lunes, 23 de junio de 2014

EL SACERDOTE DEL AMOR

EL SACERDOTE DEL AMOR

23 de junio de 2014 a la(s) 14:45

No digas nada poeta, sólo entre tú y yo, 
nadie escuchará mis gritos, 
nadie se enterará que estás en oración.

Había una vez un poeta que se la pasaba con su morral a tiro y dejaba a su esposa virtual abandonada.

Cierto día, ella quiso armar un poema para él, pero se disgustó por su atrevimiento, entonces la doncella de casi 100 abriles se puso muy triste, ella sólo pensaba en meses de junio, en días de lluvia, en perlas blancas que bajaran desde el cielo, sólo estaba feliz si el poeta figuraba en cada estrella, en cada roca, en cada sombra copiada en el camino... 

¿Te has ido poeta?, lo buscaba de día y de noche, le enviaba música entre caracoles y ostras, las hojas de palmera conocían de cada mirada suya, fue testigo el sol  y cómplice la luna.

Mi sacerdote del amor, ¿en dónde te has escondido?  Vas y vienes por escarpados caminos, tu sombra aquí o allá me la roban las rocas, se queda prisionera entre barrotes oscuros copiados en viejas paredes, pero  de ti, de  tus negros ojos, no queda nada.

Una hormiga era como su negra sombra, y con él sorbían pedacitos de sol en cucharas de plata, salían y se amaban bajo los árboles más inmensos, pero a la esposa virtual nada le daba.

Decidió que lo olvidaría, que no escribiría más versos de amores, que dejaría la dulzaina de lado, el jarrón florecido imaginado sobre una mesa también imaginada de cristal de seda. ¡Eso no existe!, gritó desde un espacio desconocido, un algo que no tenía rostro: ¿eres una loba herida, una flor desteñida?, ¡no acoses!, el poeta está dormido… ¿acaso crees que escuchará cada una de tus tonterías? ¡Jajajajajaja! –hasta la sombra se burló  de mí, dijo la esposa de luz y de sueños, pero no importa, le dedicaré el mejor de mis versos a él,  tal vez si lo copio en el mar  pueda verlo, pero no, vendrá un tiburón gigante y devorará mi sueño, mejor lo escribo en la playa, ¿pero y las olas?, siguen empeñadas en borrar cada corazón cruzado de espadas, buscaré un lugar donde el poeta lo descubra y no se borre jamás…

“Te quiero poeta”, lo escribo en el escarlata de mi sangre, en ese río revuelto de mis venas y en la cascada de mi corazón, estoy segura de que el poeta lo sentirá.

Pero el corazón falló, se fue apagando como un cirio, se fue el oxígeno, cesaron las campanitas cansadas, sólo quedó un olor a quemado en el espacio, pero ahí, en ese suspiro del viento el poeta lo vio, y en voz alta leyó:

“Te quiero poeta”, y el poeta dejó su morral en el piso, parecía en oración, con sus zapatos puestos de lado y un gran sombrero de paja, pero la sombra lo delató, era su alma junto a la de ella, cerca de blancas flores y tiernos lirios que dejaron un aroma, sólo un aroma, cuando cantó el ruiseñor en su ventana, pero no había puertas abiertas, no estaba la esposa virtual, pues ella, acababa de apagar el computador.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, junio 23/14




EL MIRLO

Cuando descifre tus cantares, tal vez no esté por aquí, me haya ido a cantar a otro bosque donde todo cantar es amor y toda lluvia es alegría.
Imagen: Internet

EL MIRLO  L2R

23 de junio de 2014 a la(s) 8:47
Cuando descifre tus cantares, tal vez no esté por aquí, me habré  ido a cantar a otro bosque donde todo cantar es amor, y toda lluvia es alegría.

Mi amor cantó temprano
Se levantó antes de la aurora
Y su melodía olvidó para mí.

Pero cantó, lo sé
Imaginándolo caminar por ahí
Con su morral a tiro
Sus flores del camino, ¿para mí?

¿Qué tiene el mirlo hoy?
Siempre lo vi feliz de rama en rama
De flor en flor, sencillo
Con sus alas café, con su pico amarillo.

Tomó de cada gajo lo que el día regaló
Cantando, siempre trinando
Oraciones para el cielo
Versos para mí.

Ayer le dije que lo amaba
Y bajó cual si escuchara a su amante
Desde el árbol más alto
Y casi mis pies tocó.

En oración lo vi,
Clamaba al cielo un nuevo día
Y ahorita, casi unos segundos
Lo escuché, y hubo en mi corazón felicidad
Mis ojos parecían llorar,
Pero felicidad es un ramo de lágrimas frescas
Y un sonido frágil en el corazón.

Y voló, de nuevo abrió sus alas
Para recibir el sol, su oración declamó
Y el mundo se abrió en dos
Para que viera de rojo fuego, su corazón.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, junio 23/14

HOY

Parecía estar de luto un ave, pero era su color, su vida,y a pesar de lo oscuro, su pico era de oro, y sus versos, diamantes brillando para todos.
Mirlo. Imagen: Internet.

HOY L2R

23 de junio de 2014 a la(s) 9:08
Parecía estar de luto un ave, pero era su color, su vida,y a pesar de lo oscuro, su pico era de oro, y sus versos, diamantes brillando para todos.

