Lucía sonriendo, fue real
EL
AMOR (42)
El
amor es como un cosquilleo
Que
aviva cierto fuego en la mirada.
Es
una gota de rocío copiando el paisaje.
Amor
es aceptación y perdón,
Pero
ante todo,
Reconciliación
con nosotros mismos,
Admitiendo
que nada ha de ser obligado,
Porque
el amor es un Don Divino que nos habita,
Pues
Dios es amor, y somos su obra.
Amor
es un vencejo cruzando el estero
Con
un afán en su corazón
Y
una espiga en el pico.
Es
una hoja que cae sin pedido
Y
se vuelve cobija para un transeúnte pequeño
Que
se envuelve para ser oruga en su fuente.
El
amor es lo que mueve nuestras pestañas
Para
inundar ese mar profundo
De
nuestros pensamientos
Y
soltar al viento cada letra
Sin
pensar en aplausos ni favores.
Es
un don divino...
Somos
carne de un verbo
Que
se fabricó de puro amor
Para
esparcir por el mundo de su lluvia.
Amor
somos todos…
¿Quién
puede negar
El
canto de un ruiseñor
Y
el ruego de un toro
Cuando
va al matadero?
No
es la espada que hiere al toro;
Pero
sí, la que al fin eleva ese gran peso
Y
lo vuelve pluma por el estero.
No
es el ruiseñor,
Sino
el arpa que se implantó en su garganta
Lo
que nos dice que el amor
Está
hecho de pequeños detalles.
Aroma
mi estancia a rosas;
Eso
es amor en su estuche.
Rosa
de mis amores pasando por aquí,
Dejando
una señal de la divina
Presencia
que somos cada uno de nosotros.
Imágenes
perfectas de un Creador
Tallándonos
en medio de rocas y espinos;
Pero
siendo al fin, su obra de arte,
En
éste mundo lleno de retos
Que
a nada llevan
Si
no tenemos el corazón lleno para otros.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
febrero 13/16