jueves, 15 de agosto de 2013

LECHUZA [78]


LECHUZA [78]

No hay afán ni apuro si voy de la mano de mi jefe, desde aquí puedo divisar su grandeza, caminar con mis pequeñas crías y alabarle.

No tengo miedo ni temo al depredador, pues a veces también lo soy...
Me regaló fuerte pico y unas garras, para que advirtiera vida y con ella me sostuviera...

Quiero volar en el día, pero prefiero las sombras de la noche,
ahí  también abren hermosas flores y encuentro felicidad,
si al voltear al cielo, un tapiz bordado en estrellas,
es mágica la presencia de la luna, llenando de dorados al mar
que entona versos de amor sin pedido.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, agosto 14/13 

EL ARTE DE OLVIDAR [79]


EL ARTE DE OLVIDAR [79]

Artesano de mis sueños,
amor insondable y puro:
¿cómo he de olvidar?
si el dolor cuando llega
parece quedarse y ahondar
como gota sobre una roca.

Quiero olvidar los malos ratos
recordar de mi niño sus cantares,
cual el sinsonte elevado en la palmera
y entonar cánticos embelesada
viendo azules divinos, que se esparcen
renovándose cada invierno.

Difícil parece,
más nada es imposible;
el pensamiento borra las heridas
se entretiene en el camino levantando rocas,
despeja un nido de calandrias
que enredado estaba.

Alivio mío, mi amor…
Mi son de brisa fresca y lluvia matutina,
quiero tener ese arte entre mis dedos,
tocar una letra y olvidar los desaires,
entonar un canto mañanero
donde el miedo no sea mi quebranto.

Y en tan difícil anhelo de olvidar, envejezco,
viendo mis arrugadas manos en un espejo
donde una flor de loto se desvía
por la suave corriente que dirige su destino.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto 14/13 

ENTRE AZULES L4R [80]


ENTRE AZULES L4R [80]

Entre círculos, vaga mi alegría,
me entretengo escuchando al mar
amante bullicioso y cantor
entonando bellas melodías,
y ardientemente besando las rocas.

Vida mágica, teñida de ojos
de infinitos azules, donde las estrellas
colgadas de violetas destellos
parecen topacios bordados en el cielo.

Y es lindo recordar,
un traje de invierno entre tus brazos
lanas azules, bordadas de pequeñas hojas,
labios carmesí en despedidas tristes,
bajo la lluvia, que desde el infinito se colgaban
para llenar nuestros ojos de pesares.

¡Oh azul  traje de seda!, desnuda para ti
como el agua translúcida de tu manantial,
esa inalcanzable perla ajena
que entre danzas de pieles se entretiene,
mientras suplico por la vida.

Llegas y te vas…
Entre círculos de luz navega una historia,
plácido tocar tus aguas claras
y me pierdo una vez más entre los índigos
que llenan de paz el alma.

Retorno de nuevo a tus ojos…
Mis índigos ojos donde el amor se ausenta,
y cierro los míos, para recordar praderas,
en tanto, vuelan mis jacintos,
y se alejan,
por el ancho mar.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, agosto 14/13 

PALABRITAS 150813 [81]

PALABRITAS 150813 [81]

Hay un secreto que no sabes,
pero te lo diré:
Soy un alma que tú conoces,
y mañana estarás en el cuerpo
que tanto aborreciste.

Un ave cantó en una rama
otra cantó en una roca,
una luciérnaga brilló en una noche,
y a mí, ¿en dónde me toca?

Un tipo habló de matar,
otro tenía ganas de sembrar,
un joven ansias de fumarse la vida
un niño de tomar teta y abrazar.

Un viejo quería ser joven,
una joven quería ser adulta,
un niño deseaba crecer,
un sabio no pensaba en nada
pues a sus años, ¿ya para qué?

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, 15 agosto/13

VIENDO AL CIELO [82]

VIENDO AL CIELO [82]

Me detengo un instante a observar en el cielo,
matices de colores mágicos,
danzarinas estrellas correlonas
parecen como niñas viejas
que se desnudan bajo la luna llena.

