sábado, 28 de abril de 2012

EL CERVATILLO Y EL NIÑO

EL CERVATILLO Y EL NIÑO
Balaba y balaba la cabrita 
 A la vez con mi niño querido
Y mis tetas llenitas de leche 
 Eran remanso en un rancho olvidado.

La cabra de monte tal vez fue herida, 
Y el cervatillo se halló a la deriva,
Más la nena era madre y él también era vida 
Y también le lloraba con el hambre del día.

En la noche cuando arroparlos ansiaba,
Al cabrito y la niña… /a los dos acogía
Y con un canto de luces de su juvenil boca
Con sus manos les daba del amor que tenía.

Van creciendo a la par de las luces del alba
En el mundo igual que el Creador les regala.
La cabrita que salta al ver a su mamá nueva
Y el niñito que gime de calor y alegría.

Y en la noche… cuando a pastar le advierte,
Desvía la mirada hacia el oscurecido cerro…

Y de nuevo bala, añorando a su mama
Y de nuevo salta con aquél diferente llamado
Que lo arrulla de tetas, lo cubre de abrazos
Lo besa y lo duerme en tan divino regazo.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, abril 28/12

DISFRACES




DISFRACES

Tengo una sonrisa  que no se me quita
Y tengo un disfraz;  que me aparta y me mantiene escondida
Tengo una cama que gime,  pero que no me sacude
Y  la voz de una guitarra, pero aquí nadie la toca.

Tengo en mi boca tu nombre… es tan corto que no se olvida
Y como en sabio te has convertido
Con tu cabellera blanca, tú barba de muchos años
Que casi besa tus pechos,

Creo que entre más te ocultes… más rápido te encuentro
Y esbozo una sonrisa…es apenas una sombra,
Del cariño que te tengo.

Más no te disfraces amigo, que conmigo ya no hay cuento
No te sientas acosado por mis poemas furtivos,
Que como tu amor lejano… de parte tuya nunca fue ni ha sido…

Más el sentimiento puro que tiraste a la basura
Ya se lo llevó la corriente… que atravesó la llanura
Y ya de ti sólo queda… aquél hermoso poema
Y una brava leona que se defendió de una fiera.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, abril 28/12










FLORES PARA TI



FLORES PARA TI

Quiero antes que la aurora cierre mi mirada
Que el sol me oculte su tibieza…
Que arrinconada en un lecho de madera
Tules de seda blanca, tal vez un crucifijo en mis manos.

Antes de que la mar ahuyente de mi oído sus gemidos
Gaviotas, alcatraces, sinsontes, mirlos de siempre repetidos
Palabras que escribo una y otra vez y tal vez sean olvidadas.

Cuando la luna se esconda para siempre sin poder copiarla en el mar
Ni mis ojos asomados en la ventana desde donde tanto escribo tonterías,
Y el espejo no refleje la imagen que deseo…

Mis labios no apetezcan ya un beso ni mis manos una caricia
Y mi boca no pronuncie una palabra más… ni tan solo un gemido
Que esa enredadera de mis rosas sueños, no busquen tus brazos
Sobre ese tronco imponente que se eleva hacia ese norte que añoro.

Tal vez amado mío… no descubras aún cuántas flores he visto
Cuántas veces he pensado en ti plantado en mi jardín
Como un precioso lirio perfumado con aliento a limonares
Y mis ojos en los tuyos y los tuyos copiándose en los míos.

Florecerán tantos tulipanes que no podré ver…
¿Cuántos colibríes nuevos nacerán?... ¿cuántas aves no veré más?
Me angustia la marcha… no quiero viajar pero es inevitable
Presentir en mi cuerpo que mañana ya no haya deseos, ni sueños…
Tal vez pueda ver sólo florecer las escarlatas,
Me contentaría con ver tus ojos ahí y sabrás entonces
Que mi amor no era de fantasía, y que nadie como yo te amará
Y tal vez desees colocar un poco de arena y sembrar unas violetas.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, abril 28/12

HABLANDO CON LA LUNA




HABLANDO CON LA LUNA

Vuelve la demencia 
Como las gaviotas al cielo,
Donde se anuncia 
Que no habrá olvido.

