martes, 18 de junio de 2013

DESDE MI VENTANA (55)


DESDE MI VENTANA [55]

¡Qué triste cuando mengua el día!
Inicia la noche y viene la fantasía
al creer que estamos vivos, o lo soñamos.

De agridulces se compone,
de sales marinas se llenan nuestros ojos.

Ayer, es una palabra triste,
mañana… ¿será que existe?

¿Qué detallé hoy?
Sólo vagas miradas insolentes,
latigazos que van y vienen
sin creerme, de paso, inocente.

Y arriba la noche…
¿Será que estaré despierta para verte?
¿O llegarán de nuevo tus espadas
al no aceptar que ante una dama,
has de mermar tus rabias
y de paso tu odio en la mirada?

Pero eres igual que muchos,
pocos aceptan sus embarradas,
tantos como tú, de vanidades vive,
sin comprender que sin Dios,
no somos nada.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, junio 17/13 



AQUÍ VOY (56)

AQUÍ VOY [56]

¡Ja ja ja!... me ha tocado reír de tus saetas
imaginándote en tus rabias atorado,
como un gran varón
endilgándote en privado.

Buey que de manso nada tiene,
más sí, de toro bien castrado.

Pero  me hacía falta un poema
donde a responder algo pudiera.

Por aquí hay muchos que se arropan
bajo los calores de cualquier pollera.

¡Saca todo lo que tienes!
Demuestra lo que es la poesía.

Como bravo toro embistes, ¡acepto el duelo!
Igual que niño consentido te comportas,
y te dejas callar con cualquier masmelo.

¡Pero aquí no hay miedo!
A responder me atengo ante tus versos.

Quien tiene limpia la conciencia
levanta el rostro airoso,
para esperar de tus labios próxima estocada
y soltar sonora carcajada.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, junio 18/13 


UN HOMBRE (57)


UN HOMBRE [57]

Un hombre que acepte que se equivocó,
que no se encapriche de sus labios
como de la miel los colibríes.

Me gusta un hombre que no mienta,
que sea tan varón como un lirio en el valle,
que perfume sin el vicio del ardor
pues todas somos madres.

Un hombre que no denigre de una mujer.
¡Qué gran hombre, aquél que de suerte me tocó!:
Un padre de cálidos ojos negros
que a mi madre algunas veces engañó
pero su devoción por ella
jamás mermó.


Pero sí, al fin y al cabo hombre,
pues de su voluntad la fiebre y el calor.

Allí donde la pasión los vuelve machos
siendo cabros saltadores,
que entre alambradas de potreros oxidados
su gran hombría se quedó.

Que se calle cuando deba hacerlo.
¿Una mujer al fin es su rival?
¿Por una mujer siente tanto odio?
¿No fue una mujer quien lo parió?

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, julio 18/13 



PALABROTAS (58)

PALABROTAS [58]

Bien amigos, el día inició precioso, me di cuenta que somos volubles y cambiantes, que podemos hoy ser blancos y mañana negros, que podemos estar vivos hoy, mañana muertos, pero de lo último tal vez ni nos enteremos.

Lo que sí es cierto, es que ha sido un día maravilloso, que no tengo odio en mi corazón como dice culi cagado, eso es falso, ni tengo envidia tampoco, la verdad él la sabe y yo también, entonces estamos a mano y  no puedo decir que no me dolió lo que hizo, pero lo que más me pone como una mapaná, es que se crea santo, ¡no señor!, las cagó y bien cagada, entonces ahora no se haga el machazo y asuma sus asuntos como un varón, y ya, punto y aparte.

No olvides que mi amistad era sincera, pero la cambiaste por una falda, igual una falda siempre está por ahí, pero la amistad no tiene precio, por nada se puede cambiar, vale más que los ojos, más que una llama encendida, y no le diste valor a mi cariño sincero, sino que a la primer movida de una cintura, y a las primeras palabras zalameras como todo macho, para hacerte valer y que vieran que eras un gran varón, a todo dar, la embarraste, pero ya... todo pasó, y las huellas se borran con la brisa, fueron plantadas en la arena.

