viernes, 19 de septiembre de 2014

UN 19 DE SEPTIEMBRE DE 2014



UN 19 DE SEPTIEMBRE DE 2014

Un día tranquilo pero con mucho trabajo y agitación corriendo y luchando, acompañar a mi hija mayor a su primer empleo fijo, después de mucho luchar con hojas de vida, exámenes, y lo mejor de todo es que pasó por mérito propio, debiéndole a una amiga a Toti, el favor de avisarle que estaban contratando personal en un Banco importante y que pasara la hoja de vida, de ahí para acá ha sido corriendo, una velocidad increíble, 3 meses en el banco donde inició con la bolsa de empleo para contar con gente maravillosa alrededor, y finalmente la contratación que está por venir, y hasta nos preocupaba que no llamaran rápido, siempre pensando lo peor, y era que se había extraviado un documento que ya había enviado, volver, correr y solucionar.

Fuimos a comprar a mi amor que tanta falta me hacía, pues ya el viejo pc llevaba mucho trabajo y no aguantaba más la carga y mi manoseo, hasta que frenó y ahora sí quedó inservible.

Verónica mi niña grande también llevando hojas de vida, llegó agotada y ésta vez tampoco fue, pero será en cualquier momento, cuando ella no esté tan afanada, así nos toca a todos, luchar por cada sueño, y el de ella, es ahorrar para terminar su carrera, pues no doy más, se me acabaron los fondos y ahora tienen que hacerle como verracos decía mi viejo, a luchar y resolver porque no podemos quedarnos dormidos, mi desesperación era no poder escribir y regresar a las hojas de papel, pero ya vamos solucionando las cosas.

Un nuevo equipo, falta solicitar una póliza de seguro que viene con él, pero nos dijeron que la entregaban después, veremos, y en la tarde la noticia de la muerte de una familiar que padecía de cáncer de estómago, muy doloroso, pero al fin Omaira se fue con su enorme ramo de rosas para el cielo, sometida a una dolorosa estadía en un hospital y alimentada por cables y sondas.

Todos moriremos, ayer un árbol inmenso, lo llamé el árbol de los murciélagos, admirando su belleza, creo que no era tan grande, sólo un muchachito intentando ser hombre, estuve un rato viéndolo y tuve que llorar al pretender apreciar de nuevo el vuelo mágico de éstos angelitos y darme cuenta que lo derribaron, porque a ellos les gustaba la miel de esas flores, entre blancas y amarillas, parecían palitos puestos ahí a propósitos y ellos se encargan de polinizar y a su vez recibir un poco de miel, ¡tan hermosas!, y mi hermana Sonia, dijo que en su cuadra derribaron uno igual porque llegaban los murciélagos, ¡qué indolencia y falta de amor!.

La gente está loca, ¿qué podemos aparentar?, ¡ese árbol no me gusta!, me caen gordos los murciélagos, no me gustan las hojas, detesto las iguanas, y así con éstos pensamientos absurdos seguimos acabando con la naturaleza, muchos luchando y unos cuantos acabando con la obra, como una tarea de alas caídas, me sorprendió la melancolía y tuve que llorar un rato.

Verónica me reclama pues contándole no contenía el llanto: Mami, usted es demasiado sensible no llore por eso, ¿quién no llora?, lloro porque hay mucha indiferencia y creo que si no existiera la certeza de la muerte, el hombre tragaría los ojos de sus propios hijos.

Me dedicaré éstos días a organizar mis cosas, aprender a manejar bien el equipo y mejorar, para mostrar a otros que podemos desde nuestro pc luchar por un mundo mejor, enseñando a los niños a que tenemos un deber enorme con el planeta y no podemos estar cruzados de brazos, pero mientras no haya leyes fuertes y castigos severos, nadie aprende, y continuamos de mal en peor, nuevas tragedias se avecinan, los árboles no tienen tiempo para crecer y se agota el tiempo, pues las montañas no tienen su protección ni los ríos quién los sostenga.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, septiembre 19/14