martes, 23 de septiembre de 2014

EN CAMBIO LA MÍA

Me refiero a la poesía, no sé que es, parece la misma discusión de cada día, por ejemplo ahora, cansada de una página donde ya nadie habla nada, acudo a mi blog, que a ratos asusta, temo un día llegar y que no esté, después de tanto trabajo, de tantos pensamientos idas y venidas, contando mis cosas más íntimas y secretas a un mundo que realmente me desconoce, hasta yo misma no sé quien soy.

Día tras día viviendo en una casa grande con los únicos amigos fieles: mis perros, una lora bulliciosa y mis hijos que ahora están con sus prisas y el tiempo conmigo es muy poco realmente, por decir que hola, hasta mañana y regresar de nuevo aquí, pero ahora con otra premura, cada día digo que no me ocuparé más por aquí pero regreso, como si fuera mi confesionario, un diario que se va llevando de a poco todas mis alegrías y afanes.

De mi vida, la misma rutina de toda comerciante fracasada, de una madre regular y la peor esposa del mundo, porque no me he dado al servilismo y vivo enojada con el matrimonio, y regreso una y otra vez al mismo cuento, sintiéndome una cosa para utilizar cada invierno, o cuando aparezca un verano con los ojos hinchados de tomar.

Acudo a escribir porque es lo que más feliz me hace, al menos lo creo, pero la rutina nos cansa, y debo ver qué otra cosa hago que no sea limpiar el sucio ajeno, cocinar y mantener limpia una casa que solo la vive y habita mi sombra, y la de mis compañeros de cuatro patas.

Ahora a dormir, y siento que la vida se va, pero disfruto los paisajes por Internet, la buena música, ya el amor pasó a segundo plano, al menos el amor que imaginamos de hombre y mujer,  pues mi poeta tiene otros intereses, y claro no será ésta vieja cansona,  por tal razón agrando con una larga noche viendo desde mi ventana la luna ausente, porque es época de lluvia, que me gusta, pero cuando los rayos inician siento mucho miedo y empiezo a correr de un lado a otro, sin saber a quién abrazarme, y encuentro tibia mi almohada hasta que no rezongo más y cierro los ojos, a éste mundo bello a ratos cuando nada nos duele, pero cuando nos quejamos con o sin razón, nos hartamos, es normal todo el mundo lo hace y después del desahogo viene la calma.

Esperar otro poco para buscar a mi hija que llega muy tarde y las esquinas son peligrosas para una chica joven, creyendo ser protección para ella me voy con la única arma que tengo: una oración en el camino.

Y ahora, revisar que todo esté asegurado y esperar otro día, un nuevo día en mis cuatro paredes, veré... mañana planearé algo, para evitar deprimir de nuevo, no sé qué estación es, pero la luna siempre molesta un poco, hay una influencia extraña que ejerce poderes en mí.

Pero hay algo maravilloso, que es sentir que mis hijos están aquí conmigo y bien, creo que vale la pena cualquier sacrificio, mi madre con 17 hijos siempre sufría por los que estábamos lejos de su auxilio, también se deprimía a ratos pero su libro negro y la poesía fueron su consuelo, lo recuerdo ahora, y con éste pensamiento despido mi día 23 de septiembre, con mi hija Verónica pegada del celular y la madre de un pc nuevo que la tiene a punto de enloquecer porque es veloz y trae muchas cosas lindas para hacer, lo malo es que el día sólo trae 24 horas.

Raquel
23-09-14






¡QUÉ RARO OTRA VEZ!

DICE QUE NO SIGO NINGÚN BLOG, ¿Y ESA VAINA?, NO SÉ SI ALGO SUCEDE AQUÍ, ESPERARÉ.

