martes, 24 de octubre de 2017

SOBRE EL AMOR

SOBRE EL AMOR

El amor nos busca, 
nos halla, nos envuelve... 
Es la cobija de lana que siempre abriga 
en esos largos inviernos 
que nos hallan a veces de rodillas.

El amor es tu lengua húmeda tocando mi desnudez, 
y es del viento un suspiro 
acariciando la flor que se vence 
para que sea semilla.

Todo es amor a tu alrededor, 
sólo que a veces nosotros los humanos, 
sacamos los filos para herir la bondad de Dios, 
y luego debemos llorar con vergüenza, 
si somos tocados por el dolor, 
y la muerte se acerca en una barca de cristal.

El amor es simple, sencillo, 
no es arrogante ni soberbio, 
es una hormiga con su carga 
buscando el rincón del consuelo, 
y es un árbol renovando sus hojas luego.

El amor no pide nada 
porque es el dueño de todo.
Él nos entrega un despertar 
y nos regala la noche para descansar, 
es un paisaje renovado y fresco al segundo;
es la montaña verde y el junco.

El amor eres tú en todos 
con la mirada abierta al acontecer 
y al milagro de un día más.

Raquel Rueda Bohórquez 
24 10 17

ESCUCHA

ESCUCHA
Centrada en mi lugar
siendo una flor donde ha de estar,
pequeños ríos entre la montaña,
gotas que se dejan caer sin engaño
sobre musgos verdes y grises rocas.

Escucha, reclama la brisa su espacio,
hace danzar a las flores mientras trina un ave,
una mariposa hace estación en un lirio
y continúa su viaje con sus mágicas alas.

Un tambor a lo lejos, ¿será mi corazón?
Cansada de no verte, 
advirtiendo una desilusión,
miro al paisaje y no te encuentro.

Camino sobre pálidas brisas de septiembre
para quedar en el mutismo de siempre
navegando entre las estrellas,
robándole a la vida una promesa
con los labios pálidos 
y los dolores que se añejan.

¡Escucha!… escucha…
Todo es blanco y el sonido llega,
un cristal se quiebra bajo la lluvia,
son los pasos de un gorrión que espera
aterido en blanca rama
una palabra tuya siquiera.

Y al paso de la corriente nueva
se llenan hojas de rocío.
¡Qué divinas se ven las cayenas con sus perlas!
¡Qué milagro permanente es la vida!

Y entre suspiros que se alejan,
siendo vana fantasía,
no era nada lo que me dejaba el viento,
no eran cantares los del tambor;
no eras la barca que se anclaba
para quedarse en mi corazón.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, septiembre 26/13

Mis padres en la casa de mi tío Carlos

BRUJAS

BRUJAS
La vida es una batalla desde su inicio.
Despertamos de un corto sueño
Para un raro caminar.

¿Qué pasó?
Todos los colores estaban ahí,
Desde el principio lo comprendí.

Soy la batalla de todos los tiempos
La del árbol derribado y el tronco llorando
Y por cada llanto una hoja 
Estampada en lágrimas de un nuevo día.

Por aquí pasó la espada de Bolívar
Se escuchó el trote del tambor cual si caballos fueran.
Por aquí pasó Napoleón y el chico desconocido,
Todos dejaron hambres y ruinas a su paso.

Tengo pintada la guerra en las manos, 
Luchando y labrando tierra ajena
Y todo se va, se escurre temprano
Y se queda la angustia para nochebuena.

He dejado lo seguro por lo incierto,
Busqué el amor donde nada había;
Hallé sangre y odio, celos y envidia
Esparcidos en el viento
Parecían moscas tornasoladas 
Probando el primer bocado de un muerto.

En mi pecho se quedaron las bombas que no avanzaron
Están los recuerdos paridos en el estómago
Los amores, el amor que no fue
Las alegrías que fueron falsas sonrisas
En rostros melancólicos para recibirlas.

Amigos, soy una guerrera del tiempo,
Ahora paseo las montañas con dulce ensueño
Montada en una escoba de roble
Con paja fresca que me regaló el bosque.

Soy la batalla ganada por el universo, 
Pero no tengo cartones para contar al mundo
Que en mi esquina se lucha un mendrugo
Y en la otra se desperdicia.

Aun así, el pensamiento es un gran paisaje
Lo invento, se reinventa 
Y en él te veo y te fabrico
A la medida de mis sentimientos.

En la hoguera de la existencia
Quisieron mis cenizas 
Y rieron los santos varones
Que luego fueron a misa.

Invocaron a Dios, pero sus pecados llevé
En medio de llamas que olían a carne, /mi carne
Pero aún estoy retratada en la imagen del viento
Que asoma en tu cuello y te muerde,
Se queda en tu boca y te lame, te respira,
Luego penetra en ti con la luna
Cobijando de amor tu piel.

Soy la guerrera del tiempo
Y ganaré todas las batallas
Aún las perdidas.

Raquel Rueda Bohórquez 
24 10 16