miércoles, 11 de enero de 2012

EL GAMÍN (43)


EL GAMÍN (43)

Creo que iré temprano a la calle… 
He de conseguir algo a como dé lugar, 
el rostro pálido de mi hermanita 
no me gusta, ¡menos el de mamá!

Tomaré la primer bicicleta que halle en el camino… 
Quiero llegar temprano al basural,
allí los ricos desperdician 
y algo encontraré al hurgar.

No me gusta que me rapen la cabeza, 
pero los piojos no dejan de anidar, 
se roban mi poca sangre 
y aumentan las tristezas de mi hogar.

Ya no puedo con mi sarna… 
¡Hasta los perros me hacen correr!
¡Qué miradas!, ¡con gritos me ahuyentan!
más sólo tomo lo que necesito, y no es placer.

No me gusta arañar paredes, 
ni ser invitado a vender polvo blanco, 
¿pero cuántos de los míos, 
de su necesidad aprovechados, 
han llenado las arcas de su ambición?

Qué triste diviso mi horizonte, 
pero debo regresar a casa…, 
encontré una muñeca de trapo para mi hermanita, 
y para mi madre un rosario de cuentas negras 
para que ella apriete entre sus manos 
y le diga algo a Dios.

Aquí donde los buitres se nutren…,
aquí a pesar de mi escaso tiempo a disfrutar, 
escucho el  trino de las aves, 
¡aún sonrío!,  ¡aún espero en silencio a mi papá!

Pero no me detendré ante nada… 
A  casa un bocado de alimento llevaré,
no importan mis manos llagadas,
si estoy cerca de su corazón.

Allí está en el rincón de mis cariños, 
una madre linda como un amanecer...

¡Qué  bella y hermosa mi madre santa! 
Sus abrazos me llenan de regocijo 
y su agua de panela 
calma mi sed...

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 11/12





















MI CAROLITA (44)


MI CAROLITA (44)



Hola mi gordita, quiero decirte que todo espera, todo permanece igual desde que te fuiste. 
Un año es tan poco y me parecía que fue ayer cuando te despedí.

Deseo que te sientas bien en casa, con lo poco o mucho que podamos brindarte, que consigas un trabajo donde te sientas bien. No pretendo obligarte a que estés a mi lado,  también me gustaría que fuera cerca, pero sería más feliz si fuera aquí junto a mi corazón.

Ahí están tus cosas en el mismo sitio, tal vez algún inquieto haya hurgado en tus libros, pero ahí están, tu ropa, el olor de tu perfume, la misma lámpara verde vuelta mierda... (compañera de alcoba),tus libros de matemáticas, tus notas, toda tu ropa guardada como la dejaste, tal vez esté llena de comején, pero lo importante para mí es que regresas y que hasta que no estés aquí entre mis brazos, no  dejaré la inquietud de pensar en ti.

Una sencilla flor navideña está sobre la mesa esperando por el brindis de éste año que inicia y también por escuchar el cantar de tu sonrisa y las carcajadas con Juan Carlos que a todos se nos pegan... 

Sólo decirte: ¡Gracias corazón por existir en mi vida!, por tu preciosa llegada en aquél caballo blanco de ojos azules que te penetró en mi vientre para que pudieras extender tus alas y regalarme tu mirada, y gracias al Jefe que fue generoso conmigo y te regaló la figura que hoy tienes para alegrar mi vida.

Te quiero mucho,

Tu madre cansona...





¿Porqué comparto ésto con todos?, porque muchos de los que hoy me acompañan conocen mi historia que a través de mis escritos les he dejado. 

Mañana regresa mi niña de Alemania, un viaje soñado, logró conocer muchos sitios, aprender el idioma, pero ante todo se dio cuenta que no hay nada como el hogar y las personas que nos conocen y nos aman de verdad, las experiencias tristes quedan allí, esas no las traeré si ella no desea, sólo lo hermoso que sus ojos vieron es lo que guardará por siempre en su corazón. 

Para aquéllos desconocidos que le dieron una mano aún sin conocerla, y para todos los primos y familiares que siempre la apoyaron con tanto cariño,que Dios los bendiga.

Barranquilla, enero 11/12

QUISIERA (45)

QUISIERA (45)


Quisiera decir: ¡lo siento! 
pero no,

¡no lo siento!
¡Qué pena!

No soporto las cadenas,
quiero ser libre junto  al viento 
y hacer lo que me dé la gana.

Mi pensamiento es libre...
¿Te molestan mis palabras?
Hay una solución: ¡No las leas!

¿Te molesto yo?... 
También a veces me desagradas.

Quisiera saber perdonar del todo, pero soy humana.
Mirar que estropean a otro y quedarme callada, pero no debo.

Quisiera, hermoso diamante sin tallar, 
hacerte con mis manos,
pero tu dureza necesita de un taladro fuerte y a la vez fino,
unas manos que se endurecieron trabajando para ver tu brillo
y unos ojos que saben descubrir cuánto vales, con solo mirarte.

Quisiera ser la esmeralda fina de mi tierra,
surcar los bosques que habitan en sus ojos,
sonreír siempre, pero hasta la sonrisa es vaga.

¡Quiero tanto, deseo tanto!
¡Pero todo es vano!

Quisiera elevar mi cometa,
 que marche a donde ella desee,
se descanse cual gaviota en el camino,
llegue después a tu alero y arme un nido
y al finalizar la tarde,
se extasíe con el canto de las olas.

Mi boca, no sólo para besar, 
pero se me antoja tu lengua en la mía,
mis ojos en los tuyos,

mi piel dentro de la tuya sin importar nada,
mis manos que se extiendan sobre ese oasis:
de piel canela quemando la mía
para convertirnos en un ardiente café.

¡Es más!..., recordé que no he tomado el primero del día,
iré por él mientras viene otro sueño, y otro...

Mientras observo en detalle los ojos de Verónica
que parecen un rayo de sol sobre los míos,
y espero a mi gordita que mañana llega de Alemania.


Barranquilla, enero 11/12

UNA MIRADA EN MI PUERTA (46)

UNA MIRADA EN MI PUERTA (46)



Alguien dijo: ¡mañana voy, espérame!
Te ayudaré en las faenas de tu día a día.

 Estoy esperando, me atendré a lo mismo
no puedo echar raíces aunque quisiera
que mi vida volviera a su primavera.

Alguien en un barco me espera...
No iré,  no por ahora, mi garfio no sirvió
mi ojo tuerto se agravó,
 mi lora salió de fiesta.

Alguien me echó de su nido... 
¡Qué fastidiosa suelo ser!
¿Quién me entiende?
Suele suceder que soy 
quien menos me comprende.

Alguien me vio de reojo, torció la boca...
Pareciera que no estoy a su altura,
pero es real y no debo molestarme, ella mide 1.80
yo 1.59, soy talla menuda.

Alguien quiso darme un abrazo hoy...
No puedo dar la espalda, aquí estoy...
Pero exijo también un beso y un pañuelo blanco.

Alguien trina en mi ventana...
Era sólo un niño, 
un pequeño niño comprando botellas.

¡Sus ojos se  ven tan brillantes,
 su mirada tan tierna!

Parece también que olvidé orar 
y doblar las rodillas.


Barranquilla, enero 11/11