AL VIEJO
Al campo verde y al estero
llega un te quiero soberano
bajando de la cuesta inmensa,
acariciando el musgo verde
que al sinsonte incita a un verso
y al viejo, una mueca alegre,
que forja nubes en su boca
y lágrimas en sus manos.
Un preludio de pájaros asoma
y él, imita el canto del llano
esperando una respuesta alegre
con el fusil cargado y una nota lejana
donde el amor era un ramo de orquídeas
y el espejo donde nos miramos.
Dulce amor: fue tu existencia
alfajor en miel, dulce de leche,
abrigador remanso en largos días
en donde el bullicio de tus aves,
regalaba a tu esperanza una melodía.
El ayer pasó, ahora somos las viejas...
Tus flores viejas adornando otras esquinas
con sendas heridas que cicatrizan
y recuerdos de hormigas tostadas,
risas locas y niñas dulces,
a tus manos aferradas...
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, mayo 31/20