domingo, 18 de noviembre de 2012

¿ QUIÉN TIENE TU VOZ?



¿QUIÉN TIENE TU VOZ? L4R

Sólo pregunto y temo me respondas
Cuando veo abrir las rosas temprano
Gotas de rocío sobre sus pequeños pétalos
El aroma que la brisa me regala 


Comprendiendo que ahí estás.

¿Quién tiene tu arrullo?
Las palmeras cuando ociosas danzan
Y me regalan el sonido de tu voz
El gorrión bañándose bajo una cascada
El canto de una cigarra que regala su amor hasta morir.

Tantas preguntas para una sola respuesta
Cuando tus divinas hadas de colores se corretean
La pequeña hormiga con su carga imponente veloz
La gaviota que surca el cielo azul.

¿Quién tu palabra?
Tal vez nadie de por aquí…
No la encuentro en los hombres
La encuentro dentro de mí.

Aleteas sobre una ventana cerrada
Y en forma de libélula te advierto
Callas y silencias temprano con una buena nueva
Y vuela tan graciosa y divina como llegó.

¿Quién te encuentra?
Cuando alzo la mirada y descubro el sonido del tambor
Y reverdece la montaña con sus cánticos…
El gemir de un árbol cuando cae presuroso, tras una herida profunda
Un ave con las llantas abusivas sobre su grácil figura
Los colmillos hurtados a la vida de un gigante.

Y camino tan aprisa que pareciera no verte…
Escurridiza serpiente bajo las rocas
Con sus diseños tan mágicos como su existencia
Donde una daga la defiende y la protege.

Escudriño en mi corazón y te encuentro
Cuando me desvisto de toda falsedad y te persigo
Tomo de la mano a tu princesa de alas doradas
Y sin volver la vista atrás continúo tras tu huella.

Eres la blanca paloma que levanta vuelo
La niña de mis ojos tan inquieta vestida de primaveras
Eres la luz aunque mi ventana esté cerrada
Y me deleito de tu voz aunque muriera.

Una vez más te adueñas de mis cargas
Tan liviana como el pétalo de una rosa
Tan blanca mi doncella adornada de azahares
Tan dulce tu voz como una cristalina fuente.

Descubro tu aura y no pregunto más…
Eres rosa, eres cascada, eres vida
Flotas aunque hubieses marchado…
Vives aún después de muerto
Y resucitas en una esperanza donde tu amor es mi cupido.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, noviembre 17/12

MALAS MADRES

MALAS MADRES 

Un escrito de mi compadre Benjamín Araujo sobre madres malvadas, pues no todas las madres son ese pedazo de Dios en la tierra,  y debo confesar que personalmente conozco un caso que me impactó mucho por su crueldad.

Una vecina, de aquéllas damas que salen a la calle creyendo que son las mejores esposas y madres del mundo, pero que teníamos que calarnos sus maltratos y sufrir a la par 
de sus hijos, claro que algo hicimos para que cambiara pero no lo divulgo aquí.

Sus niñas crecieron con los insultos más horrendos, las denigraba como seres humanos hasta el punto que hizo algo que nos pareció abominable, pues un bebè no sabe controlar sus esfìnteres y para ésto también se necesita un aprendizaje y paciencia de quien lo guía, en éste caso su mamà.

Cierto día la niña ensució el pañal (desechable) y ésto provocó la ira de la dama que la insultó,  la golpea pues escuchábamos los gritos de la niña, y encima de todo aunque no lo crean... la hizo comer de su propia caca, pero ella siempre fue una dama respetable para todo el mundo, mientras otras madres, sólo pasamos por ser ignorantes en el trabajo de educar, ya que requerimos únicamente una dosis de amor para hacer bien la tarea, aunque en ello algunas veces también se fracasa.