A un paso estoy del precipicio,
a un segundo de mi viaje eterno.
Me encandilan tus ojos, ¡amado mío!,
absorta estoy ante tus labios.

¡Oh primavera que marchas!
Nubes rojizas que esperan un desierto
y se esconden entre los arenales
cuando casi las estoy viendo.

Y se mueven mis manos…
¡Adversa brisa no me tomes!
En un segundo florecerán los arrayanes,
dulces joyas esperarán un toque mágico,
al bajar los mirlos a picotear tan ricos frutos.

Acíbar de la vida, cielo estrellado:
iluminando estás en mi sendero llano
y  entre cometas al viento vuelan,
todas las tristezas cuando sonríes,
y a escondidas lloras.

¿Allá estás?
¿Eres prisionera de las estrellas?
Me fabrico niña hermosa en una cárcel,
para morir como dulce mariposa…

Espérame en un blanco lirio,
la vida es un instante… un parpadeo…
Ahora estoy gimoteando, pero mañana
¿habrá acaso un mañana?

Mientras llega ese día, sonrío un instante,
abro la celda de mis ojos
y te descubro en el cielo.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, agosto 14/13 

LA ISLA [83]

LA ISLA [83]

Acabo de arribar a nuestra isla,
te lo dije una vez, ¡era verdad!,
bordeada de mar, y entretejida en caracolas.

Me recosté a esperar entre blancos arenales
¡tan desnudo como la brisa!, ¡tan limpio tu rostro!,
y fueron tus ojos en los míos /locura exquisita
que ahondar en mi corazón no pudo
y cerré los ojos, en espera de tu boca.

Vi jugar las olas entre blanca espuma;
ibas y venías con ellas, como un corcel negro,
todo era tierno, la piel, los ojos, los cabellos;
y en esa bella juventud plena en pasiones y ardores,
me dejé enloquecer por tus manos;
mi corazón padecía cerca del tuyo
enredándome entre el paisaje
y flores multicolores.

¡Potro salvaje, corre que te alcanzo!
Mi negro alazán de piel brillante,
verde intenso en la llanura,
rojos encendidos danzan,
y en éste corretear del tiempo
me di cuenta de mi cabellera blanca.

¡Más no importa!… tanto corrí, que al fin
agitada y agotada de amarte,
encontré de nuevo, sobre la inmensa roca,
una isla solitaria, un escarpado…

Tu boca suspirando versos en la mía
y mis manos, desvistiendo sueños,
en pálidas letras sobre una lápida.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto 14/13 


LO MEJOR DE TODO [84]

LO MEJOR DE TODO [84]

Le pregunto al tiempo,
a tu mirada ausente…
Lo adivino en mis manos,
en tus silencios…

Lo mejor de todo
la certeza de una flor;
un pensamiento, una orquídea,
tu boca húmeda, mi amor.

Paseo mis ojos a éste instante
ciertamente es lo mejor,
mi pequeño computador
la hoja en blanco del día.

Y me pregunto la razón,
ese ayer se esfumó, nada puedo hacer,
adivino en mi presente tu cariño
tratando de olvidar el ayer…

¿Fue lo mejor?, ¡sí!,
mis amores de ojos cansados,
mis cielos divinos de tintos calientes,
de mantas abrigadas…

Pero debo adivinar que estoy,
y es maravilloso ver el despertar de una flor,
llegó la señora Carmen, es felicidad verla,
hoy puedo descansar mejor.

Es divino mi hoy, es grato pensar en Dios,
me obligo a doblar las rodillas;
advierto otro ruiseñor en la ventana,
el cantar de mi joven hijo ilusionado.

¡Te amo madre!… /lo acaba de pronunciar
y mi corazón se agiganta,
una cascada de nuevo, la llorona del valle resucita,
una madre eleva una oración, y su aura me anima;
se enredan lirios entre las cometas
hay un brote de azahares,
un perfume se expande y le adivino,
lo mejor de todo acaba de llegar
pero no puedo verla…

Una hoja dorada marchó /era su tiempo
reconozco en el ayer su hermosa voz,
y naciendo ahora entre mis dedos,
un poema para ella.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto 15/13  


PARA TI [85]

PARA TI [85]

Cierra los ojos, regálate un momento,
¿no tienes con quién bailar?, ¡abrázate!...
suele ser la mejor compañía.

