FLOR
DEL CAMPO [64]
Soy
una flor herida al paso de la tormenta.
Vanidad:
¡qué desteñida eres!, ¡qué abusiva!
Amistad
que se arropa de palabras dulces:
¡qué
engañosa!...
Aquí
entre la hiedra sobrevivo a pesar de todo.
Ante
la luz de tu divino sol, sanan mis heridas.
Levanto
el rostro ante la blancura de tus nubes
donde
de azules trajes cual navegantes viajan.
Parezco
una niña descalza después de ser abusada…
Así
voy, puedo contar de picos hurgando.
puedo
hablar de silenciosas noches
y
de una sombra oscura mi rostro tapando.
Así
vago con mis heridas;
¿cuándo
sanarán?...
¿Dejaré
de llorar perlas de sal?
Me
acuso padre mío por confiar
por
ser niña en todo el tiempo y lugar.
Flor
del campo envejecida: ¡no te venzas!
Niña
traviesa, no importa el tiempo ni los afanes
ni
el dolor, ni las sonrisas, ni las llagas…
Todo
pasará…
Nada
es eterno, espera al vendaval,
vendrá
del norte y dejará desnudos tus pétalos
para
convertirte en cenizas en el viento.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
abril 20/13