Aprender a ser padres es difícil  no es una tarea fácil  y nadie nos enseñó a serlo,  pero nuestros hijos no pidieron que los trajéramos al mundo y es nuestra obligación guiarlos y amarlos, sino para eso hay tantas maneras de cuidarnos y privarnos de esa tarea maravillosa de ser padres, o está la oportunidad  de darlos en adopción a personas que les brindarán  mucho más que amor en vez de someterlos a la crueldad de nuestros actos. 

Raquel Rueda Bohórquez

CONFESIONES

Foto: CONFESIONES

Acúsame padre  por pecar menos que usted… creo…
O por ser más pecadora que los demás. 


Por aceptar que otros me pisoteen
En vez de levantarme airosa 
Blandir mi espada y defenderme.

Por no contar de los abusos y decir: ¡Basta  ya!
Por trabajar sin sueldo y permitir el pecado de otros
Por la corrupción de la cual nadie es ajeno
Tanto el que compra como quien vende se unta de pecados.

He visto matar y he callado por miedo…
Observé un chico quitarse la vida y me sentí culpable
Ya que no adiviné sus intenciones y corrí tras la angustia de una mujer
Que teme a un depredador sin serlo.

Cuántas cosas en el camino hemos silenciado por miedo…
Por la cobardía de continuar con una soga al cuello
Por no llevar a los paseos matutinos a mi madre
Por las flechas lanzadas por otros sin merecerlo.

Acúsame padre pecador como yo por no aprender a decir ¡No!
No puedo robar, no puedo herir, no puedo derribar…
Nunca inventaré una calumnia, pero tendré que hablar con la verdad
Cuando la mentira se cierne sobre mi puerta abierta
Y escuche la voz de una vecina como culebra escondida
Robando lo poco que tengo, y acosando para que sufra un poco más. 

Por no saber perdonar, pues es muy difícil aunque todos digan lo contrario
Un engaño de un amigo, la traición de un esposo repetidas veces
Los gritos, los ultrajes… por aceptar éstos pecados y cargar con ellos…

Por el odio de un hermano durante tantos años, sin aún comprender la razón
Detestada, despreciada, ultrajada tantas veces en las noches
Donde mis labios enmudecían con ganas de gritar.

Acúsame padre por mi debilidad…
Porque no puedo callar nada y quiero dejar todo sobre la mesa
Aquí en ésta hoja en blanco que me has regalado
Sobre el tapete para que todos se den cuenta lo malvada que soy
Merezco todo lo que he sufrido, porque acepté el abuso
Preferí callar muchas veces antes que lanzar un insulto
Y sus escupitajos aún limpio de mi rostro…


Acúsame por ser la rebelde sin causa que grita a los cuatro vientos
Pero que no sabe tomar un arma entre sus manos
Y sólo  se defiende con sus lágrimas.

Un perdón por todos los abrazos que no me he permitido dar
Por todas las sonrisas que no he puesto en los labios de los tristes
Por caminar cabizbaja pudiendo detallar las maravillas de la creación
Y sonreír, ya que vivir  es un motivo válido para hacerlo.

Me acuso de tanto y no sé que hacer…
Bajo mis alas y me arrincono en mi aposento
Busco en la sombra de tu regazo una mirada
Y a ratos… cuando más triste estoy…
Aletea una paloma cerca de mi puerta
Y una herida nueva me conmueve cuando al tomarla,
Sólo muere… 

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, noviembre 15/12

CONFESIONES

Acúseme padre por pecar menos que usted… creo…
O por ser más pecadora que los demás. 
Por aceptar que otros me pisoteen
En vez de levantarme airosa 
Blandir mi espada y defenderme.

Por no contar de los abusos y decir: ¡Basta ya!
Por trabajar sin sueldo y permitir el pecado de otros
Por la corrupción de la cual nadie es ajeno,
Tanto el que compra, como quien vende se unta de pecados.

He visto matar y he callado por miedo…
Observé un chico quitarse la vida y me sentí culpable
Ya que no adiviné sus intenciones, y corrí tras la angustia de una mujer
Que teme a un depredador sin serlo.