Y la luna, callada, bella,
Moradora de silencios,
Alcahuete de fantasías;
Sólo observa, muda...

Se dibuja en el mar,
Canta entre las cascadas;
Se mece con las nubes,
Mientras un lucero viajero
Anuncia que no estás.

Vuelve mi corazón a suspirar,
La roca se funde…
Un huracán de brisa y fuego,
Mi boca sedienta de ti,
Mis brazos, hiedra que te absorbe,
Y enmudecida, pido un deseo.

Amaneció de nuevo,
Aquí estoy un día más,
Un mañana deseado;
Una lágrima tímida
Copiando de mi corazón el sentimiento,
Y mis dedos agitados
Tocando un blanco lienzo
Donde no habitas.

He dicho: ¡basta!
¡Ya no más!, no recordaré pechos ardientes…
Sólo sueños de navegante de espuma
Pensamientos en naves de cristal,
Y me desvanezco entre aguas dulces,
Y ella, la silenciosa que escucha mis lamentos
Aparece de nuevo sobre un globo dorado.

De nuevo olvido las promesas.
No te olvido... No olvido tus besos.
La hamaca de rayitas regresa,
Regresa el furor de juventud
Y una oración nueva brota
Mientras pasa otro lucero.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, abril 28/12

LA VOZ DEL JARDÍN


LA VOZ DEL JARDÍN


Como violeta abro mis pétalos para ti
Muestro mi dorado corazón para que bese el sol
Como rosa me desnudo para mostrar mi calidez

Brote divino, encantador desde mi huerto.

Aquí habita la magia de la vida…
Cada día se prepara un perfume nuevo
Un traje vestido de sedas de colores matizados
Caricias invitadoras a sedientos colibríes.

Desde aquí soy violeta, pensamiento, hiedra por tu piel morena
Brote de bella de noche regalando su vida y muriendo en un instante;
Soy lirio de extendidas ramas buscando siempre la tibieza
Y me adorno de pepitas amarillas para que besen las abejas.

Desde aquí suspira mi interior, bulle mi alma
¡Qué huerto lleno de miradas y de ardientes mariposas!
Voladoras siempre como hadas majestuosas
Que van y vienen me acarician y se alejan.

Aquí también me besa el cielo… me nutro de su llanto
Mis verdores visten azucenas y más rosas y más claveles blancos
Y te invito a una oración besando la laguna de tu interior
Mientras se deshojan los cerezos y brota de nuevo otra flor.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, abril 27/12

ISABELITA

ISABELITA

Camino por la montaña, casi que vuelo…
Y en retirada decido pasar por la obligada estancia a mi paso…
El camposanto ahí enseñándonos qué efímera es la vida
Rosas rojas, claveles blancos y una nota que dice:
“Aquí os espero, ahora, mañana o más tarde, pero tengo la certeza
De que aún no has pagado por mi vida”… y continúo mi camino en silencio
Mi mirada hacia un crucifijo mostrando su martirio
Y ahí de rodillas una anciana que aún está virgen
Que vive en la miseria y se viste de candor al levantar la mirada
Detallo sus lágrimas y en ellas se dibujan los lirios de la tarde
Las clavellinas de colores, las margaritas deshojadas…

Sus dolores que nadie veía aunque siempre pasaba por nuestro lado
Y se levanta con el rosario en la mano, hecho por ella misma…
Pepitas de un árbol de cuentas rojas y negras como la vida…
Y descubro que sus labios aún están tibios, y su corazón aún palpita
Más de aquél día de su marcha no recuerdo nada…

Tal vez su historia nadie contará… la anciana es blanca y bella
Dicen que alguna vez llegó con su familia huyendo de la guerra inventada por un loco
Y en un cajón lleno de palabras que no comprendía… alguna vez encontré postales
Tan bellas que aún conservo alguna…

Pero Isabelita, así se llamaba… nunca tuvo una visita en su casa
Cultivaba aquéllas fresas que su nombre aún no conocía
Y que en los atardeceres devoraba yo… como una sagaz ardilla escondida.

