martes, 8 de septiembre de 2020

GOTAS DE MAR

GOTAS DE MAR


Recuerdo  el frío de la tarde

y en ello viene el silencio de la noche

con todo ese mudo dolor

todo agolpado en la garganta.


El amor se fue contigo

se alejó hacia la vereda más inmensa

en donde las flores le hacen la venia al sol

y las luciérnagas iluminan tus pasos. 


Cae la lluvia y con ella un rayo...

¿Qué hago aquí de nuevo?

Gotas y perlas se agolpan

caen y caen y vuelven a crecerse

en el pico más alto del pensamiento.


Eres un dulce recuerdo

magia que besa la cúpula de la montaña

y me acerca cada vez 

al rincón más dulce de la tierra.


Vuelve la casa enorme  

y paso a paso la recorro

ya no veo los retratos viejos

con  tus dedos impregnados de ellos

y tu boca que medio sonríe

sin saber si es de mí

o por mi ingenuidad 

engendrada desde el vientre

y parida cual niño de mariposa

que duerme su paz bajo las hojas.


Ha  regresado el mar...

Cada gota sobre el acantilado

me recuerda que la vida es así

sal y dulce, desierto y sed...


Y vuelvo a recordarte...

Ahora no sé si eres vaivén entre las olas

o la espuma que llega a la orilla

y regresa feliz una y otra vez

bailando junto a las caracolas.


Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla,  agosto 9/20

¿Y EL CRISOL?

 53. ¿Y EL CRISOL?

13 de septiembre de 2014 a la(s) 18:46

Y entonces,
El crisol soportó su calor
No sé si era de porcelana o roca fina
Tenía magia su interior,
Casi como el sol.

Buscando, hallé mi figura preferida
Ubiqué su rostro ahí, delineé sus ojos…
Hice un corazón con su boca
Y esparcí todo el fuego guardado,
Para que el bronce enfriara
Cuando la nieve de los años llegara,
Con su plateada cabellera de sábana.

Sus ojos se perdieron,
Eran de cristal…
Tal verdes esmeraldas del bosque
Vieron un mañana para mí,
Saltando como cabrita por la montaña,
Balando yo, niña pequeña pegada de sus tetas
Siendo miel el vino servido,
Y manjar
Las espumas en mi boca.

Lamió con su áspera lengua
Transformada ahora,
Convertida en otra
Con el pensamiento libre.

Endurecieron alas en sus pies
Y sonajeros vivos en sus labios,
El genio del artista fabricó una madre...
¡¡La mía!!

Raquel Rueda Bohórquez
13-09-14

Con mi amor más lindo, mamita.
Publicado por RAQUEL en 12:08

EL ÁRBOL Y YO

 EL ÁRBOL Y YO


Hoy hablaba en silencio con el árbol  amigo en mi puerta, los dos nos parecemos, él por ser derribado sin permiso y ultrajado sin poderse defender y yo por vivir en sus raíces  su propia historia.  Me hago fuerte a su lado y permanezco como él,  en el mismo lugar todos los julios de mi vida.  


Me siento bendecida con su gracia, coloqué una hamaca, ¿a mis  60 años una hamaca?, pues sí, preciso ahí cerca de la ventana en donde pueda charlar con él, hasta que al fin él me vea caer y no tenga la desdicha de verlo sucumbir primero.


Ese día lloré mucho, es verdad, lo derribaron, todo él caído como un bástago, herido de muerte y mis lágrimas lo hicieron retoñar, jamás olvidaré cuando vi sus primeros brotes, 5 gajos, lo que sería su cúpula está ahí, sin tronco, pero aferrado de sus enormes raíces, para mí fue un milagro, él escuchó que lo amaba como a un hermano, mi familia consta de 5 personas y éste motivo me hizo pensar que todos estamos ligados por el mismo amor que nace desde sus raíces y lo vuelve un dulce gigante que sólo sabe dar y dar amor en cada cosecha de hojas y frutos.  


Conoce mi paso por la vida, vio crecer a mis hijos y escuchó cosas indebidas en mis cuatro paredes, vio pasar al mendigo y al ladrón, al criminal y al fizgón y también se dio cuenta que estábamos solos, cada uno en su pequeño mundo sin saber a donde ir porque teníamos raíces profundas que nos pegaban del mismo lugar.


Ahora lo veo gigante, abriga mi casa más que un hombre y la sostiene con sus raíces ancladas que lo aferran de mi corazón, el amor existe, Dios conoce de mi afecto por él y el suyo por mí. 


A veces quiero abrazarlo, lo hago con disimulo para evitar los chismes de la gente, y cuando me acerco con cualquier pretexto, susurro desde mi pensamiento: te amo viejo amigo, no quiero que nadie te dañe, que ningún ser te castigue por dar sombra y abrigo a mi casa.


En días calurosos no quiero salir, pero cuando debo hacerlo, algo me llama, es el dulce cobijo de sus ramas y su alma de poeta que me inspira a verlo desde la ventana. 


Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, agosto 9/20 



ASÍ

 ASÍ


De esa manera

así como cuando llega la brisa

y enciende la brizna

que a punto estaba

de apagarse.


Ha vuelto el calor al cuerpo

y la roca a punto de explotar

entre sus heridas llenas de luz

muestra viejas lágrimas

guardadas en su interior.


Tengo un amor escondido

que hace rato no me poema

y en éste enredo me entiendo

como el toche en su faena.


Más hoy vi sus ojos negros

que entre el pasto seco 

parecían brillar como de fiera

y agazapada estuve esperando un salto

que de su amor me favoreciera.


Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, agosto 9/20









A TI

 A TI 


Gracias amor

por llenar de estrellas mis noches

y mi corazón de mariposas.


Hay un motivo bajo mi árbol

y una ilusión entre sus ramas,

el pájaro ausente ha llegado

y entre su pico trae una dádiva.


Luego se va sin despedirse

ya no ve a los ojos de su amante

porque en otro gajo distante

le cantan las auroras 

y le invitan las mariposas

a otros versos plebes

entre las hojas.


Gracias mi amor por tu presencia

ya no percibo viejas ausencias

porque tu resplandor todo lo llena

y me copio en el lago de un espejo

que celoso está de tu amor

y amoroso con mi reflejo.


Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, agosto 9/20


VERÓNICA

VERÓNICA


 Eres la orquídea que florece

entre los gajos de mi corazón.


Sueño de espuma y mar

garcita blanca de ojos azules

surcando el cielo lejos de mí.


Mi pequeña flor:

¡Ha pasado el tiempo tan veloz!

Ayer todo eran manos pequeñas

y sonrisas de azahar en mi jardín.


Hoy te recuerdo corretear por aquí

llenando mi espacio de luz y felicidad.


Cada tanto oro por ti

y desde que la brisa te alejó de mí

un aroma a chocolate  espeso

ronda por mi lugar vacío

donde la soledad es mi amiga

y tu recuerdo, 

el cascabel que pone a mi rostro

una sonrisa 

y a mis ojos una lágrima. 


Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, agosto 9/20