Cuántas cosas en el camino hemos silenciado por miedo…
Por la cobardía de continuar con una soga al cuello
Por no llevar a los paseos matutinos a mi madre
Por las flechas lanzadas por otros sin merecerlo.

Acúseme padre pecador como yo, por no aprender a decir ¡No!
No puedo robar, no puedo herir, no puedo derribar…
Nunca inventaré una calumnia, pero tendré que hablar con la verdad
Cuando la mentira se cierne sobre mi puerta abierta
Y escuche la voz de una vecina como culebra escondida,
Robando lo poco que tengo, y acosando para que sufra un poco más. 

Por no saber perdonar, pues es muy difícil aunque todos digan lo contrario
Un engaño de un amigo, la traición de un esposo repetidas veces
Los gritos, los ultrajes… por aceptar éstos pecados y cargar con ellos…

Por el odio de un hermano durante tantos años, sin aún comprender la razón
Detestada, despreciada, ultrajada tantas veces en las noches
Donde mis labios enmudecían con ganas de gritar.

Acúseme padre por mi debilidad…
Porque no puedo callar nada y quiero dejar todo sobre la mesa
Aquí en ésta hoja en blanco que me has regalado
Sobre el tapete;  para que todos se den cuenta lo malvada que soy
Merezco todo lo que he sufrido, porque acepté el abuso
Preferí callar muchas veces antes que lanzar un insulto
Y sus escupitajos aún limpio de mi rostro…


Acúseme por ser la rebelde sin causa que grita a los cuatro vientos
Pero que no sabe tomar un arma entre sus manos
Y sólo se defiende con sus lágrimas.

Un perdón, por todos los abrazos que no me he permitido dar
Por todas las sonrisas que no he puesto en los labios de los tristes
Por caminar cabizbaja, pudiendo detallar las maravillas de la creación
Y sonreír, ya que vivir es un motivo válido para hacerlo.

Me acuso de tanto y no sé que hacer…
Bajo mis alas y me arrincono en mi aposento
Busco en la sombra de tu regazo una mirada
Y a ratos… cuando más triste estoy…
Aletea una paloma cerca de mi puerta
Y una herida nueva me conmueve cuando al tomarla,
Sólo muere… 

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, noviembre 15/12

ABRE LAS CORTINAS




ABRE LAS CORTINAS


Aquí estoy, abre las cortinas del amor.
Siempre hallarás cirios encendidos
Cuando adviertas el calor de mi pecho en el tuyo
Donde mis lágrimas han sido historia del ayer,

Perdidas en sábanas blancas.


Despacio como un caminante que lo ha probado todo
Acaricia un sueño dentro de mi piel
Allì  el tormento dejará de existir
Y una caricia nueva retomará el sendero
Las cristalinas aguas enseñarán un paisaje nuevo
Veremos las caídas flores de cerezo, 
Que serán hoy, fruta apetecida.

Hoy marchó un ángel al cielo ante nuestra mirada
Serán tantos los colibríes en ese jardín, que sólo imagino
Que lo sabrás cuando perfumen las rosas
De todo el amor que había en mi huerto.

Comprenderás que  no era tiempo perdido
Si cual  gata marqué cada rincón de tu cuerpo
Saboreando de tu amor las cenizas que han quedado.

Cierra la cortina al salir…
Escucharé mi canción preferida sin llorar más
Ya estoy cansada y quiero dormir.

Me arrulla el beso de un ángel con sus luces de colores
Una cadena de amor irrompible se ha formado,
Y navego en otros sueños de alas extendidas
De nubes tricolores que viajan sobre el mar.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, noviembre 16/12

LA VOZ DEL BOSQUE



LA VOZ DEL BOSQUE L4R
Impaciente estoy sin querer decir nada
Enmudezco ante un amanecer, 
Y puedo anunciar que la belleza a ratos me aterra
Pues no comprendo de mi estadía por aquí.


Quisiera hablar de mil maneras felices
Pero siempre un atoro me encuentra
Y el camino sembrado de cardos es pesado
Aunque parezca liviano mi andar.