Escribo por escribir, para que nadie se tome como personal las bobadas que dejo aquí o allá, me gusta dejar letras de cal y canto, mientras pasa el vendaval de la vida.

Un abrazo y mis cariños siempre para todos y para CC: ¡Coja juicio!, ¿ya vio en donde están sus hijos?... Amárrese los pantalones en el puesto y revise a ver si la marrana puso huevo, porque al descuido, los puede empollar un gallinosaurio...

¡Qué divina mujer soy cuando me lo propongo!
¡Me fui!, tengo una invitación deliciosa a comer helado, y no la puedo perder por nada del mundo, me encantan de maracuyá, los ácidos, sin leche, naturales.

Mírate al espejo, te pareces a mi propia sombra.


Raquel  Rueda Bohórquez
18 6 13

¡CORRE! (59)


¡CORRE! [59]

Aprende del mar su desnudez,
del sol, de las estrellas,
de la mirada de un niño su calidez,
de los labios de una madre sus cariños.

Reprende a tu corazón altanero,
descubre del ayer las sonrisas
y de la mariposa sus andadas.

Las encontraron amanecidas viendo al cielo
cuando el astro rey
entre las montañas despertaba.

¡Corre!... Desnúdate en el mar que Él te abriga.
No ocultarás el bramador canto de las olas.
Del cielo es la verdad que parece oculta,
bajo el sol, ni una mentira, ni una llaga.

Deja brille la bondad que has olvidado.
Te creí mejor que muchos… que todos,
pero al vaivén de la desnudez de una hembra,
¡qué bien sacaste a relucir tus dagas!

No es odio, no es envidia…
Promulga tu lengua lo que no tiene el corazón.

¡Qué triste a ratos es caminar descalzos!
¡Pero qué mágico es detallar un cardo bajo el sol!

Entre las dunas una fuerza implacable,
que desde su corazón poderoso e incansable
brota de su interior ardiente, las más bellas flores,
que iluminan los ojos al verlas crecer
con gracia y donaire,
con tan brillantes colores.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, julio 18/13




EL LIBRO FLACO (60)

EL LIBRO FLACO [60]

¿Sabían, que por cada mujer
que llora una pérdida,
hay un niño en un vientre,
y una estrella
que brilla en el firmamento?

¿Sabían que por cada pavo
puede haber muchas pavitas?

Es un altanero para amar,
pues las pisotea
y a ellas les gusta.

¿Sabían que un huevo
contiene el misterio de la vida?...

 No importa la clase de huevo o huevones
como los de avestruz,
pero ahí está muy claro:
Yema, clara, cáscara...
Padre, Hijo, Espíritu Santo.

No debemos tomar como ciertas
las falsedades de otros.

Hay personas que mienten tanto,
que terminan creyendo
sus propias mentiras.

¿Y sabían que los jueces no son tales?...
Muchos juzgan sin saber,
y así mismo condenan al inocente.

El único juez que no se equivoca,
es el tiempo,
y el tiempo es de Dios.

¿Sabían que por cada santa como yo,
hay una santurrona?

¿Y que por cada demonio como yo,
hay un diablo de cachos curvos,
y una mujer en medio?

¡Qué sabia amanecí hoy!...
Y no me creo la gran dama del universo, ¡jajaja!
¡Ni más faltaba!, clara como el agua.

A mí que no me vengan con vainas raras,
porque en mi tierra
picamos el agua a machete.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, junio 18/13

COLIBRÍ (61)


COLIBRÍ [61]

¡Qué flor más coqueta y bella!
El colibrí pasa de rama en rama,
con sus amores me inflama;
mientras en un batir de sus alas
se aleja raudo,
dejándolas a todas enamoradas.

