61]


Publicado por Raquel en 19:56

MIRADAS [61]

Anderson q.e.p.d.
¿Qué pensaría mi monacho en éste momento?
¿Adivinaría que estaba cerca, de ese cielo que parecía lejano?

Amó tanto a su perrito como a quienes lo rodearon, fue valiente y arrojado para decir lo que le molestaba, y así, con esa fuerza y ganas de vivir, marchó  sin una despedida.

Y no es para llorar, es una fuerte lección de vida para todos, para que aprendamos a ser humildes, y a bajar el rostro ante el poder de Dios...

Pero él lo imaginaba...
Él sabía que su vida no le pertenecía, esa semana lo proclamó muchas veces, lo escribió, lo manifestó, y si revisamos sus comentarios, se fue más feliz que muchos que hemos vivido demasiados años.

Mi amorcito, un poco de fuerza para este nicho que nunca lo habrá de olvidar, y que como un hijo lo amó.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, octubre 14/13

MICHU [62]

Publicado por Raquel en 19:51


MICHU [62]

Si atentamos contra la vida de un animal que busca comida, y al rato proclamamos a Dios con un rosario en mano, ¿qué clase de seres nos creemos?

No hay excusa para el amor...
En vez de colocar veneno, coloca un poco de comida en un rincón, calmarás el hambre a un oprimido y no tendrás que llevar la carga de tu traición al Creador.

¿Eres acaso el dueño de la vida?...
Hoy puedes comprar, mañana no...
Hoy puedes reír,
mañana serás sólo una mueca.

Date el gusto de admirar un ave, entérate que tenemos una razón para estar aquí, más no somos lo mejor del universo, de eso estoy segura, porque vivimos hambrientos de lo que no llena, en cambio ellos buscan tan solo un bocado que no has de negar, un grano de arroz, el brote de una espiga en tu corazón...

A la envenenadora de la cuadra le digo: si no tienes amor por los animales, mejor cuelga el rosario, porque estás pecando doble.

El gato que cantaba sobre mi hombro, ya no llorará más, pero él estaba feliz, y era quien lo cuidaba...

Si tienes conciencia, mañana te enterarás que nada queda sin castigo, es la ley de la vida.

La bruja del 79b

Raquel Rueda Bohórquez
Publicado por Raquel en 19:47



AROMAS DE OCTUBRE [63]


Publicado por Raquel en 19:47



AROMAS DE OCTUBRE [63]

Descubre el aroma de un poema en las imágenes,
y encontrarás miles de motivos bajo la luz del sol.

Hoy estoy mejor,
el camino lleno de hojas invitan a continuar
por el espeso bosque del pensamiento.

Escucha  música...
Me parece bella, no me siento sola.
Dentro de cada árbol anidarán muchas aves,
en cada envés de las hojas vivirá una oruga
y será la mariposa del mañana...

Una gota de rocío es un diamante
que parece guardar el cielo,
promesa de frutos verdes y rojos,
esperanza de flores
ilusión del aroma del bosque,
de la primavera...

Continúa el viaje del perfume...
Un lago donde las perlas caen,
los troncos niños deseando engrosar,
los manantiales anhelando crecer,
los caminos de la vida
esperando por nuestro andar...

Detalla un poco que las cercas pueden ser plásticas,
los patos nadan felices sin que nada los perturbe
y un motivo hay, para cada hoja que la brisa toca,
una razón para la montaña...

Deja que la fragancia del bosque te inunde,
será la mejor oración del día...

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 14/13



EL SERBIO [64]

Barranquilla, octubre 14/13
Publicado por Raquel en 19:43

EL SERBIO [64]

El Serbio me dijo que ésta sería mi habitación, que tendría los perfumes más costosos y un mundo de joyas, todas para mí, pero me entretuve un momento viendo a sus ojos y sentí mucha pena por él, pues a pesar de todas sus riquezas, estaba solo, en ese mundo de complicación que él mismo se buscó.

