sábado, 28 de octubre de 2017

CORRUPCIÓN

CORRUPCIÓN

¿Amanecieron los campos floridos?, ¡no lo creo!, conozco a ese hombre de metal que no deja de moverse y a su alrededor todo muere, el hedor oscuro llena los verdes bosques y los huecos se llenan del mismo terror que aguarda su momento.

¡Qué fantasía!, ¡dinero, poder y riqueza!, este es el Dios del mundo, ante él nos arrodillamos y por él pisoteamos y continuamos escalera arriba sin importar el llanto y la ira que se esconde en los adentros de la tierra.

Hay una visión de hombres vestidos de negro que no contemplan más allá de sus propios intereses, y se inventan paisajes verdes y hermosos con gentes saliendo adelante, para que voten a su favor y la tierra se vaya lentamente a besar el río, a tocar el mar, a ser playa en otro lugar.

Dicen que al llegar ellos con sus dragones de metal, la vida de las personas se transformará, pero todos sabemos que sin tierra, el hambre acudirá prontamente, ellos se irán con los bolsillos llenos y a nosotros nos quedarán los huecos para llenar de lágrimas.

Serán lagos y más lagos para días lluviosos, y lentamente se moverá todo, la madre tierra buscará su acomodo y en esto nos iremos gritando asustados ladera arriba, detrás del sonido del tambor y las campanas rotas.

El camposanto se ha llenado de flores, pero no tienen aroma, es la misma basura con la que le pagamos a Dios por la gracia de la vida, sin árboles, sin hierbas, sin la mal llamada “maleza”, despojamos al doctor que sana las heridas para llenar la tierra de pavesas.

Estamos tristes e inconformes, los políticos corruptos inventan trucos y más trucos para que voten por ellos y amañan las leyes a su favor, y en esto parecemos ovejos dispuestos al matadero con la soga al cuello y el corazón asustado, porque se arman como ninjas los que debieran protegernos y se hacen “compinches” de los malos para destruirnos.

Orar, orar y orar sin más arma que Dios en nuestro corazón, morir, morir, morir, con un cuchillo al cuello rogando por la vida, a quien jamás la donó, y el mundo patas arriba, la crueldad se reinventa y amor se arrodilla para llorar.

Raquel Rueda Bohórquez
28 10 17




ÁGUILAS FALSAS

ÁGUILAS FALSAS

¡Qué tristeza leer algo como esto!: “mataremos a todos los indios, a quienes no permitan el progreso del país” El panfleto circula, así como se hiela la sangre en las venas al leer algo tan arrogante. “Queremos el país libre de indios y defensores de los derechos humanos que no dejan progresar al país, esta vez se salvó X persona, pero a la próxima no se salva” ¡Dios bendito protégenos de la mala semilla!

Sangrantes mujeres fueron bajadas de un bus, porque no tenían para pagar el transporte, se querían colar, pero debían por ley ser exonerados de pago los indígenas en mi país y en todo el mundo.

¿Qué nos creemos?, ¿significa que son eternos y que jamás morirán? ¿Qué sangre corre por sus venas y qué demonios los habitan, para pensar de esta manera tan terrible?

Están montados sobre el diablo, se creen dueños de la vida, pero envenenan a los jóvenes con el polvo blanco que le roban a las flores, así destruyen hogares y a la sociedad, y ellos van en coches finos luciendo mujeres fabricadas y lujosas playeras.

 Ellos deberían ser exonerados de pagar, nosotros nos apoderamos de sus tierras de todo lo que les pertenece ¿y continúan acosándolos?, leer esto y otras cosas que he visto por ahí de otros países donde también los acosan y agreden, es lo más triste para iniciar el día, algo en mí muere cada segundo, y lo peor, es que mis alas son muy cortas, pero el poder de Dios es como una buena semilla que da frutos y se transforma en una oportunidad para el mañana.

Estas águilas no tienen a Dios en sus almas, por tanto su fiereza no es acorde con la fragilidad del hombre.

Para ser águilas tenemos que llegar a la cumbre y abrasar el cielo. El hombre jamás poseerá la visión del águila, ni podrá volar como ella, ni podrá tocar la roca que sus pies besan, nuestras alas solo podrán crecer en el pensamiento, todo será en sueños, ¿qué tal nosotros con alas?, ¿se imaginan del daño que podríamos causar a otros? Así desnudos y frágiles, parecemos hienas queriendo robar la presa a las palomas, ¿qué tal de águilas?

¡Qué Dios proteja a los indígenas, que sean devueltas sus tierras y su dignidad, ese día siempre lo sueño, sin importar los ríos de sangre que corren, porque estos falsos pájaros también se irán sin honor ni gloria, no serán recordados sino por su maldad, pero ellos muestran sus colmillos filosos y la luna teme a sus voces, se oculta tímida entre las nubes grises del camino!

Raquel Rueda Bohórquez
28 10 17