domingo, 17 de febrero de 2013

UNA VOZ EN SUEÑOS [32]

UNA VOZ EN SUEÑOS [32]

No  hay grito más fuerte que el silencio,
ni voz más abrumadora que la muerte.

Soñé  estas palabras ayer, y las escribí, ¿quién me las dijo?,
no lo sé, pero ciertamente hay algo más allá de nosotros mismos,
la conciencia grita, Dios escucha, y la fosa nos espera.

¡Grita voz de la conciencia!
Callan sus palabras que son mentirosas,
tal vez lo que ayer fue una rosa
hoy trata de herir con sus espinas.

No he sido santo de la devoción de otros
y te dejaste enredar por la hiedra,
no me has dejado salir de mi tumba
que es la blanca pared que me encierra.

Hay un tiempo para sembrar,
y has arrancado,
un tiempo para herir,
y bien lo haces,
un tiempo para amar,
y en abundancia lo has hecho,
un tiempo para el perdón,
y lo has  olvidado.

No levantes tu mano severamente,
el hambre la he sentido yo,
la tristeza ha sido mía;
¿y hasta el derecho a levantarme,
se me niega?

No metas las manos en el fuego por nadie,
no saldrás vencedor,
mejor calla, espera…

Mi dulce amor, tú que lo sabes,
reprende con ternura,
pero enséñales la humildad,
que te llevó hasta la cruz
hasta morir herido por nuestras dagas.

Permite que doble las rodillas
eres tú mi roca fuerte,
y aunque mal  pague quien se niegue a verte,
deja un vaso de la hiel que te hemos dado
para beberla, ¡y llegar a conocerte!

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, febrero 17/13