martes, 11 de diciembre de 2012

MIL POEMAS OSCAR ALFARO. Alfred Asìs (41)



A UN POETA/Oscar Alfaro

Divino poeta que de tus labios un beso
De las palmeras el suspirar que se roba la tarde
De tu lengua el canto de la cigarra
Donde al fin Dios silenció tu cuerpo
Más tus palabras retumban desde las montañas.

El cebadal me habla de dorados brotes
Mágico es el color de la vida
Donde al reverdecer una ilusión hoy,  mañana es sombra
Y en el corazón  del lodazal florecen lotos.

De inventor dejaste plasmadas las sonrisas
Hombre niño de valientes profecías…
Nadie dejará de escuchar  la voz de un mirlo
Pero el tordo renacerá de las cenizas.

Sabio es vivir con una sonrisa de bebé
Y morir siéndolo bajo un roble.
Un verso se volvió canción;
Una oda tiene la voz del tambor
Donde las bocas entonan elegías
Y las manos buscan una ofrenda.

¡Salve poeta  donde muere el desencanto!
Una semilla germina sobre las montañas de Bolivia
Nieves eternas como novias solitarias…
Blancos trajes que bajan desde los cerros
Y en la inmensidad de un nuevo paisaje,
Una dama de falda larga nos recuerda
Que un guanaco  de sedoso traje
Cubre un cuerpo y entibia un  alma.

Aquí en estos paisajes quedó tu verbo
Y tus palabras tañen cada día de escuela
Se deja una sombra navegar por sus laderas,
Un poeta danza, cual duendecillo de colores
Para dejar una bandera roja, amarilla y verde
Donde nunca olvidarán tu nombre.

Raquel  Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 9/12







OSCAR ALFARO/Bolivia

El poeta le cantó a los niños de la patria
A las flores del campo, a los turpiales.
Dijo que el tordo negro era más que el ruiseñor
De todas las aves el mejor compositor.

A un Cristo que se crucifica a diario,
Regaló versos a las viejas madres
A una rana que buscaba un charco
A la brisa presurosa que bajaba desde la montaña.

De madres con azadón en mano
De guerras donde la sangre brotaba
De los manantiales con sabor a hierba
De la luz del sol sobre los trigales.

Tanto dijo de los niños
Los amó como a sus hijos…
De los desvalidos que se roban las esquinas
Y duermen sobre las bancas de los parques
Con los ojos blancos musitando canciones
La panza suspirando de hambre
Y el terror en los labios de dolor y frío.

Resucitan sus versos después de su marcha
Se escucha el son de sus canciones
Una guitarra busca las manos del cantor
Sus cuentos en los labios de una madre
Recuerdan que no ha muerto el profesor
Y un poeta guarda en su corazón, la voz de un niño.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 8/12





A UNA MARIPOSA/Oscar Alfaro

De un lirio blanco la mariposa
En  una encendida violeta se posa y posa
Y al extender las alas al infinito
Va y viene tan feliz la diosa
De traje de seda que cuando el viento
En vez de quebrarla le da sustento.

Y en el ocaso de encendidos matices
Donde los cerros parecen muertos
Viene la vida en tiernas cometas
Con sedosos trajes de marionetas
Que llenan de alegría los jardines
Y de esperanza las tristes horas.

Así la dulce que abrió sus alas
Después de tejer ella misma su propia celda
A un infinito lleno de gracia
Donde feliz vive sus efímeros  momentos
Nos regala un verso escrito en sus alas
Y en su pequeña càrcel  sus pensamientos.

Y al terminar el día… pausada y tranquila
Sobre una roca… o el pavimento…
Extiende las alas mi consentida
Alegre…  como si naciera en otro tiempo
La vemos contenta y primorosa
A pesar de que está muriendo.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 11/12





PALABRITAS 1112 (42)

PALABRITAS 1112 (42)



¿Quién podrá encontrar entre las sombras tu presencia?
¿Quién dirige el camino del navegante?
¿Quién me encuentra desvestida y me arropa?
¿Quién baña mis alas de luz y me acerca a la verdad?
Dime luna vestida de rojos encendidos... ¿quién?

Somos ese maniquí que el tiempo maneja a su antojo
y esa flor que perfuma aún después de ser arrancada. 

A veces creemos que la nieve nos envejece y nos afea
pero descubrimos con los años que ahí es donde realmente se encuentra la juventud, 

pues nuestros ojos llegan a la profundidad de las raíces del tiempo, 
y la sabiduría nos vuelve hermosas.

A sólo un paso me encuentro entre el abismo y la libertad...
Bajo el rostro y una honda queja daña mi alegría,
levanto el rostro y sólo luz y gaviotas pasar...
Debemos reconocer que Dios está en todo, y que su mano a veces parece dura, pero nos asombra ver su obra mágica en el más escondido rincón, 
donde imaginamos que ni la hiedra sobreviviría.
Ven a tocar el violín de mi alma y descubrirás de su interior las más bellas melodías, pero maltrátame y no escucharás esa voz mágica que reposa en mi corazón.
A ratos tenemos más angustias de las que puede nuestro corazón soportar y no detallamos que la providencia cada segundo nos da una mano, sin bajar la mirada, sólo doblando las rodillas.  
Aún en medio de nuestras más grandes tristezas encontraremos la esperanza de una sonrisa, el amor de Dios es infinito y entre las rocas hace florecer los cardos, sus espinas son la protección para quienes anidan bajo su sombra.
Mi princesa ya no está físicamente a mi lado, pero cada vez que detallo una flor en el camino, en su perfume encuentro su esencia y sé que siempre estará conmigo. Te amo madre.

