miércoles, 21 de agosto de 2019

ARRASA

ARRASA

Cual demente el hombre arrasa con todo,
destruye el alma del poeta 
que sobre la copa del pino
eleva el pico y regala un trino. 

Arrasa al árbol inmenso...
Destruye la vida del pequeño,
abre sendas y caminos
para que paste el ganado hambriento. 

Qué triste panorama veo...
¡Perdimos la razón, estamos locos!
Somos sanguijuelas de la tierra
robando a la madre su sangre
y con impiedad brindando con ella. 

¿Qué dejaremos a los nietos?
Tan rica herencia nos dejaron
pero tan ruines fuimos para administrarla. 

Arrastra el hombre su orgullo,
pronto, muy pronto... 

Cuando hayamos secado los manantiales
y el último pájaro asome 
entre la nieve de la indiferencia
con las alas rotas 
y el alma seca. 

Raquel Rueda Bohórquez 
Barranquilla, 21 08 19



EL AMAZONAS ARDE

EL AMAZONAS ARDE

Días de llamas que arrasan el bosque
en horas nocturnas de ojos secos, 
en días largos de alas quemadas,
en segundos que pasan entre el viento alocado.

Arde la vida y nada pasa...
El hombre cobarde llena sus arcas
y el pájaro triste se acobarda
pues ya no canta ni vuela
como en otros tiempos más dulces.

Veo a Jesús en cada uno...
Lo imagino correr sin saber a dónde
lo veo rendirse ante lo inevitable
y seguimos tranquilos como si nada pasara
comiendo carne, ahumando la vida
y riendo a carcajadas.

Arde la tierra divina
con Dios de rodillas 
con las alondras tristes
con los búhos ausentes
con las cenizas en la frente
el río llorando cuesta abajo
y el cielo negro, de luto
por todo el mal que estamos dejando
por toda la desdicha que estamos causando. 

Raquel Rueda Bohórquez 
Barranquilla, 21 08 19


DÓCIL

DÓCIL

Seré dócil
El día que aparezcas
Y  en mis fiebres
Me llames por mi nombre.

Dócil cual manantial
Mojando con dulzura el musgo
En la montaña virgen
Donde por mí lloraste.

Seré cual cordero
Sin temblor ni miedo
Porque ante tu amor verdadero
No habrá depredador al acecho
Ni cordel al cuello.

Seré así cual nieve cubriendo lirios
Y lluvia llenando ríos.

Después de ahí
Soñaré que tengo alas
Que voy y regreso
Al bosque hermoso de aquellos tiempos
En que no tuve calma
Ni para bajar el rostro al besar la tierra

Ni hubo paz al elevarlo
Para agradecer por tu paisaje
Pisoteado por la ambición
Y la inconsciencia
Del más dañino de los seres
Que por tu jardín haya pasado.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla 21 08 19