RAQUEL
23-09.14

UN MOTIVO PARA HOY

UN MOTIVO PARA HOY
Te doy un motivo para hoy, ¿quieres hacer algo y no sabes qué es?
Creo que estás pasando por una crisis, pero mira a tu alrededor, las aves despiertan con un motivo cantor en su garganta, las hormigas desde temprano, inclusive de noche, las ves hacer algo importante para el grupo, las niñas trabajadoras del planeta, mujeres acompañadas de valientes que protegen sus hormigueros a costa de sus propias vidas, un árbol se empeña en crecer obligado, porque acaban de dar muerte a otro que no gustó en la puerta, porque así somos los humanos, creídos de nada, antipáticos con la naturaleza, entonces me antojo en sembrar un motivo en tu corazón, una razón verde, amarilla, azul, transparente...
Puedes iniciar ahora, reclamando, aconsejando, diciendo ¡no al cambio de árboles que llevan una historia, por una palmera!, ¡No!, a borrar la memoria de los viejos árboles que cobijaron miles de vidas en su recorrido, porque hay un árbol de moda, a mí éste motivo me impulsa, sufro mucho cuando veo a los dragones derribando árboles porque sí, porque el mundo de cemento lo exige, o porque hemos comprado una casa y en su frente hay un árbol tan bello, que somos incapaces de ver su grandeza, y poco a poco lo matamos con disimulo con agua caliente. Sin dolor, he visto cómo árboles gigantes son asesinados de ésta manera, o porque muchas aves vienen ahí y encuentran cobijo, y como ciegos no admiramos la frescura de nuestro hogar en días de intenso verano.
Quiero sembrar un motivo de color en tu corazón, para que no estemos pálidos por ahí, sin saber qué hacer.
La imagen queda en tu memoria, y en las hojas que caerán de tu propio árbol siento tú mismo una hoja del color que la pintes, abonando éste desértico espacio del alma, para que florezcan ideas de amor por el planeta.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, septiembre 22/14
This Instrumental Piano music is so relaxing and meditative. Enjoy Calm music for Meditation, Sound...
YOUTUBE.COM

EN MI BARCA

EN MI BARCA
¡Todo está listo!,
ella me llevará hacia el mar profundo
a donde encontraré regalos vivos,
¡pero si me llenara de viento!
no habría dolor para quien retoza,
si mi alimento fuera de luz
nunca estaría vacío.
Tomo los remos de madera
no hay inmensas barcas
me bastó un árbol a la vera del camino
para que navegaran mis ideas
hacia el ponto azul
donde anidan mágicas estrellas
y el payasito es feliz a su manera.
Pero tomo las redes
me dejo llevar de la corriente,
tal vez nada traiga,
pero me acercaré a Él
divisado lejano pero cerca,
advertido en la oración
que musitan las olas
cuando mi barca se aleja.
No sucumbirá lo sé
he perdido los remos,
pero me sostiene y me acerca
al único motivo mágico
que ilumina mi propio reflejo
en sus aguas cristalinas.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, septiembre 22/14

PANADERO

PANADERO
Estuvo ahí amasando la vida
poco a poco hasta volverla suavidad,
como de la harina el trigo bendecido
con el sol de lleno quemando su bondad.
Seco al sol, al viento,
ortiga que no pica ni desespera
calmo el tiempo y el molinero
con el sudor del mar en su frente
y el adobo de sus lágrimas
formando figuras para todos.
Estuvo ahí también al fogón el panadero
y fue mujer ésta vez,
perfumando el ambiente
la brisa y el trigo cuanto más caliente
aún después de muerto resucita,
porque llegó a traer vida
cuando la parca parecía acosarle
en ese viejo vaivén de llamas encendidas.
El panadero sonrió, ¡qué sonrisa Dios mío!
se llenó la estancia también con su aroma
un alma bonita con su delantal puesto
y sus manos, bendición tan solo
para el dueño del trigal.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, septiembre 22/14 