Imaginé chicas limpiando y brillando, tal vez yo misma, agachada peor que hoy, decidí verme en su espejo, pero su fragilidad me sorprendió, no tenía huellas de amor en su fondo, sino demasiada luz que me encandiló.

El Serbio entonces me dijo que mostraría todas las riquezas que guardaba en su mansión, pero me aturdió el oro, me sentí extraña en esos trajes de seda, me sentí gorda en esos sillones, me desvanecieron tantas cosas, robando espacio a la felicidad, y decidí que nada quería, sólo deseaba un jardín, un ramo de rosas sobre la mesa, y un amor en quien confiar.

En sus ojos había quedado mi huella, el verde inundó su vida... atrapó mi tren con sus manos y se robó mi corazón.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 14/13


CUANDO SEAS MADRE [65]

Publicado por Raquel en 16:01

CUANDO SEAS MADRE [65]

Bendecirás el pan y el trigo sobre la mesa,
nada importará, ni tu pequeña cintura,
ni tus bellos senos.
Para nada las manchas en el rostro,
ni el cambio, ni el desvelo.

Cuando seas madre,
descubrirás todas las lunas en el cielo.
Tu llanto será como un sonajero
que hará brotar miel de tu boca
y leche de tus pechos.

Sabrás de qué color son las estrellas,
escucharás al búho, /verás sus ojos brillantes…
Ese dolor que te aqueja no es tuyo,
pertenece a la madre que te parió.
Ese llanto tuyo, no te aqueja a ti,
quiebra en pedazos mi corazón.

Cuando seas madre
te veré pegada de la reja,
esperándole sin dormir,
como cuántas veces ahora lo hago,
y entenderás los amargos de la vida,
sabrás que el camino está ahí para tomarlo,
y que reclamarás a tus hijos
los mismos reclamos que nunca acataste.

Te enojarás tanto contigo,
que me verás un poco de nuevo…
Tal vez tomes mi mano y me des consuelo
en las fiebres y dolores a los que fuiste ajena…

Cuando seas madre,
bendecirás a tu hijo en cada despedida,
el pecho será un atoro hasta su regreso,
ahí se iluminarán los ojos
y las sonrisas retornarán.

Pueda ser que ahora
no te des cuenta de que tus desaires duelen,
que tus gritos apagan la luz de mis ojos.
Pero cuando seas madre,
me amarás un poco más que ahora,
y comprenderás,
que el amor de una madre es para siempre.
Aún después de muertas
velan por nosotros.

Ayer en mi febril sueño,
mi madre bendita vino a mi ventana,
me ofreció como siempre, una jugosa mandarina,
una naranja dulce como su corazón,
en tanto todos corrían por alguna razón.

Lo descubro ahora que soy madre,
me equivoqué muchas veces, y también como tú,
esperé a que pasara el tiempo,
para sentir ahora,
lo mismo que ella sintió.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 14/13

CALDOS DE VIDA/A Miguel Hernández [66]

Publicado por Raquel en 15:59
Lunes, 14 de octubre de 2013

CALDOS DE VIDA/A Miguel Hernández [66]

Al poeta le ofrecí un caldo nuevo,
se llamaba sales de vida,
adornados con pedazos de amor
y rollitos de esperanza.

Bajé del cielo queso campesino,
lo adobé con brillo de estrellas
y con un poco de sal de mis ojos.

Los niños llenaban sus mentes:
¡Qué delicia ha de ser comerlos!
Ya no tendré esos calambres arrugados,
ya no tendré esas ganas curtidas,
esas hambres que tornan blanca la piel
y nos hace desvanecer,
antes de vivir.

Pero en el caldo de poemas había luz,
tenía sabor a hierbabuena,
a cera fabricada por las angelitas del bosque,
y la miel eran trozos de cebolla blanca
con ramitos de cilantro picado.