Hoy es el día para ser feliz,
pero algo viene,
algo golpea el corazón
y era un amor perdido por ahí.

Eliminé la  vanidad y me arropé con flores frescas
miré de nuevo el cielo, mi poema repetido,
me quise abrasar con el sol, mi amante del día
y escuché las voces de los niños cantores
ocultos entre las ramas.

Hoy es el día, ¡quiero amarte!,
quiero robarle a mi alma los te quiero no escuchados
y entregarlos al viento, que suspiren con las hojas agrias
que se aferren a las ramas muertas.

No hay mañana para doblar campanas
porque hoy es mi día, para conjugar el alba,
hoy es el poema más bello, repitiendo flores blancas
ajustando las heridas y eliminando cicatrices.

Olvidar las espadas hirientes, los dobleces malévolos
cantar de cantares del río Magdalena,
elegías del mar que endulzan la vida llorando
y tristezas del alma  que van y vienen, cantando.

Hoy, no se repetirá jamás
como nunca las hojas de un árbol, aunque parezcan  iguales
como no es igual un grano de arena en el desierto,
pero ahí respira la vida bajo ardientes dunas,
y esperanzadores vientos.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, junio 23/14

VAMOS


Christian Jequel

VAMOS...

¿Qué haremos hoy?
me importa lo verde
me contentan los grises
me ilusionan los amarillos.

Vamos a correr sin herirnos
a danzar entre las olas
que van y tornan como nieve
que suben y bajan como las ilusiones
y nos tocan tan solo para besarnos.

Caminaré al son de mi flauta
con el trote que pueda con mis años,
no hay ayer, se quedó llorando,
pero el ya es un motivo junto al viento.

Vamos a cantarnos poemas,
a declamar besos ardientes,
caricias suaves que tornen en púrpuras
y a bendecir éste rincón amado
de letras pequeñas.

Vamos a vernos a los ojos,
la timidez se fue como un potro salvaje
el miedo huyó por entre oscuros bosques
y encontró una luz al final del viaje.

Escucho al cantor de la calle
¡limones, naranjas, mandarinas frescas!
el poeta de a pie de cada segundo,
¿llevas rosas frescas y lirios blancos?,
no señora, te los traeré mañana.

Y entonces huyo de nuevo,
un aguijón azota mi espalda
me desboco hacia tus brazos
y prisionera soy de tus amores,
para quedarme en tu celda de labios húmedos
acompañada del verbo ardiente
danzando entre las nubes.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, junio 23/14 

COLORES


 Nada es triste en el bosque, el color es la sazón que llena la mirada de encanto, y a veces, el corazón de sombras.
Fabian Mora. Internet


COLORES L2R

23 de junio de 2014 a la(s) 11:00
Nada es triste en el bosque, el color es la sazón que llena la mirada de encanto, 
y a veces, el corazón de sombras.

Me gustan los otoños, porque son miel y la cera de la vida,
aquí o nada se sabe, o nos vamos con la lección medio aprendida
un arpegio tal vez, un sonido siquiera,
cual gota de lluvia que de una hoja cayera.

Me gusta el azul del mar,
porque es el cielo a nuestros pies, sin levantar la mirada
los blancos de la nieve, porque son cabelleras de sabios
que se quedan temblando a la luz de una vela.

Tanto me gustan los colores, que nací con ellos aprendidos
¿qué color es éste mi niña?, ¿tiene color la voz?
y trinó el ruiseñor con sonidos leves
cantó el gorrión feliz sobre una higuera,
y los poetas  del lago esperaron a su luna nochera
para  ser  una orquesta,

y el día sólo un camino tejido en rocas,
bordado en esmeraldas vivas
besando solitarias flores,
enhebradas en hilos de seda
en dorados de sol.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, junio 23/14

MI AZUL AMOR

Siempre lo veo, tiene tantos trajes como las flores colores, tiene tantos amores como sonidos el bosque... pero hoy, lo vi de azul, tan azul, como sus calcetines de seda bordados por manos de madre.
Siempre lo veo, tiene tantos trajes como las flores colores, tiene tantos amores como sonidos el bosque... pero hoy, lo vi de azul, tan azul, como sus calcetines de seda bordados por manos de madre.



MI AZUL AMOR L2R

23 de junio de 2014 a la(s) 11:19
¿Qué tiene mi azul amor?
ya no picotea, ni canta, ni llora…
enmudecido se queda
como roca solitaria
esperando la  luz de  un verso,
añorando de su boca un poema
y de su pico un beso.

¿Qué hace mi azul amor?,
cuando lo pienso regresa
y cuando oro, triste se pone
temblando baja, llorando viene
como una gota pálida desde mis ojos.

¿Qué azul adornó su piel?
Tan índigos de mar,
tan de cielo encendido,
tan de lago en quietud
niño mío, presiento viste ahora.


¿Qué hace mi azul amor?
torna a mi corazón su rostro,
palidece de nuevo todo
se vuelve gris el alma al no verle,
velando su sonrisa sobre una pared
mi azul amor nunca regresará,
se convirtió en ídolo
y ahora es famoso en el bosque
declamando versos blancos
sobre la más bella flor.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, junio 23/14