jueves, 20 de junio de 2013

¡DANZA! (43)


¡DANZA! [43]

A pesar de las espinas de cada día, la vida es bella,
es el regalo más valioso que tienes,
no permitas que tus pies se queden quietos
ponte las zapatillas doradas…
¡Qué nada te enrede!

¡Danza!...
Aunque se quiebre de dolor tu corazón,
aunque un rayo fulmine tus esperanzas,
advierte lo mágico que brilla el sol.

¡Danza!...
Empieza ya, escucha,
Ponte el vestido de pepas rojas,
Suena música española que tanto te gusta,
levanta tus manos y da gloria a Dios, respira profundo;
aguanta el aire en tus pulmones;
empieza a mover tu cuerpo
como una garza de alas abiertas
que vuela solitaria en el desierto.

¡Danza!... Siempre debes hacerlo…
Aunque no tengas piernas,
aunque sin manos, aunque sin voz.

Escucha, en el silencio recóndito de tu alma
en esa callada paloma blanca que marchará alguna vez
hay música, fantasía de trajes pálidos,
de sedas escarlata donde los amores esconden
sueños dorados, aunque parezcan de plata.

¡Danza!...
Como una nena, no dejes de hacerlo.
Envejecen los cerros, ¡pero tu corazón es de niña!
Eres un bebé que lastiman los malos momentos
pero que al danzar con los ojos cerrados,
sus carcajadas se las lleva el viento
y el dolor se transforma en un mal sueño.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, junio 20/13




TE ESPERO (44)


TE ESPERO [44]

Al iniciar el día, sobre la misma banca de siempre,
donde un roble murió, para que otros descansen
y mi corazón en una cometa al viento, te busca.

Te espero al rayar el día… he advertido la oscuridad plena,
he buscado  la luz del sol entre enmarañados bosques
pero continúa la vieja, en el mismo silencio,
en la misma espera…

En donde te encuentres ahora
te persigue mi sombra…

Rayo de altanera ante la neblina
para convertir mis tristezas en alegrías,
y al despuntar el sol en mi nuevo día,
¡magia!... es fantasía la vida y también los sueños.

Pero la vieja necia te sigue esperando
en la misma banca de madera
viendo hacia el horizonte que trae mi calma,
entre azules aguas y nubes viajeras.


Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, junio 20/13 

BRINDO (45)

BRINDO [45]

Por un amor sincero, sin espinas ni falsedad.
Un anillo es sólo un símbolo de la cruel vanidad
y las cadenas que imponen pecados mortales,
infernales venenos de religiones amañadas
donde la verdad solamente viene de Dios,
y Dios es todo lo que ven tus ojos a tu alrededor.

Por esos amigos de siempre…
Los que están en las buenas y en las malas,
no los que trae una leve corriente
y se pierden con las marejadas.

De amigos decía mi madre:
“el ombligo, de hermanos, mis manos”.

Pero ante crueles refranes que muestran certeza
al pasar el tiempo, ¡cuánta liviandad, cuánta pavesa!
Tanta mentira termina creyéndose
y una perversa mujer distancia, corrompe.

De ayer, copas llenas de vino rico en amores,
pero se pierden en sus vanas ilusiones.

Por mi princesa, pues no puedo dormir…
Un calor extraño, ¡mira bruja que son las tres!
Sin escoba me levanto, miro hacia mi ventana abierta,
la oscuridad es plena, y aún brilla una que otra estrella,
sin escuchar un gallo cantor pues todos los odian,
ni el trino de un ave sobre mi precioso árbol,
ni la esperanza de un ruiseñor sobre mi ventana abierta.

Pero ahora, un casi ladrón de esos que nos despiertan aprisa,
pesadillas que vivimos con cada día que pasa.
Poco se conoce el alma del hombre
que sólo quita y pone a quien le conviene,
para tratar como basura a quien en verdad lo quiere.

Pero nada ha pasado, el tiempo, juez y verdugo,
me dará la razón como tantas veces…

No habrá odios ni resentimientos
ni estaré como claman sus versos,
con mi dolor, encorvada como bruja malvada,
pues de tanto que va y viene,
de mi vida un dueño me protege
y un ángel me persigue.

 Raquel Rueda Bohórquez 

Barranquilla, junio 20/13 




PERLAS (46)


PERLAS [46]

De la fuerza del mar
un pequeño grano en su alma,
una concha de nácar, silenciosa, callada,
se oculta muda bajo las rocas.

Del tiempo le viene su fuerza…
De su experiencia en el mar su imponencia,
del amor de Dios que se oculta en su alma
nacen después de algún tiempo
bellas perlas blancas a quien lega su belleza.