Recordé los caldos de mi poeta madre,
también sé qué sabor tienen
y como Hernández,
me ubiqué en su prisión,
me llené de calma,
y entre sus rejas
descubrí las mías.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 14/13



PALABRITAS 141013 [67]

PALABRITAS 141013 [67]

1
A lo único que me atrevo a jugar, es a verme desnuda ante el espejo, me habré dado cuenta hoy, que no he perdido nada, sino que he ganado, tengo la fortuna de haber vivido muchos años, y el fracaso de no haberlos disfrutado.
2
Era mentira que me amaba, era falso que estaría conmigo por siempre, y sería feliz a mi lado...
Es difícil creer que el amor dure para siempre, pues ante una falda levantada, y la silicona aprisionada, el hombre se pervierte y las promesas se olvidan.
Era falso que amaba mi pobreza, pero nunca fui pobre, es más pobre quien no sabe amar, y a mí, el amor me sobra, pero me basta con la mentira, para darme cuenta que no seguiré tropezando contra la misma roca.

3
La boca puede repetir cada milagro, pero si el corazón no lo siente, nada sucederá, el resto será espectador de vidas ajenas, que no imaginan las goteras en los ojos, ni los dolores de pecho, pero se atreven a censurar.

4
Alguna razón especial para que sean tan perfectos, para mí lo más bello de la creación. Son  flores que pueden volar,  joyas que pueden danzar. Siempre los imagino hechos en rubíes verdes y rojos, azules y blancos,  como besos de Dios sobre las flores, ahora no me queda duda, de que los colibríes, son algo más allá, de lo que imaginamos.


Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre/15






¿ERES MI PECADO? [68]

¿ERES MI PECADO? [68]

Quiero pecar sabiendo que eres mi condenación,
deseo enredarme en la prisión de tus brazos
y desvanecerme ante un beso tuyo.

Aprovéchate ahora que tengo ganas,
disfrútame ahora que te deseo.
La fruta no se deja abandonada
para que otro la tome.

Pero con él fue tarde,
contigo es ahora que vivir deseo.

A tu lado el instante de la lluvia
el parpadeo de éste sueño
que consume mi vida a gritos.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 14/13


PRÉSTAME UNA IMAGEN [69]

Publicado por Raquel en 15:51

PRÉSTAME UNA IMAGEN [69]

En mi blanca pared busqué una imagen, quería tomarla prestada un instante, pero todo tiene dueño y es real, en un mundo de ilusiones donde vivimos, en éste paraíso de sueños que a ratos duele, y entonces abrí mi puerta de par en par.

Los vecinos gritan, toman y se emborrachan. Hoy no está el volumen del equipo a toda, y una calma rara, de tranquilidad en día festivo. Ganadores parecemos de sueños ajenos, de estrellas que soñamos para nosotros, pero vienen otros y se las llevan…

Mi árbol de mamoncillo amado, mi casa sin la reja principal, esperando la sorpresa de colocarla, esas pequeñas esperanzas del día, que se derrumban en la noche, con la pesadilla de un despertar y el anhelo de ser feliz.

Por hoy no será más, dejaré que mis manos descansen, que retorne el silencio al cerrar los ojos, desconecto el teléfono, me aparto del ruidoso mundo, para festejar al rato el cumpleaños de Camilo, el hermanito de Anderson, y continuar viviendo, soñar de nuevo que somos felices en medio de críticas y desengaños del día a día, pero aquí vamos, quiero viajar lejos, apartarme un poco de lo mismo para vivir de nuevo en un bosque de verdes praderas, entretenida con pequeñas cosas que me hacían feliz, tomando caracoles del camino, viendo orquídeas amarillas, mariposas de todos los colores…

Me doy cuenta que todo es prestado, hasta la vida, un rato nada más, pero no comprendo la razón por la que estoy triste, siempre quiero estar en mi blanca pared dejando mis melancolías, tal vez sean las mismas de todos, en otra estancia, el mismo dolor de pecho, la misma angustia de un mañana que tal vez nunca llegue, porque mañana siempre es un hoy repetido...

