jueves, 20 de agosto de 2015

TU PAYASO [27]


TU PAYASO [27]

Soy ese payasito
que busca tu sonrisa;
y ese aroma que te besa al pasar.

Soy tú en mí,
y eres beso de sol
en mis fríos días.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto 20/15





MÚSICA [28]


MÚSICA [28]


La música
es el alma de los pájaros,
pide la gracia
y descubrirás todos sus secretos.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto 20/15


EN TU PARED/A Kevin [29]


EN TU PARED/ A KEVIN [29]

Cuando estés triste,
recuerda las veces que los dos reímos,
los abrazos que nos dimos,
las veces que nos ayudamos,
y las que dejamos de pronunciar: ¡te quiero!

El tiempo se va sin sentirlo,
la piel se arruga,
nos hallamos solos,
pero basta un abrazo
para crear un poema.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto 20/15

CONTIGO/A Kevin [30]



Jueves, 20 de agosto de 2015

CONTIGO/A Kevin [30]

No me busques lejos,
cerca de ti permanezco;
aroma en tus rosas
oración en tu boca
agua en tu sed.

Alimento en tus hambres,
luciérnaga en tu oscuridad,
brisa en tu pulmón,
brillo en tu mirada,
aliento en tu necesidad.

Aunque no me pienses,
a pesar de que no me creas,
toco tu corazón ahora,
y te bendigo hijo mío.

Buscando con afán
lo que ya está contigo:
Yo.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto 20/15

VOY [31]


VOY [31]

Voy a donde mis alas me lleven…
Mi frontera es la infinitud del cielo, 
mi barca es tu amor,
sin fin, 
eterno como luz en la oscuridad.


Raquel Rueda Bohórquez 
20-08-15

BESO DE RÍO [32]

BESO DE RÍO [32]

Río Suárez, Chicamocha, Sogamoso,
de mi tierra Santander del Sur,
aunque toda la tierra es nuestra,
ella mi madre,
río y quebrada a la vez,
manantial primero buscando el mar
para quedarse por siempre
siendo amantes.

Donde se besan éstos dos ríos, nací,
a veces no sabía si Chicamocha o Suárez
pues en cada estación cambia su nombre.

Lo único cierto, es que aquí me parió mi madre,
fue en este lugar donde se fundaron historias
muchas de amor, otras de un gran desamor...

¿Qué importa lo malo?, no todo fue llano,
montañas y quebradas, acequias y hormigas,
arepa con caldo y cilantro,
y ellos en mis mañanas.

¿Qué mirlo de pecho blanco no pasó por aquí?
¿Qué paloma torcaz no fue símbolo para un poeta?
Pero entre pepitas de agraz y moritas de castilla,
un beso largo y mordelón, se quedó en nuestra boca.

Aquí me agarraba de su mano,
él fue conductor de buseta de madera,
pero ante todo, fue un gran hombre,
mi padre...

Recuerdo negros ojos viendo al horizonte,
aquí mismo, ahora, tomada de sus dedos,
viendo entre los dos lo mágico de un río
que como anaconda se pierde
entre borrascas y arenas rojas...

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto 20/15