Con mi hermano Pedro
NO ES PARA
TI [10]
No recibí ni una flor de tu parte, ni
siquiera esas miradas ardientes que nos llenan de energía, y encienden ese
pequeño foco que nos hace bendecir cada segundo.
Siempre querías esto o aquello, ¿pero qué
entregabas en verdad?
Maltrato y soledad, años y días, entonces ahora
encontré un amor nuevo, tiene ojos negros, mirada de buey cebado, y en el
bolsillo dinero que no le da tristeza gastar en mí.
Ya no escondo nada, es verdad, tengo
un amante guardado bajo mi manta, cuando sales, Él entra y cuando entras Él
sale, ¡jajaja! pero no pienses mal de mí, no imagines lo que no es, ¿acaso soy
tan perversa?
Hoy desperté con mejor ánimo que
ayer, y mañana si mi Rey decide, todo estará mejor. Se habrán crecido mis
pequeños árboles y darán sus flores y frutos, donde estaré recogiendo de ésta
cosecha que con tanto sacrificio y amor hemos sembrado, no fue mi tarea, ahí
estuviste, no importa esa cantidad de tiempo, es con ellos la deuda, conmigo,
pagué con abandono el hecho de haberme equivocado en el camino, ¿pero quién soy
en verdad, para pelear con ese dragón llamado destino?
Quiero que seas feliz, jamás he
sentido tanto cariño por alguien, deseo que puedas salir sin ese rostro huraño,
tal vez un poco triste, porque no hemos sido tan afortunados en la vida, pues
pudimos amarnos, pero se ensañaron en dañar y pisotear nuestro jardín que ahora
no pertenece sino a Dios, nuestra tarea continuará porque nos une un río y su
caudal.
¡Camina!, ¡corre!, despeja la mente
en lo que te agrade, más no me incluyas en tus planes porque jamás lo hiciste,
tus vacaciones eran tuyas, tus salidas te pertenecían, tu billetera escondías,
pero ni creas que guardo rencor, ahora estás más generoso y eso lo he notado
desde hoy, vi cositas que antes no veía, eso Dios te lo premiará con más
abundancia, pues para llenar vacíos, muchos vacíos y desesperanzas, me sobró
tiempo.
Me hubiera gustado caminar de la mano
contigo alguna vez, pudimos amarnos, todo iba muy bien, casi que perfecto,
hasta que la víbora metió su nariz y su escoba en mi existencia, para dañar un
programa que nuestro Rey tenía con los dos, pero bien, algo que siempre te
agradeceré es que a pesar de tanto tropiezo y porquería, no abandonaste tu
barca, has permanecido ahí, a veces zozobrando, otras resquebrajada, golpeada y
pisoteada, pero un extraño sentimiento te mantuvo aquí, gracias por eso, ahora
me tengo que ir, mi corazón está ocupado por otro amor que jamás mentiría, debo
doblar las rodillas y orar por ti y nuestros hijos.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 27/15
Barranquilla, octubre 27/15