Ahí estaba… y ahora la recuerdo aquí…
El camposanto se adorna de muchas flores, más en su tumba ni una violeta
Y aún así en mis recuerdos habita como una gran dama vestida de blanco
Que siempre caminaba erguida y en sus largas y lindas manos arrugadas
Un rosario de cuentas negras y rosa llevó hasta su tumba.

Sus lágrimas, suspendidas en alguna rama de su jardín esperan
Y copian en sus cristales sus olvidadas flores
Más ese lirio añorado en su corazón parece que la encontró
Cuando al fin la cándida… levantó vuelo.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, abril 27/12

SOÑANDO CON CORTÁZAR



SOÑANDO CON CORTÁZAR

Cortázar y su magia, música divina que me enloquece.
Viajo hacia ese paraíso vestida de rosas de violetas y rojos
Y de nuevo me desvisto con los atardeceres, me desnudo con la luna,
Muestro sin máscaras todo lo que siento y lo que soy.

Imagino tus manos por mi piel sin consentir…
En medio de ardientes deseos; 
Ese calor rico que todos conocemos
Son mariposas que se agitan en nuestro interior
Y de nuevo una corriente que sube y baja
Cual juguete inventado para volvernos locos.

Dije que no desnudaría mi alma ante nadie,
Pero las palabras desean brotar y bullir como una cascada,
Entonces me limito como siempre a sonreír;
A escuchar sones que alguien inventó para mí
Segura de que fueron creados con la magia del amor.

Imagino a mi músico tan querido ahí tocando ese teclado:
Sus ojos húmedos perdidos en un infinito donde también estoy,
Un reencuentro, una mirada, un brillo y nuestras manos…

Ellas son las mensajeras de éste sentir, son quienes se deleitan
Quienes interpretan la melodía mientras calla el cantor
Y bulle la vida, se enloquece el mar; 
Las rocas se enamoran de la luna
Y una voz se escucha gimiendo en la oscuridad.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, abril 27/12

DESDE MI VENTANA 6



DESDE MI VENTANA 6


ÉSTE HOY QUE YA FUE AYER Y EN UN INSTANTE SERÁ MAÑANA,  LO DIVISO DESDE ÉSTA GRIS VENTANA UN POCO INQUIETA Y ANGUSTIADA... 



CUÁNTO AÑORO ESTAR AHÍ TRANQUILA, LA LLUVIA CRISTALINA COMO LÁGRIMAS DEL CIELO ACARICIANDO ÉSTA PRISIÓN QUE HABITO... CASI QUE PENSANDO, CASI QUE AÑORANDO ALGO QUE AÚN NO DISFRUTO, EL BULLICIOSO MAR QUE GIME CON LA BRISA MIENTRAS UN SITIO AJENO A MÍ ME MANTIENE ENCARCELADA SIN HABER COMETIDO ALGÚN DELITO.

HOY,  QUÉ INCIERTO ES... PERO AÚN ASÍ DEBO DISFRUTARLO PLENAMENTE; PERO PREFIERO ESPERAR A MAÑANA ESA INVITACIÓN QUE FLUYE Y ME ALIENTA, Y ME HACE CREER QUE SERÁ AÚN MEJOR, VERÉ VOLAR LAS GARZAS POR EL CIELO Y ME DELEITARÉ DE LOS MANJARES QUE HABITAN EN ESE AZUL TAN AÑORADO, DONDE TAL VEZ SEA PRESA DE OTRO PERO DONDE SERÉ LIBRE AL FIN.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, abril 7/12