Abro la boca para decir “te quiero”, a donde sea  que estés amor, a donde mi voz no te asombre ni sea molesta mi presencia, a ese huerto quiero llegar, a ese lugar lleno de cantares, donde no me anime la soberbia y el enojo de otros a llorar, y estar apagada, abro las puertas de mi casa de par en par para que salga el odio, la mentira, el engaño, y mis brazos, para que arribe la barca que me llevará al puerto que tanto he soñado…

Tu tiempo pasó detrás de tus mariposas de colores, ahora busco el mío, a la sombra de un olivo con el acierto de un mar azul, ahí las rocas se dejan besar, y los alcatraces van y vienen, buscando sueños bajos las olas, para después remontarse de nuevo y desaparecer.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 14/13



A QUIENES SOLO CRITICAN [70]

Publicado por Raquel en 15:50

A QUIENES SOLO CRITICAN [70]

Es una pena el idioma, pero el idioma del amor no tiene fronteras, gracias por la página, por el vino, por las uvas, por todas las imágenes que puedo tomar prestadas para escribir; gracias porque estoy un rato más aquí, y a nadie le debo un centavo, o si les debo no me acosan, gracias por la oportunidad de hablar y escuchar a los demás, mientras no haya censura no hay enojo, estoy contra la crítica, no hay crítica, hay celos, hay envidia, hay enojo...

También siento ira como todos, puedo decir que no me gustan las imágenes de animales destrozados, pero hay otra gente a la que les agrada, y no peleo contra eso, está la opción de dar me gusta nada más,  eso quiere decir que cero crítica, esa cuestión de envidia sana no existe, de crítica constructiva menos, hay gente que te ayuda y otra que te estropea, ¡nada más!, existe el bien y el mal, el resto es hablar de más, aunque también eso hago muchas veces, porque es que la lluvia de ahora dio para esto, está delicioso el clima y me arrullaré con Marradi,  doblaré con Cortázar, esto para la página nueva, pero como no entenderán el idioma, lo dejo así.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 14/13





HABLANDO CON DIOS [71]


Publicado por Raquel en 15:47

HABLANDO CON DIOS [71]

Alguien me dijo que podría hablar con Dios, a solas en mi propio edificio cuerpo, y lo intento cada segundo. En cada tropiezo busco su sombra, en cada huella plantada en la arena, y un bosquejo queda, en círculos pequeños, si gotas de rocío caen sobre mi pantano.

¿Estás aquí ahora?... ¡Si pudieras responder!, ¡si acaso me pudieras hablar!, pero escucho el son de la cascada, repetido, la música que brota de un cuerpo muerto y recobra vida con unas manos que se mueven, las camelias tan lindas, pareciera que hablaran cuando la brisa trae su perfume, pero a ti, niño de ojos invisibles, no te encuentro en ningún espacio.

Veo caer las hojas, en mi ardiente cabeza las vislumbro de un gran árbol de la vida, y de a poco se deshoja, pero me conmueven los verdes, los brotes de niños, que desnudos y sin haber llorado, marchan de nuevo, el relámpago de ahora que me asusta, el sonido de la lluvia, el beso de mi madre estampado una y mil veces sobre mi frente, mis manos…

¿Estás ahora conmigo?... Me gustaría escucharte, comprender que no estoy en esta eterna soledad, pero vislumbro de nuevo mi hoja en blanco, se llena por el milagro del pensamiento, un colibrí de tan verdes alas, de tan azules movimientos, de tan rojos vivos sus picos, de tan veloces vientos, y así como viene se va,  así como susurra al oído de una flor le dice: ¡te amo, mi dulce amor!, vendré por ti mañana, cuando la tibieza del sol abrigue tu alma…

Y entonces te descubro… ¡qué loca soy!... Has estado aquí desde siempre, desde el primer grito al asomar a la ventana que ocultaba mi madre entre sus piernas, estabas ahí cuando susurró mi nombre, y me abrazó contra su pecho, y ahora te descubro en éste frío invierno, en la lluvia de mis ojos, en el rocío que baja por la ventana y se escurre para escribir tu nombre…