No importa si un instante, no interesa que un segundo...
Puedo cerrar los ojos y volar hacia cualquier jardín
pues el pensamiento es el juguete más bello del que hemos sido dotados 

y con sus alas podemos viajar al infinito.
Creo que la soledad compartida virtualmente ya deja de serlo, 
busco un motivo bajo el sol como decía mi princesa 
y cada segundo lo encuentro, pero ésta bella flor 
me habla de un amor limpio y puro más allá de las estrellas.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 11/12




¡VAMOS A JUGAR! (43)


¡VAMOS A JUGAR! (43)

Ya no quiero Nintendo
Ya no quiero celular
Me gustaría mejor una ronda
Para reír con mi mamá.

No quiero juguetes caros
Porque ensucian el planeta,
Jugaré con un tronco con llantas
Imaginando una bicicleta.

Ya no quiero ir a circo
Porque allá maltratan a los animales
Mejor iré a la finca del tío
Y jugaré con los faisanes.

Vamos todos a jugar
A que amamos el planeta
Sembraremos muchos robles
Cedros y ceibas.

Vamos todos a jugar
A que somos niños buenos
No seguiremos dañando
A las aves con las hondas
Ni con cárceles a los mochuelos.


Y cada uno va repitiendo:
¿Qué deseo cambiar en el mundo?

¿Cómo dice Andrés?
¿Cómo dice Myriam?
¿Cómo dice Humbert?
¿Cómo Benjamin?

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 11/12









DE SAPITOS (44)




DE SAPITOS (44)

Un sapito en su laguna
Una ranita en su flor
Una garza en el camino
Un beso para vos. 



¡Vamos sapitos a bailar!
Hay luna llena y quiero amar.

Una ranita de colores me hace guiños
Y me antojo de sus ojos lindos.

Entre cantos y sonrisas llegan navidades
Croan en los charcos las ranas
Las aves entonan repetidas melodías
Como si el año viejo 
Nada les hubiera enseñado.

Versos llenos de esperanza
Sueños de amor y paz,
Pero muchas barrigas vacías
Ruegan un pedazo de queso
De ese que ven en el cielo
Cual redonda luna
Que les sirve de consuelo.

Vamos sapitos vamos…
La esquina nueva nos espera
Habrá estrellas fugaces
A quienes rogaremos
Cobijo bajo un árbol
O un pedacito de cielo.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 11/12/12

RANITA QUIERE TANGO (45)

RANITA QUIERE TANGO (45)



Ranita salta de rama en rama
Croa desde que amanece
Y en su pequeño estanque
Hace lo que le apetece.


Se escucha un tango…

Ranita se vuelve loca
Salta de flor en flor
Y de a poco las deshoja.



¡Vida! –Canta ranita-

Si estuviera Gardel ,
Si estuviera Cacho Castaña
Si Roberto Lamas…
No estaría aquí danzando sola
Quebrando mis patitas entre las ramas.



Acércate preciosa doncella

Y te haré ver las estrellas
Danzaremos el baile del sapo
Que si te descuidas un tantito
Un cruce  te saco.


Vete a enamorar a tu charco

Sapo feo y antojoso
No ves que cuando bailo sola
¿Lo hago más sabroso?



El sapo se fue humillado

Soplado como un globo
Y de buche fue a caer
A donde pastaba el lobo.



La ranita continuó:

¡Qué rico se baila sola
Me esconderé pronto en mi charco
Antes que llegue otro sapo
Y me haga bailar la marisola!



Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, diciembre 11/12



ENTRE RANITAS (46)






ENTRE RANITAS (46)



¡Croac! …dijo la rana flecha amarilla.


¡Roac!, respondió el sapo panzón.


¿Será que la reina da un paseo conmigo?


¡No quiero! 
¡Eres muy barrigón!


Pasaba cantando un jilguero

Y el sapo salió otra vez:


Tienes boca de lucero,
¿Te puedo besar también?



¡No!... tú no me gustas, 
Eres muy jetón.



En cambio soy muy linda

Y me gusta un ranito 
De color azul y blanco
Y ojos de tiburón.



¡Buag! ¡Qué feo!



Yo soy elegante y bribón,

Como cuanta sabandija,
Y ese en cambio, sólo traga,
uno que otro moscardón.




¡Je je! –ríe ranita-

Y empieza a cantar.


Desde una flor le invitan
A comer huevos de hormigas
Y de un salto se desperdiga
Dejando solo al sapo buchón.



Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, diciembre 11/12

RANITAS (47)

Fotografìa: Marly Carolina Cepeda RuedaAlemania/11




RANITAS (47)

Una sapito de chocolate
Su rabito bate y bate
Busca un lucero sobre tu huerto
Pero viene una garza y lo deja tuerto.



Unas ranitas de dos en dos
Danzan a la luna y hacen el amor
Botan espumitas que nadan a babor
Pero viene un caimán y las destruyó.

Buscan la laguna del colibrí
Y en una flor de loto se ponen a cantar
Pero llega un sapo y allí anidó
Y  flor de loto se entristeció...

Buscan una bromelia de rojo color
En su tallo se esconden y hacen el amor
¡Vamos niños vamos… ¡súbete a mi tren
Daremos un paseo y nos irá muy bien!

Los renacuajitos de negro vestido
Se fueron a otro charco a jugar
Y las ranitas se perdieron otra vez
Pero cuando llegue la luna 
Las escucharemos cantar 
Al derecho y al revés. 

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 10/12