Presiento que el sol me corretea y huyo
Me alcanza un rayo de colores
Y una vez más me entretengo,
Imaginando que puedo descubrir en sus rayos, mi esperanza.

Mis ocres hojas del camino…
Mis divinas hojas amarillas y cafés…
Con nostalgia las veo caer livianamente
Con un aleteo de la brisa donde desearan volar
Y el ángel de mis sueños las recoge
Llevándolas a su altar.

Suelo navegar en cristalinas aguas…
Y parezco el solitario cisne que siempre te busca
Pero la oscuridad de mi propia sombra me absorbe
Cuando gime de pasión la cascada sobre las rocas.

Danzarinas donde el tiempo las acosa
Aprisa… tan veloz como la golondrina espantada de su alero
Así viajan mis pensamientos hacia tu nido vacío
Pero al llegar… ni una pluma encuentro.

Creo ir contigo… aunque siempre he viajado sola…
Mi guía se quedó en el camino sin señalar la montaña
Y me estrello una y otra vez con tus ausencias.

Rebota en el paisaje mi llamado estrellándose contra los cerros
Y cuando el eco resucita… -con esa voz pasmosa parecida a la mía-
De nuevo las veo tan doradas sobre las ramas
Confundidas con las amanecidas primaveras, me parecen tan divinas
Que no advierto el caudaloso río que me cerca.

Aquí voy… con mis locuras nuevas y encuentro al fin el sendero
Donde es apacible la luz y todo es calma
Parecen danzar las flores en el campo
Musitan melodías con rayos de sol desde una fuente cristalina
Allí navegan blancas auroras adornadas de azules
Sobre inmensos cerros bordados de sedas majestuosas
Y al fin… después de tan larga travesía,
Descubro que la luz tiene voz y me hace un llamado,
Y tienen vida los jardines, cuando bailan las mariposas.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, noviembre 16/12

USO Y ABUSO DEL PAPEL


USO Y ABUSO DEL PAPEL 

Hoy hablaré porque mis amigos me lo han pedido, casi suplicando que cuente la historia del periódico, una historia de una gran familia 17 hijos, los primos que llegaban y se quedaban, los amigos y tíos que compartían siempre una sonrisa y se abrazaban con cada alegría, y se prestaban los pañuelos con ese amor de familia que parece que hoy  lo distancia la tecnología. 

Pues bien
, un amigo habló sobre el uso del periódico pero como abusiva recordé la historia de ésta familia –que no es la mía por supuesto- sino otros que ruedan por ahí por el mundo, donde se abusaba no sólo del periódico sino de los tiquetes que los pasajeros tenían que entregar al ayudante. Todo era reciclado, ahora es que hablan de reciclaje y esas cosas, pero esa familia reciclaba todo y le buscaba utilidad a lo que parecía desechable.

De sencillas cosas porque podemos hablar de cada mueble envejecido y contar su propia historia, de la cintilla pegada en la pared donde se colgaban los cepillos de cada uno, con una marca diferente ya fuera en el color o quemado en cierta parte, de las vasijas de metal que otros botaban donde siempre florecía una begonia o sobre los rojos tejados en el patio donde alguna vez florecieron las orquídeas con aquélla boñiga fresca de vaca que solían traer para que a partir de allí brotaran nuevos tallos.

¡Qué bonito ver ese sillón viejo de color rojo, que alguna vez fue de la sala!...
Tierno recordar que por muchos años fue el sitio más respetado de ésta familia, ahí cerca de la cocina donde el olor a café recién tostado levantaba todos los ánimos y las sonrisas se esparcían como lluvia de estrellas por el hogar.

El árbol de ciruelos españoles que tantas alegrías nos brindó y alguna vez también la tristeza que conté cuando las ancianas decidieron derribarlo, ellas no las podían comer pero tampoco ningún niño que se atreviera a probar de esa miel agridulce que se hacia agua en las bocas de los llorones, que parecían primates colgados de sus ramas.

