miércoles, 3 de diciembre de 2014

DIJO ANNA

DIJO ANNA

Dijo Anna: Hay un demonio oscuro, habita dentro de nosotros, a veces es tan perverso que domina nuestro propio yo, y nos hace cometer inmundicias, que una vez realizadas, no sabemos ni siquiera en qué sitio nos encontramos... ni qué fue aquéllo que nos ordenó hacer lo indebido, creo que inicia la condena, porque la señora Conciencia una lady, es el juez más severo de todos.
El demonio negro se pasea por tu casa, ronda las esquinas, el cruce de una veredita donde buscamos a veces mariposas amarillas de Gabo, y mariposas azules de Adel, pero sin darnos cuenta, una oscuridad persigue y atormenta.
Anna inició a correr cuando el ángel Providencia, le avisó que no pasara por ahí, sino que se quedara bajo la roca, ¿qué buscas fuera niña?, dentro de ti hay maravillas, y a veces sombras, pero busca dentro de tu propia luz, y las sombras se disuelven o simplemente te abrigan, como una cobija de seda que te cierra los ojos para que puedas volar en círculo.
Decían que Anna era una niña que hablaba locuras, pero al final de su carrera fue una jovencita sabia, conoció la voz de las hojas y lo que entre ellas se murmuraban, dijo que también la lluvia tenía voz, y al caer parecían coronas de reina bordadas en cristal, fue una dulce niña, cierto día inició con dolor de cabeza, muchos decían que no era nada, pero se quedaba dormida en su pequeña silla, cuando el dolor era tan fuerte que ese algo dentro de sí, no permitía más ese cruel sufrimiento.
Un día Anna no gritó más, le decía a mi hermana Dorita: Nadie me cree, me duele mucho, siento que algo dentro de mi cabeza se mueve y me devora lentamente... 
Anna, bueno le digo así de cariño, no la nombraré para no causar dolor a sus padres, lo cierto es que estudió en las Bethlemitas, la mejor amiga de mi hermana Dorita, ella todavía la recuerda, pobre niña, ahora recoge rosas blancas y amarillas, la veo correr por un camino muy hermoso, pero la madre la recuerda y llora mucho, ¡no llores mami!, desde aquélla vez, en realidad todo dejó de doler, fue como si durmiera, y sentí que era liviana como una paloma, que tenía alas, y con ellas voy y vengo hacia mi casita en la esquina, ahí donde amasábamos trigo y el sudor adobaba las ganas de vivir. ¡No llores mamita!, ahora estoy contigo, recibe ésta rosa blanca, huele su perfume, es el mío y el de ella,  hemos venido  por ti para que podamos seguir caminando senderos llenos de luz, en una inmensidad donde abundan  cometas y  luces navideñas...
Y Anna corrió de la mano de su madre, ¿acaso ella se dio cuenta?, siempre creyó que dormía, y en este momento cree que está despierta.

Raquel Rueda Bohórquez 
Barranquilla, diciembre 3/14

¿QUÉ SOY? 3



¿QUÉ SOY? 3

Soy un pájaro más 
vuelo si deseo
descanso si apetezco
sobre un gajo de ciruelos
o un ramito de violetas.


¿Qué soy?
Algo de ti y algo de mí
un poco de cal o de ceniza,
el viento decide mi andar
para caer a su antojo
donde la fortuna me lleve,
cerca de una brizna tuya
como un topacio en el cielo
o una hoja seca,
sobre cualquier rincón
de éste llamado universo.


¿Qué soy?
La verdad, aquí entre nos,
ni siquiera lo sé,
pero tengo alas en el pensamiento
para volar inmensidades,
bosques fríos o calientes
ríos o quebradas,
y al fin... ahora que lo sé
ya no me importa,


vivir el ahora se vale
pasa un vendedor
grita: ¡¡aguacates!!
-no tengo hambre,
que siga gritando
hasta que decida descansar.


¡Pobre pajarillo!, 
hasta me dio pesar
pero va sonriente,
sin tanto afán,
sin tanto buscar 
vive su día, sin más
y es feliz,
¿qué más da?


Raquel Rueda Bohórquez 
Barranquilla, diciembre 3/14


POTRILLO

POTRILLO

Olvidaba contar, que mi muchacho pasó la primera prueba en el Conservatorio de Música Bellas Artes... no necesito doblar los dedos, porque presiento que pasará la segunda prueba. 

Mi potrillo tiene los ojos brillantes, él no puede cargar bultos pesados, un accidente donde la abuela, y su brazo dio una vuelta sobre sí mismo por una descarga eléctrica, esto le impide levantar cosas pesadas. Van dos veces y más, y el brazo se  ha vuelto a girar. 

Los caminos de Dios nadie los conoce, pudo morir esa vez, pero Él, mi Rey, lo tiene para algo más, y su voluntad es el cuello doblado. 

Sólo decir: ¡Gracias Dios mío por mis hijos!, gracias por dejarlo vivir. 

 Hace un rato estuve en la ventana viendo el sol de frente, lo cubría una nube, sentí que me pedía abrir los ojos, que había algo para mí. Era azul el centro del sol, alrededor un verde intenso, amarillo, violeta, rojo, y empezó a danzar, si alguien me cree está bien, si alguien se ríe, no me enojaré, sólo diré que fue real, y que cada día me someto más a su voluntad divina, sólo quería contarles ésto, Dios no es una mentira, abre los ojos y lo verás frente a ti, mírate al espejo y en tu mirada lo hallarás... 





Ahora sí me voy para donde Dorita, espera un tinto lleno de bendiciones, abachos bechos. Si a mí que no soy ni santa ni santurrona, el Señor me muestra su color, Él no escoge a nadie, todos somos su obra y sus hijos... tu carcajada puede doler si acaso ríes, pero te quitará esa sombra de amargura, "todo lo puedo en Cristo, quien me fortalece", no estoy sola, nunca más lo sentiré así, pues una sombra negra es el color preferido de las noches, para que podamos adivinar sus estrellas...

Raquel
03-12-14