viernes, 27 de julio de 2012

PESCANDO

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PESCANDO/A Julio Cesar Rueda

Sus manos tostadas, sus ojos hambrientos
soñando un plato con una tajada de plátano
más del mar llegaban los chicos que aún no habían vivido
los grandes se los llevaban aquéllos que todo lo tenían...

Las redes llegaron vacías...
los niños de pequeñas alas, querían volar de ahí...
sus miedos los sentía con solo ver la imagen
mientras otros niños, que como ellos vestidos de sol ardiente
los miraban con el ansia del sobreviviente.

¡Vamos... camino arriba...!
allá sobre las montañas de la sierra...
allí donde nace el sol en los amaneceres
y donde el ocaso nos roba su divina luz...

¡Marchemos! -gritaron todos-
dejemos la red tendida sobre las rocas fuertes...
verán la sorpresa de mañana...
cuando lleguen aquéllos, que nos roban hasta el hambre
ya veremos que no encontrarán ni sus sueños navegar sobre las olas.

Y marcharon uno a uno...
no había nostalgia en sus miradas...
con gran asombro los miro y de sus labios brotaron
sólo palabras de júbilo -¡¡arriba si... arriba!! -se animaban-
se tomaron de la mano con la fuerza que quedaba...
arriaron la mula con sus aperos... allá cerca a los nevados,
desde donde cierta mañana airoso salió el sol...
dibujando sus pieles de oro negro, y sus labios de diamantes.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, julio 9/12

EL INGENIERO 2


EL CAMINANTE


Comiendo Pez Espada.

EN EL ESPEJO


¡NO SÉ QUE ME PASA!/a Khalil Farach


NO SÉ QUE ME PASA /A KHALIL FARACH


No sé que me pasa
que cuando lo miro algo me abrasa...
¿Será el fuego del horno?... ¿será su mostacho?
¿Será su mirada?... 

¡Yo no lo sé!, 
pero cuando suspiro
ahí está él, con su olor a pino... ¿o será pachulí?
¡Ay ya no sé!, pero se ahoga en mi pecho
su varonil encanto.

Yo no sé lo que pasa
que las ama a todas, y todas lo amamos
aunque sea un viejo zorro, 
un veterano en convertirnos
en dueñas de sus encantos. 


Le preguntaré a Daniel o tal vez a Myriam

pero él tiene su hechizo... ¡y no es pajarilla...!

No sé lo que pasa...
Cuando miro sus ojos brillantes y negros.
Cuando usa pelucas, bigotes tupidos
sortijas de jeques, dromedarios dormidos...

Mejor no digo más
porque me fusilan las lenguas viperinas.
Pero no puedo mentir... algo se siente...
algo se respira si el tipo habla,
cuando sonríe o envía poemas.

Es que nos hace sentir bien
aunque estemos viejas
y por eso no lo peleamos, 
todas lo gozamos
y siempre reímos.

¡No sé lo que pasa con éste turco infiel!...
Pero algo tiene que nos pone locas.
¿Será ese bigote?... ¿serán sus ojazos?
¿o será ese negro tabaco el que invita suspiros?

Mejor me tomo mi tinto caliente;
¡Ahhhh!! no sé qué me pasa...

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, julio 8/12

QUE NO TE QUIERO

QUE NO TE QUIERO

Que digan que no te amé
aunque mi historia cambiaste
que no hubo pasión en lo que entregué
aunque no pueda escribirlo.

Cuántas veces extrañada de tus besos
cuando confiada te dí mi cariño
más la tarde cambió nuestra historia
la de ella, cambiará mañana...

Que alguien diga que no te amé...
tanto que aún recuerdo tus promesas
están ahí con las estrellas, contando una historia
con olor a rosas frescas sobre la mesa.

Qué extraño es el amor cuando se pierde...
tal vez hoy extrañarás mis besos...
o pueda ser que ese era el tuyo
aunque el mío se tallara en las estrellas.

Qué inconsiente es el amor...
que nadie diga que no te amé...
señalan tus labios la mentira
que no digan que no me amaste
cuando sequé tu llanto en juramento
diciendo que tu amor sería eterno.