De mañana lo veo pasar
siendo un rayo sobre el estero.
En su pico lleva dulces cariños
a ese amor que tanto quiero.

Y en las noches de callada luna,
sobre un acolchado nido de blancas nieves;
cierra los ojos mi esmeralda alada,
para morir sobre perlas pálidas.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, julio 18/13 


QUISIERA (62)


QUISIERA [62]

Quisiera como el mar
arrollarme sobre tu altanero cuello;
desgastar la roca de tu corazón,
para que no mientas.

Quisiera que te vieras
en el espejo de las aguas de un lago,
para que bajes el tono a tus arrogancias
y puedas doblar apacible el cuello
para matar tus insolencias.

Quisiera del ayer una reunión de  carcajadas,
pero todo se las llevó el viento
y no regresarán, ese es mi tormento.

¡Qué triste es la amistad
si la vanidad entorpece las alegrías,
y llega como un huracán la mala mujer,
y al hombre pervierte!

Quisiera poder mentir, pero lo siento…
Esclava de mis palabras seré por siempre,
donde la víbora enrolla su cuerpo,
no es castigo ni maldad,
ella también siente necesidad,
y habita con hambre de tu amor ausente.

Quisiera que el ayer
regresara sin las oscuras sombras…

Al hombre lo pervierte la pasión bajo las enaguas,
la franca amistad se enturbia con aguas de cloacas,
que se vierten al mar sin lástima.

Quisiera de las olas su transparente fuerza,
de las espumas silenciosas, su voz pausada;
pero ellas llegan y con velocidad se alejan
para morir bajo las arenas de la playa.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, junio 18/13

A ESE AMIGO (63)


A ESE AMIGO [63]

¡Ya deja la bronca!, la verdad, no comprendo de tu odio, ni de todas las cosas que dices, todo por una pluma cagada...

Cuántas carcajadas se robó el día y la noche, acepta que también te equivocaste y que ahora sólo pretendes hacerte el gallo bravo, pero eres tan solo un pollito.

Arrópate bajo las alas de la garza blanca, pero no mientas...
Por aquí no hay odio ni hay mentira, hay dolor...

¿A quién le gustaría que sus cosas privadas se divulgaran?...
Se unieron para reír de mí, pero la mascarada cayó, y eso es lo que duele tanto.

¡Qué fácil aflojan la lengua los hombres por una mujer!

No vuelvas a engañar a una persona que entrega sincera amistad, no disfraces con palabras bonitas la mentira, porque los dos sabemos que te equivocaste, pero no por esto te odio, en mi corazón no cabe el odio.

Te invito a que cojas la pluma que tanto dolor te dio que te quitaran, y la pegues con una sonrisa, en vez de alimentar tu rabia, porque es de allá de tu corazón donde la descubro, y te ayudan bastante.

¡No señor!, cuando entrego cariño y respeto es completo, nunca divulgaría una sola de nuestras palabras de amistad, y menos a una mujer, a nadie, pero no te sientas seguro de lo que es tan efímero.

Deja ya de hacerte la víctima, que  a quien tienen con la soga al cuello es a otra...

En vez de alimentar lo que yo no tengo, revisa bien, porque fue por obra de Dios que copiaste y pegaste dos veces mis charlas para enviarlas a tu polla de turno en mi propia bandeja de plata.

¡Así que coge juicio y te pones los huevos en el puesto ya!, madura y deja de hacerte el niño bonito, mejor cuida de tus tres pollitos que necesitan de tu amor completo, no descuides sus andares por andar de CC.

Un abrazo, y sé que esto no te causará ninguna sonrisa, pero a mí sí...

Y a esa doña, que no se las crea mucha vaina que  la máscara cayó, y que también se ajuicie, que ya está como yo, bien madurita.

CÓPIESE, FÍRMESE, LÁCRESE

LA ALCALDESA

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, mayo 18/13