domingo, 15 de abril de 2012

FLOR DE LOTO 3

“FLOR DE LOTO “ 3

Ahí estaba de nuevo…
No era tan oscuro el lago ni tan sucio
Sólo era su lago… donde gemían ausencias…
Qué nutrido estaba hoy
Vestido de auroras tibias
De blancos claros y nítidos
De transparentes como su vida…

Grandes ramas la abrigaban…
Unas violetas increíbles eran su compañía
Unas pequeñas rosas su enredadera.

Su estanque tan amado… tan querido
Donde sus ilusiones llenas de cantares
Dibujaban una sonrisa triste…

Se aprisionaba a ese destino suyo
Tan silencioso, tan unido a todo y nada…
Ese único brazo sostenido entre sus grandes hojas…

El cántico del mirlo era su ilusión…
El beso de la brisa su morada
“Flor de loto”: te llama un sueño nuevo,
Y ella en silencio como si nada…
Sólo flotaba… sólo flotaba…

Alguien encontró entre sus pétalos abrigo
Un verdor de amor la consumió
Mientras nuevos brotes de colores la acompañaban
Tan cerca… pero tan lejanos a su amor…

Pero ahí… como una oración que brota de mañana
La niña con apacible calma de un tono violeta
Sus pétalos cerraron… era fresca la mañana…

Y una suave brisa… como la caricia de una madre
La desprendió de ese huerto…
Llevándola a un destino incierto…
Y ella… bogó… bogó…

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, abril 15/12

¿QUIÉN? ... 3


¿QUIÉN?... 3


¿Quién alienta esa flor pálida sobre el reseco pastizal?
Ese tornado que pareciera tomar más fuerza y en un instante… ¿ya no está?
Quien cariño mío… amor de fuego y cenizas sobre ésta ausencia que mata
¿Dibuja cada día en mi rostro una sonrisa?

Observo al horizonte… grandes nubarrones oscuros
Una fuerza indomable el guía… hacia un destino desconocido
Pero aquí está… convertido hoy en suave lluvia…
En la calidez de un clima que ayer encendía…

Ahí están mis amadas violetas sobre ese gran roble…
Nunca un roble de flores violetas… pero hoy lo divisé
También esos ojos tuyos tan llenos de fuego que no enciende ni abrasa
Ese tibio consuelo de cada día sobre éste azotado espacio.

Encuentro la miel que has dejado para mí… es una amapola púrpura
Su fondo me llena de tibieza, sus pétalos abrazan y consuelan,
Observo el horizonte y el regalo es infinito…
Siento esas manos sobre mi piel de seda rosa…
Y una tibieza me enciende ésta vez… y bajo la mirada
Y me olvido de ti.

Un tornado de caricias llega aprisa… y pronto se va
Entre suspiros de cascadas… y brisas de mar.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, abril 15/12