domingo, 12 de junio de 2016

LA PRIMAVERA/Chopin (24)

LA PRIMAVERA/Chopin (24)

Para crear ésta melodía, el músico estaba feliz en medio de un bosque lleno de flores, la primavera escribía en sus dedos con cada aroma, y cada pájaro en vuelo...

Todo era paz a su alrededor; podía descifrar las gotas que caían y tocaban las hojas; dejaba un silencio al verso de un ave entre el pico abierto de sus desnudos pichones, y alargaba la sinfonía al sentir caer la cascada; luego ese descanso y paz que un lago anunciaba, lo volvía negra y blanca amándose, juntándose o desplegándose en la alcoba del más íntimo de sus deseos.

Cierro los ojos y lo veo, su cabellera revuelta, no hay tiempo para peines, no hay sentido a más nada que sea escribir música y la primavera estaba suelta como él, parecía un caballo en libertad que con sus patas hincadas sobre la hembra, /le invitaba el aroma de tanta belleza/, a callar, para que sus dedos hablaran.

Chopin era un romántico, amaba el bosque, las barbas de los árboles que se juntaban con las orquídeas, amaba la música como a la vida, de ahí que cada una de sus composiciones nos lleve a imaginar sus mágicos momentos de paz y soledad; fue ahí donde nació su gran obra llena de amor y romanticismo.

Nada más inspirador que la primavera para tocar de frente al amor y plasmarlo en un pentagrama.

Raquel Rueda Bohórquez
12 06 16


EL MIRLO ESTÁ AQUÍ (25)

EL MIRLO ESTÁ AQUÍ (25)

Nada más glorioso que la voz del mirlo.
Ahora de nuevo, otra vez en mi árbol
Entona sus repetidos versos
Que aprende el guacharaco y el loro,
Más en él es una sinfonía plasmada
En el más hermoso rincón del tiempo
Como el más valioso de los tesoros.

Se ha encontrado de frente con el viento
Entre las ramas celestes del olvido,
Y ha tejido entre los amores del universo
Sendos nidos de trigo y de bonanza
Con perfumes a rosas,
Que en amores ha convertido.

Pero su canto está aquí,
Es la oración del día domingo;
Es la dádiva al Creador en sinfonía
Y la cruz que se me ha impuesto
Desde que te fuiste.

Nada será olvido en tanto el mirlo cante,
Más a veces decide marchar y nada queda;
Ahí presiento que mi barca naufraga y todo enmudece,
Pero al escucharlo cantar, al sentirlo regresar,

¡Se agranda el río!
El mar se convierte en olas,
Las gaviotas inician a volar
Para entre los versos del aire reconocer
La orquesta dirigida por el más dulce de los cantores:
El mirlo.

Rindo honores a la simpleza de su linaje,
Pues el Rey se reconoce por sus versos
Y el pavo por lo brillante de su traje.

Raquel Rueda Bohórquez
12 06 16






DANDY (26) (A)

DANDY (26) (A)

Es la sombra de su espectro errante,
El mendigo de mendigos estandarte
Que de casa en casa brega
A darle lidia a su vida tan sutil y fina.

Entre sus harapos traía un ramito de flores:
Fueron lanzadas al balcón de la vieja de los perros
Y ellos felices encontraron un juguete
Para hacer trizas aún más sus pálidos sueños.

Ha tomado un tanto de la miseria ajena
Y en la sonrisa mueca se agrandó el mundo.

Luego, arrastrando sus pasos
Pidiéndole permiso a su extraña suerte,
Se fue contento el vagabundo.

Raquel Rueda Bohórquez
12 06 16




A DANDY (27) (A)

A DANDY (27) (A)

Cada vez que veo al poeta
De la cara sucia y los zapatos grandes,
Quien en su andar arrastra el peso de la carne,
Un algo espinoso penetra el corazón;
Un algo espada filosa
Parte en dos el alma...

Raquel Rueda Bohórquez
12 06 16




TUS OJOS/A Juan (28)

TUS OJOS/A Juan (28)

Esos ojos tuyos
Que parecían una estrella en el camino,
Que pintaron los paisajes más divinos
Y se enamoraron de toda flor
Que entre las resecas montañas encontrabas
Y con tus besos y caricias
Se brillaban.

Esos ojos tuyos
Que vieron crecer el huerto con sus flores;
Como un gran padre alegrabas
Y entre juegos de niños
De otro niño tus ojos se pintaban.

Esos ojos tuyos
Serenando lluvias claras,
Copiando entre alegres carrangas el estero
E imaginando suertes que no fueron.

Están sin esa luz que ayer iluminaban...
Parecen oscuros pesares sin fondo
Desde que se fue de tu mirar
El potrillo que corría con tus pasos,
Y que en veloz carrera, cierto día,
Se halló sin despedida
Volando hacia el ocaso.

Raquel Rueda Bohórquez
12 06 16



NADA ME ASUSTA (29)

NADA ME ASUSTA (29)

No tengo miedo del viento
Sino del aroma que trae.

Es un hedor a muerto viejo
Que se pasea por entre las sombras
Dejando al desnudo su sonrisa calva.

Nada me asusta más, que lo gris.
Las carreteras, los grandes edificios,
Los caminos sin árboles ni flores…

Nada me asusta si encuentro una semilla
Si me atrevo a sembrar en tierra fértil;
Pero una espina atraviesa mi horizonte
Cuando veo caer un roble
Y su cambio es su mala suerte.

Pavor es lo que tengo,
Ese espanto a lo que viene,
A lo que no podré ver pero adivino.

Al cortejo imaginario de los pájaros,
A los recuerdos colgados de un árbol
Y a las hojas secas que no caerán.

Miedo a los troncos que no volverán,
A las flores que jamás verán al colibrí;
Al acíbar que provocará vivir
Sin un bosque ni un paisaje que no sea el cielo.

¡Nada me asusta más que vivir sin ti!

Raquel Rueda Bohórquez
12 06 16



























SUEÑO 110616 (30)

SUEÑO 110616 (30)

Era un gran mesón, pero al levantar esa tapa, debajo de ella grandes globos como panes llenos de miel, y el oro cubría todo, levantaba esos globos y eran pesados; luego otros más pequeños, entonces aparecieron muchos frascos de vidrio, empecé a llenarlos, no terminaba de llenar porque seguían apareciendo globos, las personas a mi alrededor, quienes me ayudaban venían y todos llevaban de ese oro que escurría por los dedos.

Así pasaba el tiempo, y al final, detrás de mi cama aparecieron otros panales, pero éstos eran cuadrados, pero sin abejas; sólo salían insectos asquerosos, cucarachas grandes y pequeñas y en esto, el sueño retornó a esa mesa colmada de globos de oro y desperté con el canto del mismo canario prisionero y la música de Beethoven, Sonata 1 que está aprendiendo mi hijo para éste semestre.

La película de ángeles que podían caminar por las paredes y esa anciana de rostro dulce y ojos negros y sin luz, desapareció en medio de la jornada, esta gran jornada que me anuncia el maravilloso día que se presenta ahora, sin saber ni tener la certeza de si estoy aquí o es un sueño dentro de todos los sueños que he vivido.

¡Ey, este tipo es Argentino, y soy Colombiana!...

Raquel Rueda Bohórquez
12 06 16