Amor mío, mi niño de ojos transparentes: eras el rocío en las rosas blancas que al amanecer se teñían de púrpuras, y yo, buscándote, mientras dabas movimiento a mis manos, animabas mi corazón, y regresabas con amor a prestar una sonrisa a mis labios.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 14/13



EDITA [72]

Publicado por Raquel en 15:44

EDITA [72]

Edita, escucha el sonido de la lluvia,
¿quién más que tú para descubrir su milagro?
Descifra ahora los rayos de luz,
esos colores en el cielo,
¿ves que sobre ellos anida un colibrí?...

Y ahora,  
en medio de tanto brillo se desvanece...
 Iniciando la primavera
empezaba a sonreír.

Mira las gotas de rocío sobre la hierba seca
parecen rosarios de madre
si los hijos se alejan.

Descubre ahora,
cómo el agua nunca muere...
Se eleva en un suspiro,
se esconde entre la nieve;
y al toque mágico de la trompeta,
¡llueve!

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 14/13



SUEÑO DE MARIPOSAS [73]

Publicado por Raquel en 15:40
Lunes, 14 de octubre de 2013



SUEÑO DE MARIPOSAS [73]

Cierto día, en cualquier primavera, habitaban dos mariposas: una se llamaba Azul, y la otra Monarca, ambas eran hermosas, tenían enormes alas, cada quien con su encanto.
Un brillo mágico cubría a la niña Azul, mientras Monarca no pasaba desapercibida en ningún jardín, pues estaba adornada de perlas blancas, y pequeñas hojas doradas, con puntos rojos en sus puntas, elegante y suave, era una dama empeñada en amar y en bendecir la vida.

Pero Monarca no estaba muy feliz con ella misma, y le dijo a su amiga Azul:
-¡Tienes las alas más brillantes que las mías!, no entiendo la preferencia de tu pintor, no he podido ver mis alas, me dicen que son bellas, dime amiga: ¿cómo me ves?, ¿no soy acaso más bella que tú?...

Azul no respondía nada, simplemente volaba y volaba, se entretenía con cada flor, bebía de la miel que se le ofrecía, y en sus diminutos ojos había un brillo como el de sus alas, sentía el placer de vivir sin hacer preguntas, pero Monarca seguía a su lado, afanada por su brillo, queriéndola atormentar, sin que Azul se preocupara por sus comentarios, tenía mucho por hacer.

-¡No te hagas la tonta Azul, respóndeme!, decía Monarca, y el tiempo pasaba… no se daba cuenta de todo lo que tenía, por andar preocupada de la belleza ajena, cuando la suya era diferente y única.
Azul no reparaba en sus regaños, cuando apareció entre las azaleas ese olor, que la invitó a danzar fuerte, y en un abrazo, se llenó de tibias aguas que inundaron su interior.

No había tiempo, la premura, el afán, pero Azul todo lo hacía con calma, buscó la mejor hoja, la más fuerte, y a sus perlas cobijo les dio, y danzó tanto, que sin darse cuenta, cayó feliz sobre un brote de rosas, y con sus alas extendidas parecía una flor.

Monarca se asustó: - ¡amiga!… amiga… ¡no te vayas!... espera…  no he dejado una sorpresa para mañana, en tanto tú, con qué prisas has vivido, y por pasar quejándome siempre, mira… mi tiempo pasó, y no me di cuenta de lo mágico de la vida y de lo hermosa que soy…

En esto, en medio de una última queja, sus alas quedaron dobladas sobre sí… desapareció la belleza, marcharon las quejas… y Azul brilló, para vivir en sus hijos y en sus nietos, otros pequeños sueños, aceptando una cárcel que la embellecería, y un día, para vivir feliz.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 14/13

Moraleja: “Todo le cae a Jorge”