Cuántos amigos que ya no están… jóvenes primos que no vieron un nuevo atardecer, tíos que se los robó el tiempo cruel de la violencia, tantas y tantas historias que parece se quedarán en el olvido, pero entre la maraña de la vida de esa tela que aún queda, una historia que nadie contaría está por salir a la luz pública.

Esa madre en la cocina en la tarea de gigantes ollas, aprisa pues llega el mediodía… la bulla, las canciones, los gritos, las peleas… sus piernas llenas de venas engrosadas y esa calma en su mirada como un arroyuelo de verdores, donde a ratos, en oscuros rincones la encontraba sollozando con un rosario en sus manos.

Es una historia donde se pierde el apellido, donde las marcas quedan de lado, aquí no hay diamantes ni perlas brillantes, sólo vida, sólo cantar con la brisa y el olor de las hormigas despertando el hambre de un nuevo día.

Dorita… la de siempre y por siempre hacendosa abeja en su panal coge, recoge, acusa…
Pero siempre brilla lo que sus manos tocan, y allá estaba cuchillo en mano con un gran arrume de periódicos y una caja de cartón.

¡No olvide los tiquetes! –Reclamó el viejo del sillón rojo-
¡Ahhh!... cierto que sí… ya voy por ellos dijo Dorita presurosa…
Y después de terminada la tarea, los enganchó en el alambre del baño.
Era de lujo… creo que Pablo  fabricó uno, pues estudiaba en una escuela industrial, un palo de madera redondo y una varilla al centro, un porta papeles moderno y el inventor fue ese hermano bromista.

Ahora, cuando éstos recuerdos han retornado gracias a un cuento… una carcajada advierto de tantas y tantas en las que el viejo se agarraba de la barriga y se ponía morado de la risa…

¡Papá!... ¡me acabo de limpiar con el señor alcalde!
Y al rato… ¡ja ja ja ja! Adivinen a quién me tocó… nada más y nada menos que a la Directora del Colegio y me ayudo un poco con el doctor X o Y…

Y recordar los reclamos de Dora es lo más gracioso de la historia, dando quejas a los viejos: ¡Cómo le parece mamà… semejante arrume de tiquetes y ya los acabaron todos!
¡No sean tan desconsiderados! ¡Ayuden a economizar!...

Y aquélla vez donde un pretendiente muy elegante de una de las chicas llegó como invitado de Bucaramanga y tuvo la desfachatez de llevar papel higiénico al baño, ¡qué rabia!…recuerdo aún las palabras: ¡Pendejo creído!, ¿qué se creerá?... ya ese filipichín me cae gordo… ¿por qué razón no se limpió el culo con los tiquetes como todo el mundo?, y éste recuerdo perduró para toda la vida en medio de carcajadas pues la novia lo dijo muy en serio.

Así cada día nos reíamos de la vida, y el periódico no sólo fue utilizado para todos los servicios religiosos de mi amigo Andrés, sino que fue el redentor de una carga económica en la familia, donde todos los paisanos pasaron por ahí, sin importar apellido, raza, género, titulo…

Cuando se enteren tal vez se enojen un poco, pero la vida ha de ser así de simple y buena como el papel robado de los árboles y reciclado por una familia que sólo aspiraba a vivir en paz y sonreír, aunque a ratos el dolor fuera tan profundo que sólo los recuerdos de las alegrías serían quienes mitigarían las penas.

Una feliz navidad para todos mis amigos 2012-2013

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, noviembre 16/12


PARA ELLA/Erika Odette



PARA ELLA / Erika Odette


Desde el cielo mi blanca paloma...
Desde mi jardín los colibríes...


Se escapa un verso de mi alma

Y el perfume de una rosa, 

Donde danzan mariposas de colores

La vida en un suspiro marcha

Pero el amor nos entretiene…



Mi amada Flor de loto… mi pequeña niña…

Deja que las malvas hablen por ti… silencia…

Un cerezo en flor me cuenta de tu amor

Cuando el sinsonte los deshoja…




Vuelve a cantar sobre la orilla de tu oscuro pantano

Danzan hacia ti los aleteos leves

Y cada segundo sin importar lo que suceda

Una nueva flor abre sus pétalos

Un dorado sol se distrae entre las montañas 

Regalando la bondad de su interior.