Más de nuevo...
creo que voltearé la hoja...
he de escribir una historia nueva
donde cuenten de tus labios otros besos
y te digan que como yo... te quisieron.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, julio 8/12

PÚRPURAS

PÚRPURAS/A Marcela Parrao

TE DEJO UNA SONRISA

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Anderson Rueda Lora Q.E.P.D.

TE DEJO UNA SONRISA

Ya mañana lo sabrás
que te dejé mi mejor sonrisa
aunque las que hoy no ves
retornan feliz con la brisa.

Sabrás que estuve ahí
viendo que por mí llorabas
¿el viento frío no te anunció
que por ahí pasaba?

Te dejo cada día un nuevo canto
cuando de tu árbol las hojas caídas
te anunciarán que feliz trinaba
a los amores de mi vida.


Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, julio 8/12

EL SUEÑO DE UN BALÓN


LAVANDA


LAVANDA

Un nuevo día, irrepetible,
más parece que la brisa trae otro cantar
el cielo dibuja un nuevo paisaje
y en mi pecho otro palpitar.

Susurran mis labios un te quiero,
continúan los versos sin parar
y un tequila espera sobre la mesa
una mirada de tus bellos ojos,
añoro no vuelvas a negar.

Se escucha el susurro del mar
y en ellos te envío mis caricias.
Que tu barca no vaya a naufragar
mientras en mi pensamiento existas.

Levanta la gran ola airosa
como caballo al trote,
más cuando la quiero alcanzar
sobre la playa se esconde.

Siento tu voz en mi alcoba
tu rico olor a lavanda,
y en un halo de luz te me pierdes
mientras hueles por toda mi estancia.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, julio 8/12

PASÓ

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PASÓ

Pasó la corriente por la ladera
dejando en su viaje triste un corazón
y sobre sus aguas livianas y frescas
una flor de loto también se murió. 

Pasó la sonrisa de ayer, altanera
pasaron las horas, pasaste mi amor
y un reloj sin tiempo me marca las horas
callado, impasible que causa estupor.

Pasó la gaviota errante y viajera
dejando en su nido una historia de dos
y al paso del aire quedó una quimera
que atora mi pecho por tu vil traición.

Pasaron los años de mucho trabajo
no hubo fuente llena pues ella se secó
tal vez otro día más cerca que lejos
cuente una nueva historia con más ilusión.

Pasaron espinas rondando mis pieles
sangrantes heridas dejó tu puñal
más de nuevo miro y observo en el cielo
tu mástil de fuego y siento dolor.

Pasó la alegría por tristes otoños
donde primaveras también deshojé
y en la falda quedan sólo los recuerdos
de harapos que cuentan que hubo un ayer.

Pasó mi historia como veloz centella
que aún se divisa muy cerca a tu altar
y un ramo de rosas robado a una novia
posado a sus plantas...
implora justicia al Dios redentor.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, julio 8/12

EL CABALLO DEL PATRÓN



LA ESCALERA

LA ESCALERA

Una a una fueron armadas
grada a grada te esperaban
el frío de la roca fuerte
entre flores de colores anunciadas.

Ahí está la escalera
tan ansiada, tan deseada...
subir todos queremos
más pocos la alcanzarán
aún cuando cansados sus pasos
a la cúspide llegarán.

Viene la gloria a su paso...
muchos retornarán
cuando en torpe caída
abajo regresarán...

Más de nuevo te levantas
caminas de nuevo lo andado...
recoges las flores que faltaban
y subirás por sus gradas.

Al llegar a la cúspide
¿Es esto lo que buscabas?
Muchos sentirán desconsuelo
al encontrar la puerta cerrada...

Otros verán todas juntas
las riquezas del alma
tapizadas en estrellas
sones vestidos de auras
sonrisas que lleva el viento
aves engalanadas...

Nadie doblará rodillas
ya todas fueron dobladas
Nadie llorará un ayer
sólo existirá el hoy
y aquí paso a paso seguimos
grada a grada caminamos
tal vez logremos descubrir
su majestuosa mirada.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, julio 7/12

HOY SE CASA SANDRA



ORQUÍDEA NEGRA

ORQUÍDEA NEGRA

La negra orquídea bañada de mar
canto de olas, llanto que enmudece
corazón rojo fuego, pecho a suspirar
quebranto de mis noches que fenece
cuando veo la luna pasar.

Observa la negra lo que el tiempo le robó
los luceros de la noche la escogieron,
la luna plateada le regaló un lucero
y entre la arena un amante, le brindó algún consuelo.