¡No las entregues a nadie!
A quien no lo merece no des tus amores,
vales mucho más de lo que otros creen
para quedarte colgada de un cuello,
si más adelante verás sus horrores.

Y en el mar,
la callada perla
buscando el tesoro que habita en la sombra,
tal vez algún navegante en silencio la busque,
y se pierda con él entre fuego de pieles
en la enorme distancia.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, junio 20/13 




NAVEGANDO (47)


NAVEGANDO [47]

Dejaré que se hunda la barca
o que cruce hacia su destino.

Me quedaré viendo el brillo de las olas pequeñas
que con la brisa van y vienen.

Alguien me dijo: “mira hacia donde los relojes”,
allí los sabios marcaron escapularios a María
y Dios es la primera letra del alfabeto.

Entonces, con gran alegría divisé un bigote,
me enternecí con tus ojos negros,
pero distantes de mi corazón vieron hacia otro lado,
para quedarme sobre la roca, 
vencida y doliente.

Si no ves hacia ese muro
divisa hacia donde crecen cascadas,
bajan sobre la cuesta,
muestran sus inmensas faldas blancas
entre espumas que van con la brisa
también van sus brillos,
que estremecen a las más hermosas flores aladas.

¡Creo que sí!… dejaré que se hunda mi barca,
permitiré a mis ojos divisar otro cielo más azul
donde la morenita pintada en un lago, parezca de tul.

De rodillas tal vez, o con mis pies desnudos,
dejaré que los anillos de plata besen mis dedos;
tomaré pequeñas golondrinas que anidan en las rocas
y las dejaré volar con mis dulces sueños.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, junio 19/13 




SUEÑOS DE CRISTAL (48)

SUEÑOS DE CRISTAL [48]

Sobre una copa de cristal quedan los sueños,
idas y venidas en la vida, buscando la felicidad,
y muchas veces anhelamos lo que ya tenemos.

Ser feliz o no serlo depende de mí...
Me he dado cuenta un poco tarde,
pero buscaba entre los cardos del camino
cuando tenía hermosas flores en mi jardín.

Un vencejo de nuevo, adoro su historia
tejiendo con su saliva un pequeño nido perlado
para que su sombra se copiara sobre una roca,
y un amanecer pintara un iris añorado.

Llegan en desbandada, cada uno a su nicho,
en mi corazón los suspiros del alba te recuerdan,
para quedar prisionera entre tu pecho,
tal vez en un mañana donde estés como yo,
tan solitario en un nido desecho.

Queda sobre la mesa el perfume del ayer,
pintadas las uñas de nácar, tu mano, la mía…
La sonrisa evocadora del momento
guardada en el baúl de los recuerdos.

Y pasa el tiempo…
Se han vuelto fruto las flores,
las semillas son pocas,
pero serán abundancia.

Aquí donde el amor escasea
brillan los diamantes.

Sobre una copa ayer vacía,
palpitan estrellas
¡que caen de mis ojos!

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, junio 19/13 


¿QUÉ TIENES MI REINA? (49)

¿QUÉ TIENES MI REINA? [49]

Por andar ocupada, te había olvidado,
más en mis andares de gitanilla
desnuda mi alma ante tu mirada,
te busco en la sombra,
en mi pared colgada.

¿Qué tienes mi reina?
De blancos brillantes diviso tu aura,
tus ojos de verdores apacibles
se pintan de lago
con tus rosas blancas.

Mientras aquí buscando dolores,
pasando tristezas, en vez de arrullarme contigo
recordando del ayer tus amores ,
y el regazo donde tantas veces consolabas
uno que otro incontenible llanto y mis dolores.

Tu presencia es triste.
¿No decían acaso que allá estaba Dios?
Si en este pequeño infierno ya ni aparece,
se vencen mis ojos al no ver los tuyos
desperdiciando mi tiempo
con quien no lo merece.

Te busco en la perdida ausencia de tu sombra,
te añoro bajo el pequeño árbol de guanábana
con el radio y las notas añejas,
el café caliente, tus arrugadas manos.

¿Qué tienes mi reina?
¿Acaso también conmigo andas enojada?
Es que por amar, a veces también nos castigan,
es el duro mundo que nos toca a ratos,
mientras vagamos por ahí como niñas heridas.

Espérame un rato, tan solo un poco…
Abriré tu libro negro en aquéllos salmos
tal vez el 23, el 91,
el que me indiques como hacíamos antes,
adivinando en el estero de nuestras penas
la palabra de alivio que otros dejaron.

Raquel Rueda Bohórquez 

Barranquilla, junio 19/13