miércoles, 6 de febrero de 2013

ME GUSTAS [72]

ME GUSTAS [72]

¡Qué bonito es verte!,
lindo saber que estás,
hermoso disfrutar mi soledad contigo,
escribiendo versos para alguien
aunque tal vez ni adivines,
que son para ti.

Mi día es cuadrado, todos son así,
pero busco en las sombras un recuerdo,
cosas que valieron la pena,
echar al fuego las  que me dolieron,
descubrir que no todos fueron mis amigos;
que mis enemigos siempre estuvieron,
ni el tiempo ni las experiencias los cambiaron.

Pero mi hoy es ahora y debo permanecer de pie
con ese temor a lo incierto del camino,
y esa esperanza de que todo termine.

Buscaré en un muro en blanco, tu nombre
para decirte que el amor no muere
sino que las personas cambian,
tanto, que temo me desconozcas,
cuando pases por mi lado.

De aquéllos sueños del ayer, nada queda,
mi cometa ha volado aprisa,
en éste segundo de luz que asoma, prestado,
una esperanza tiñe mi rostro de púrpuras,
el  corazón es  burbuja en una ola,
que explota  al  pensar en ti.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, febrero 6/13

DE TUS LABIOS [73]

DE TUS LABIOS [73]

De ahí me prendo amor mío
para crear un verso,
para implorar un “te quiero”
aunque lejos te encuentres.

De ti cariño, de tus labios,
eres durazno maduro,
pareces uva morena,
mi  collar de perlas
que amanecidas en mis ojos
sobre tu cuello se pierden.

De tus manos alocadas advierto
un masaje de olas bulliciosas,
gemido cuando el acantilado despierta,
si la caracola duerme
y despierta a mi lado…

De tu piel en la mía,
no hay silencios
amarte sin medida,
tal vez…
¡Si acaso me adviertes!

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, febrero 6/13

MAULLANDO [74]

MAULLANDO [74]

Me deslizo sobre tu piel, soy una gata,

huelo tus esencias a lavanda,
¿mis chillidos no escuchas?



Paso la noche en vela esperando tu respuesta
pero huyes con tu maullido endemoniado
y te presentas ante mis ojos arañado,
raído, pareces un trapo viejo;
dejándole a mi vida tus despojos.


Te veo pasar  fuerte y vanidoso.
Aprisa sobre tejados  ajenos
comes de todo sin temor,
y llegas orgulloso,
con tu sonrisa nueva,
maullando en espera de mi amor.

Como una gata  veo la luna,
apacible y calmada…
Me entretengo con el perfume que trae el viento.

Es cálido soñar en otros brazos
mientras mi amor por ti
de a poco está muriendo.

Y en otra tarde
cuando mis ojos ya no alumbren;
sabrás que maullé por muchos años,
que un sinsabor de amargos en la boca
me encontró otros labios besando,
y en otro tejado amaneciendo.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 6/13