Se ocultó cada mañana...
endulzó los paladares con almíbar de sus manos
de sus senos blanca leche espumosa y clara,
como los sentimientos que se llevó la mañana
el malvado que hurtó, de su niñez la alegría.

La negra navegó...
la gran ola como serpiente marina se la llevó
mecida entre tibia espuma, en orquídea convirtió
y del jardín del pintor es la más bella flor
que sólo cultivan los sabios, que le regalan su amor.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla julio 6/12JU

TU CIELO AZUL


NOVIA TRISTE




ALFARERO

ALFARERO

Como un alfarero me levanto
a donde tu me lleves
amasando el pan de cada día
con la bendición de tus palabras.

Como una madre ruego
dobladas mis rodillas
nada espero si de tí todo lo tengo
nada añoro si mañana seré pasto
pero el trigal aún florecerá si quieres.

Toma la tierra que has dejado entre tus manos
amasa el pan de nuestras pieles
sólo el olor nos nutrirá aunque tengamos hambre
con el calor se ablandará la roca
y con amor se encenderá tu fuego...

Habla con la candidez de una paloma
que en su corazón nunca encontrarás espinas
canta la bella, cuando al parecer llora
y se esconde y en silencio ora.

Toma mi vida mi alfarero...
ármala a tu antojo pues hoy no me resisto
no hablará mi boca, lo que mi corazón esconde
sólo he de tomar lo que tú me dejas.

Transforma éstos corazones indolentes
en frescas vasijas de barro
y entre sus vientres de abonada tierra
florecerán los más perfumados nardos.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, julio 6
/12

GRACIAS



GIRASOLES


Summer in France

LA PUERTA

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LA PUERTA..

Allí quedó silenciosa...
un roble muerto que talló una historia
ella contará cuando asomada te esperaba
y cuando un viaje se anunció temprano.

La puerta recogió mis lágrimas
conoce de una carta que nunca llegó
detrás de ella entre tus brazos me perdía
mientras la callada alcahuete de cada día
enmudeció cada historia de amor.

Aquí pasaron mis años...
no hubo enredadera en su vaivén
no hubo cerrojos ante tus miradas
sólo una cárcel para dos.

La puerta... ella sabe de mis silencios...
conoció de cada noche una luna llena
de cada azul estrellitas de mar...

Ella envejeció conmigo...
y sólo una cerradura vieja
de tu llave penetrar espera...
cuando ya de mis labios ni una oración
y de mi cuerpo ni el calor de un vencejo en primavera.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, julio 7/12

SENDEROS

SENDEROS

He tomado el sendero que me diste
seguí el camino indicado
los amarillos robles en flor
los verdes bañados de azules
donde de tu amor me inspiraba.

Quise de tu mano continuar...
más el destino es el azor que nos dirige
se rompió el encanto con un nuevo día
donde las promesas pronto se olvidaron.

Añoré de tu brazo en compañía
sentada en cualquier rincón mágico
perdida en tus negros ojos
dormida en tu regazo tan amado.

Descubrí que todo es un sueño
como lo anunciado por Segismundo
y como él... sueño que de ti estaba atada
y que como cometa perdida me encuentro,
en otro sueño que navega en un infinito mar
donde aún lo soñado es lo más amado.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, julio 6/12

DANZA DE AMOR



POTRILLO DORADO

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¿QUIÉN ME SANA?

¿QUIÉN ME SANA?

¿Quién me hace vivir tantos años
aquí en medio de mis cerros...
qué cura llega a mi dolido cuerpo
de dónde llega la planta que me alivia
quién me enseñó que estaría ahí
a mi alcance y que mi corazón,
con el aliento de una campana de navidad
regresaría de nuevo?

¿Quién me sostuvo en sus brazos
cuando ya débil y triste me encontraba
y mis rodillas doblé, abiertas mis alas
confiada en tu poder a través de otros,
y ese aliento sobre blancas azucenas
las tornó como el púrpura sobre mis labios?

¿Quién eres tú mi mágico médico
aquél que cuando ya no tengo ánimo
llega vestido de blanca aurora y me hace sonreír?