Pero si tienes alguien a tu lado para amar,
no te atrases, el tren regresa veloz,
tal vez por ti, por mí...

Abrázame a través de ésta línea invisible,
yo también lo haré,
me rendiré a un imposible amor,
pero no dejaré de soñar...

¡Qué hermosa la música!
Parece poesía sin declamar.

Imagino del ayer tus dulces besos
con sabor a ramitos de limón,
me aferro a mi talle,
creyendo que es el tuyo...

Ama, ¡no te canses de amar!...
Todo envejece menos el alma,
pues se adorna de eternidad
como este amor por ti.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto 15 /13 




NOTA NO ENVIADA [86]

NOTA NO ENVIADA [86]

Hola amigo, ¿te asusté con algo?, sólo busco tu amistad, no prestes atención a mis poemas, siempre alguien está por ahí, y es mi motivo para escribir poesía, no puedo mentir que algunos poemas los hice por ti, eres un hombre interesante y valioso, tienes tu vida, yo la mía, pero solemos buscar compañía y éste medio es hermoso.

No te espanten mis locuras, al contrario, ¡relájate!, podrías sonreír y estar menos estresado. Un hombre como tú, no bajaría el rostro hacia una mujer como yo, y eso lo tengo muy claro, la juventud siempre estará primero.

Pero una mujer como yo, sí levantaría el rostro por alguien como tú, y esto también lo tengo muy claro.

Un abrazo y normal como siempre.

Te dejo algo de música linda para hoy.

No respondas si no deseas. Que tengas el más bello de tus días. Y en éste momento tan hermoso, recuerda que he puesto mis ojos en ti, sin importar si volteas a verme.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto 15/13





LA NIÑA DE LOS IRIS/A Erika Odette [87]


LA NIÑA DE LOS IRIS/A Erika Odette [87]

Campante la niña Érika
parece un ramo de violetas,
y el iris en el cielo irradia sueños
en medio de cantares,
que despaciosos trae el viento.

Arrópate de nardos del campo,
florecerán en el cielo multitudes
cuando las aves de paso regresen
y aniden entre mustios pastizales.

Bella es la vida, a pesar de todo…
¿Recuerdas las nostalgias del ayer?,
todas tus tristezas esfumadas fueron,
todo el dolor parece un mal recuerdo.

Detalla esos ojos, ahí está tu iris tan buscado
entre negros fulgores de brillos de amores,
donde te quedas cada noche
y suspiras versos de miel
entre sus labios.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto 15/13   

MI LADO OSCURO [88]


Bebé de Jessica. Mi Bembis.

MI LADO OSCURO [88]

Tengo un lado oscuro, y tú lo sabes,
muerdo de la manzana prohibida,
me gusta el negro de tu cabello
tus ojos profundos…

Cual hiedra,
me aferro a la roca de tu pecho,
enamorada vivo del sol que miras
de las estrellas que tus ojos adivinan,
y de ese suspiro,
que enajena otros labios.

Ardo como las dunas por tenerte,
¡amado mío!, mi viejo grosero e insolente,
atrevido es amarte a pesar de todo,
pero a pesar de lo mismo, te quiero.

No prohíbas éste loco amor que por ti siento.
Estarás deseando algún día
que alguien como yo, te quiera.

Pero solo pavesas quedan, que se lleva el viento,
y las confundes con los azules de las mareas
y lo atezado de mis pensamientos.


Eres mi lado bruno, por quien peleo;
prohíbo que besen tus labios otras bocas,
le perteneces al brillo de mis ojos,
siendo candil encendido quemando mi carne,
junto a  mis ansias locas de amarte.