MAMI

MAMI
De la miel de tus pechos
ennegrecidos para mis ojos
como flores violeta en el bosque,
admiradas y deseadas.
Un perfume incita a ellos
acariciando cual gato en camada
amasando para que el manantial brote
y se llene de espuma la boca.
Los labios se prenden
sellados como almeja en cultivo
esperando blancas perlas tuyas
ante cada suspiro.
Y ahora... como tú en un mañana
adivinando blancura de bosques
nieves perpetuas se forman
de las gotas que escurren del cielo,
de tus pechos bendecidos
por el aroma de un bosque perfecto.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, septiembre 22/14

MI PINTOR

Hay un pintor famoso que me tiene enamorada, cada segundo cambia el paisaje, mientras nosotros destruimos su obra, él llena de colores el universo, pinta las aves y nos entrega al descanso de ésta noche única, puede ser nuestra última noche aquí, entonces procurar hacer bien las cosas, si mañana estamos aquí de nuevo, si el dolor agudo se desvanece como las nubes en el cielo, será bello descubrir que me puedo pellizcar, y que el sentir nos iguala, pues no habrá poderoso que no doble el cuello, ni tímido que no grite pidiendo al Rey su auxilio.
Con ésta bella imagen despido éste día y abrazo la noche. 
Raquel

CUANDO

CUANDO
Cuando en Colombia y en el mundo se castigue derribar un árbol como un delito de lesa humanidad, tal vez diríamos que estamos avanzando hacia ese nombre que nosotros mismos nos colocamos: Seres humanos; lo contrario sería continuar en ésta loca carrera de bestias que llevamos.
Cuando ante una salida de sol nos conmovamos, igual que al detallar a una hormiga con su carga a diario, motivada, impulsada por el trabajo en grupo, y cada uno en su labor sin perturbar la del otro, diría que somos caminantes que estamos dejando huella en la playa de nuestra propia existencia.
Si al ver caer una hoja nos detenemos, al abrir de su cárcel la mariposa contemplemos cómo se limpia y acicala antes de abrir sus alas, y agradece silenciosa por la maravilla que sus ojos ven, y admiramos una gota de rocío en una flor, igual un ave que un becerro, igual un cerdo que un perro, tan hermosa una gallina con sus pollitos como un pavo real con sus cola abierta, tal vez diría que algo está sucediendo, que no es tan importante un diamante al cuello, como la tierra que lo guarda y el río caudaloso que lo preserva.
El caer y el brotar de un manantial, tan igual que un cactus con sus flores en verano, una roca tan respetada y admirada como una montaña, el verde y el azul mezclados entre luces de una primavera, el otoño, la nieve, cada eco y sonido del viento en nuestra ventana, cada hoja recogida como abono y no tratada como basura, y nos miremos a los ojos sin criticarnos, nos saludemos sin mirar qué traje tengo puesto, si es de marca que nosotros mismos hemos colocado para creernos más ante nuestros semejantes, cuando aprendamos a valorar el único bien que poseemos que es el paisaje, iniciaremos a creer en Dios y en sus maravillas y nos llamaremos sus hijos.
¿Qué seguro tengo?, no hay seguro para los seres vivos, la naturaleza permanece a pesar del daño que le causemos, y nosotros nos iremos pronto, a ella no le importará, ni siquiera lo pensará, brotarán flores impensadas y animales de muchas especies, cuando nuestra mano no esté y nuevos hombres aparezcan con una mentalidad práctica, sin el deseo de poseer sino más bien de conservar el legado más bello que tenemos, los cerros, los caminos, las acequias, lagos y riachuelos, ríos y quebradas, árboles inmensos como plantas pequeñas, ¡qué locos!, destruyendo a los pequeños, y ellos son la cura a nuestros males, derribando a los grandes, y ellos son el sostén a sus hogares, muy tontos somos, sólo crítica, ambición y soberbia que a la hora terminada para nada tanto sudor, y pienso en la muerte porque está en mi propia sombra, ella nos pone a pensar, pero muchos vivimos como si nunca fuéramos a morir y de ahí el irresponsable actuar.
Cuando hoy desperté afanada por mi trabajo, me di cuenta que debía mirar al cielo, las nubes con sus grumos blancos y azules, anuncian un fuerte aguacero y en medio del ruido, un doblar de rodillas para agradecer por la fortuna de un segundo más de vida para disfrutar el manantial de diamantes enviado desde tan alto para nosotros tan ingratos, es verdad, Dios es el puro amor, Él es el amor.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, septiembre 23/14
music: Michel Pépé - Le Lac des Anges Album L'Archange du Soleil http://www.michelpepe.comhttp://www.facebook.com/pages/Fans-club/108287925861015 Video edit...
YOUTUBE.COM