Ayer te culpamos por la muerte...
hoy te culpamos por la vida...
Mañana, sobre mis cenizas al viento
Te culparán de elevar nuestras cenizas
y convertirlas en certeza sobre un roble florido
con el cantar de un ave entretenida,
que vislumbra de las cascadas los diamantes
y del sol un nuevo arco iris besando el cielo.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, julio 5/12

COMO UN ÁGUILA



MARCAS EN EL ROSTRO


Ya las nieves se obligaron en mí
las líneas de mi rostro me delatan
junto al cansancio de los años
que sólo acosan, sin dejar correr.

Ya mis párpados señalan 
que gota a gota se acabó el rocío
que las comisuras de mis labios
señalan la vejez que viene...

Mis cachetes... ahí están caídos...
con la suerte que nos toca a todos
los que logramos llegar a viejos...
más no importan éstos cambios
sino la alegría de tomar todo lo que llegue
aún con los pies cansados...
aún con la torpeza en la mirada
aún con los cuentos repetidos.

A ratos se olvidan las cosas...
A ratos creemos estar soñando
y mientras vuelan las aves sin detallarlas
nos perdemos de sus cantos leves
con los tormentos que nos dejan los años.

Aquí están todas mis arrugas...
la plenitud del tiempo que nos falta...
están mis manos que aún siembran
tal vez en un desierto extraño...

Aún  como el sembrador que no recoge nada
unas semillas dejaré por ahí...
tal vez el arrogante sol permita que las veas
cuando de los girasoles los pétalos dorados
con un interior mágico que trae miles de flores nuevas
caigan en terreno abonado... y recuerdes 
que estuvo tu mano ahí conmigo...
sin que la percibiera.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, julio 4/12

A DORA MARÍA RUEDA

A/Dora María Rueda

Dora es la  chica que parece un ángel,
digo -parece-, pero le gusta hablar de sexo.
Sus ojos a punto de salir de sus órbitas
cuando se habla de gelatinas, de falos,
de pechos y torsos desnudos.

Pasa sus días viviendo de sueños ajenos,
nunca tuvo los propios...
Su vida siempre entregando a otros
su trabajo sin paga alguna,
su cansancio, atenciones desmedidas
tal vez por sólo un "gracias".

No acata rosarios de buena gana,
ella necesita tiempo para labrar su historia
con una escoba y un trapero en la mano
casi ni sus palabras escuchamos;
-nos parecen tontería- mientras tomamos su tinto
tan caliente y deseado  como su corazón,
adornado de un rostro tímido que teme abrir la boca.

Su nombre es sólo servir...
Nació como las mariposas, para adornar,
para llenar de belleza los jardines de la vida,
para enseñar a todos sobre la humildad,
sobre el valor del servicio a los demás.

¿Acaso alguien ha imaginado 
que una mujer como ella sin pensión
donde pareciera que su trabajo sin valor,
se pierde cada día, esperando de otros sus mendrugos
su enorme labor, que ninguna persona haría 
con la transparencia que hay en su alma,
nunca ha tenido sueños de amor?

Cada día añora marchar.
Está cansada de los golpes de la vida
aunque pareciera ante los ojos ajenos, que está bien,
su corazón anuncia que mañana se irá.
Un gran golpe en su cabeza cada día
donde su boca sabe a sangre
y su pecho tiene el dolor de las despedidas.

La vida no son siquiera las rosas de su huerto,
no es siquiera  la propia,
ni el trapero, ni la escoba, ni la cocina ni el sucio ajeno.
La bondad retratada en su figura encorvada
donde ajenos a sus sentimientos, a veces pasamos,
pareciendo peregrinos en tierra ajena...

Ella con sus manos llenas de amor,
su noble mirada esperando el ocaso de una mano,
un amante silencioso que robe su virginidad a escondidas
mientras tal vez pronuncie la plegaria pendiente
implorando del cielo auxilio.

¡La conozco!,  cada día desea morir,
pero ella tal vez nos vea uno a uno
sin una palabra pronunciar 
dentro de ese cajón de roble o de cativo.

Espero que su jardín esté siempre lleno,
como siempre, con las pequeñas flores rojas,
su altar donde en silencio sin que nadie la vea
arrodillada clama por sus amores;

los que fueron su motivo diario tras un café caliente,
un caldo sencillo servido por sus manos
y un beso abrazado de un: "hasta mañana mi corazón".

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, julio 4/12