Huye de la prisión de mis palabras
pero en cada verso te enredo y apreso.
En la negritud de la noche, tan tuya como mía,
entre la luna de tonos violetas,
las estrellas y el rumor de la cascada,
en todos los destellos del día te busco,
te inmovilizo  y me reencuentro.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, agosto 15/13 

CUANDO LLEGA EL AMOR/A Jessica Santos Rueda [89]


Mi sobrina Jessica/Jeyder.


CUANDO LLEGA EL AMOR/A Jessica Santos Rueda [89]

Cuando el amor llega
es cual trino de ruiseñor;
se queda, nos atrapa,
siendo abeja entre la miel
y luz en medio del cantor.

Cuando el amor llega
es igual que el sol naciente,
¡ilumina todo!, ¡resplandece todo!
¡entibia todo!...

Cuando el amor llega
los ojos tienen brillo permanente,
los labios una sonrisa
que pareciera reventar en llanto.

Cuando el amor llega
todo es vida, es ilusión,
los jardines se valoran
una mariposa tiene sentido
si besa una flor.

Cuando el amor llega
pareciera quedarse para siempre;
una copia se refleja en nuestro interior
y una luna nueva,
palpita en nuestro vientre.

Cuando el amor llega
se vuelven negros los pezones,
brotan dulces manantiales de los pechos
donde la vida se crece,
y el alma justifica su motivo.

Cuando el amor llega
todo se comparte, hasta el dolor,
no hay mezquindad ni engaño
y lo vivido vale la pena.

Hasta la congoja se vale
pues son para dos,
hasta las flores blancas
si una oración es enredada
en medio de dos cuerpos
al caer la tarde.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, agosto 15/13 

SIN TEMOR [90]

SIN TEMOR [90]

Sobre la roca espero,
no hay mal tiempo
nada me detiene,
y entre las olas te veo,
dejando suspiros en las rocas
y trayendo sones blancos
en el cantar de las gaviotas.

Desnuda mi corazón
mis ojos hacia tu atardecer,
mi vida en el pintado paisaje
doblando las rodillas,
declamando versos a mi Señor,
agradecida por la voz del bosque,
complacida con las pequeñas estrellas
que van y vienen, bajo las aguas del mar.

No temo porque estás aquí…
No hay huracán ni daga con doble filo,
tu mano atrapa la espada que me hiere,
tu mano me regala cada flor, a pesar del verano,
tu mano abona todas las perlas del cielo
para que me conmueva ante tu rostro invisible,
y escuche el tambor lejano de tu corazón
que rebota con las olas,
cuando juguetonas van y vienen,
sobre el inmenso y profundo azul.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, agosto 15/13 

RÚSTICOS [91]

RÚSTICOS [91]

Colecciono imágenes de María,
escapularios y rosarios de perlas;
y en mi rincón de olvidadas esencias,
pernoctan trozos de mi pálida vida.

Una mesa pequeña
guarda un viejo amor
que marchó,
cuando en primavera,
lirios de colores vistieron el día,
y él desnudó sus brazos en mis noches.

Tengo un arrume de harapos,
ayer, bellos trajes de quinceañera.
Guardo sendas viajeras en mis manos
que se quedaron también en mis ojeras.

Soy el rincón olvidado del tiempo
¿En dónde estás Dios?...
Hace mucho que no veo sus ojos,
las siemprevivas
que anidaron en mi vientre
y marcharon desde siempre,
para dejar un nicho con olores
donde el orín me acompaña y no miente.

¡Mírame! tengo tus ocelos encendidos,
mi boca también fue pétalo de rosa,
mis manos, de niña hambrienta de amor,
que desnudaron trajes de seda
y blanquearon los ojos de pasión.

También danzaron mis pies, antiguos sones, 
entre cantares con sabor a caña.
Ante un suspiro doblé las rodillas,
y cuando penetró la mies de la esperanza,
bendije vivir, para santificar la muerte.

¡Ven un momento!… ¡no te alejes tanto!
Presiento palidecer mi rostro entre oscuras sábanas,
huele a flores mi estancia si veo hacia la ventana,
y un asomo de lluvia,
brota desde mis párpados.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, agosto 15/13