Intenta virar hacia la luz como los girasoles

Vuelve tu mirada hacia mi oscuro rincón

Donde navegan en sus aguas mis pesares

Y con tu recuerdo me sostengo

Sobre una pálida rama, que me regaló el Creador.




Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, mayo 18/12



TUS 22 AÑOS/Anderson




TUS 22 AÑOS/Anderson


Mi niño hermoso, capullo de dorado corazón
No tengo palabras para decir lo que hoy siento
Mañana no te puedo abrazar, ni darte un poco de mi amor
Has volado como una blanca paloma, en incierto atardecer.



Sólo diré que te amo… quedando pendiente el abrazo
Tantas horas y momentos que no compartimos
-las prisas, las carreras, los afanes de la vida-
Pero a donde estés… sabrás que te amé como a un hijo
Y que tu partida me mantiene en vilo cada segundo.

Dile a mami que su nido está vació…
Ahí permanecen sus pequeñas ramas con las mismas tristezas
Con un niño viejo que se abraza a sus piernas
Y la busca cada día en el infinito.

Te deseo el mejor de tus cumpleaños 
Será una fiesta de Ángeles y trompetas
Las estrellas las veré mañana tu 19 de Noviembre
Cuando en oración comulgue ante el altar.

Danza mi niño dorado…
Vuela con las águilas que era donde soñabas
Eres nuestro ángel que respira en nuestro cuello
Y el perfume a rosas, que desde nuestro huerto nos recuerda
Que debemos estar descalzos para nuestro reencuentro. 

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, noviembre 19/12


HOY TENGO PRISA/Anmar



HOY TENGO PRISA/ L4R

Amanece y pareciera que corro
Aún no sé detrás de qué,
Y el viento me parece sublime
El sol mi motivo cada día

Donde su radiante fulgor
Como un duende caminante,
Pareciera buscar las malvas
Y reverdecer aún entre las olas.

Hoy tengo prisa…
No puedo responder a nada
Me conmueve el silencio,
Callaron las mariposas
Y volaron ante mis ojos
Sin poder decir “las amo”.

Y un nudo nuevo, una llama encendida
El reloj que marca mis pasos...
Un enemigo me atormenta
Y convivo con él pero no está
Ni su mano para tomar la mía
Y entonces decido correr…
Mientras el péndulo no deja de sonar.

Busco en los frescos recuerdos tu voz
Y como un niño escondido tras la puerta
Con esa sonrisa de candor divino,
Con las alas cerradas y los ojos abiertos
Tu arrullo tibio entre mis brazos
El correteo veloz de una gacela
Y corro  una vez más… detrás de ti
¡Qué prisa llevo!

Dejo un ramo de corazones sobre la mesa
Donde una vela se enciende de nuevo
Y en su fulgor encuentro tu amado rostro
Un abrazo de espuma y silencio se evoca,
Te persigo en mi estancia hasta encontrarte
Pero al levantar la mirada parece que te ocultas
Donde el sol nunca muere y su luz nos sigue,
Persiguiendo el mismo atardecer que te volvió eterno.

Hoy tengo tanta prisa y advierto que estoy encadenada
Es tu amor… la música de tus labios perdidos en el mar
Tu imagen retratada en el rostro de un ángel
Que por siempre nos acompañará.

Un feliz día mi amor, donde estés...
Sabrás que todos estamos celebrando tu cumpleaños
Y que tú presencia estará en cada corazón
Con esa dicha de saber que aún cuando vivías
Eras ese ángel que nos reclamaba Dios.



Te dejo la cadena de mi corazón atada por siempre
Y mi simple nota de un “te quiero” .

Tengo prisa hoy… y debo callar…
Mientras se consume una llama
Y escucho el aleteo de una paloma en mi alar.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, noviembre 19/12