A UN JARDÍN

A UN JARDÍN
Inmaculada presencia
paseo por un jardín
violetas y azucenas
lirios blancos, clavellinas
gorriones en un ciruelo,
la planta de guascas
el moral, la hierbabuena.
Manos de reina cultivando
¡Qué sonrisa!, ¡qué aroma!
Por donde ella pasa
la felicidad asoma.
Bendice una margarita
que acaba de abrir sus alas,
besa a una rosa que su jardín engalana
consiente a un pollito que nació calvo,
y sonríe cuando Kayser lame sus manos.
El jardín de ella era así
vida y cantares, sonrisas y tristezas,
pero todo era ofrecido como dádiva
a manos llenas en un altar que imaginaba
sobre las nubes viajeras.
¡Ésta para mi madre!, -decía-
-aquélla para Rosita, la hija mía
-el clavel para Alirio, el mayor
¡qué flor roja tan bella!, esa es para Myriam
y así cada día y cada año
un motivo había en su jardín,
un sinsonte que la veía
y se volvía un niño danzarín,
como juguetes de novia sus flores
como su vida, sueños y sueños
como sus ojos, lágrimas y lágrimas
consolando al grande como al pequeño.
Ahora, ¿quién cuidará su jardín?
¿Quién arrancará la mala hierba?,
pero ella decía: No es mala, déjela crecer
en su interior también hay un alma
por algo el Creador la plantó aquí.
Y al vuelo de una mariposa:
¡Dios mío!, ¡gracias por tanta belleza!,
¡Por el dolor y toda ésta inmensa alegría,
por tus perfumadas flores siempre vivas
por las muertas que fueron perfume,
que al fin y al cabo, endulzaron mis días!
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, septiembre 23/14

A MARY SOCO

A MARY SOCO
Mary Soco Rueda es verdad hermanita, la suerte es vital, pero no te afanes, he visto gente que en un segundo consigue lo que en toda su vida no logró, y otros que estando en la cima al primer resbalón caen, pero caer no es lo importante, sino levantar el rostro, porque si caemos por una roca o una cáscara puesta en el sendero, hay un brillo extraño que se ajusta en los ojos para iluminar en el camino.
¿Qué afán tienes?, creo que sí, muchos, afanes, soledades, tristezas, gente que dice amarnos pero a la primer escoba con falda que se encuentren hasta ahí llega el amor y la pasión, es como probar mucho picante, al principio arde mucho la boca y el estómago, pero después todo pasa, como la vida misma, los senderos se quedan en el rostro, y las montañas que ayer los sedujeron se derrumban, lo único que no se puede destronar es la fe y la esperanza, siempre mirar hacia abajo, a otros que viven peor y levantar el rostro a pesar del mal tiempo.
Hay algo incomprensible que siempre le da la razón a quien la tiene al paso del tiempo, palpita en tu corazón y suspira contigo, tanto corrí y me afané, hasta que su aroma sin confundir ni engañar, atrapó mi alma para que soñara, y dejé mi carga en sus manos, ahora mismo, poco duele,hay que olvidar, perdonar y continuar...
Raquel 
23-09-14

Un cambio de color siempre cae bien, recordando que hasta aquí registré todo mi trabajo, un continuar ahora y dar gracias a Dios por éste tiempo.