lunes, 7 de enero de 2013

MI REFLEJO/A Liz Nayibe Àlvarez [79]

Jardìn Botànico-Colombia. Fotografìa: Liz Nayibe Àlvarez R/13

MI REFLEJO/ A Liz Nayibe [79]


En el cristal de tus aguas me reflejo,
absorta en la belleza de tu magia 
eres la oración temprana
donde cabe el universo deseado.



El cielo se copió en tu hermosura,

engalanado de turquesas,

y el verdor de las esmeraldas

se perdía conmigo,
pensando que eran vanas las riquezas.


Todo cambiará mañana…
Sus manos hambrientas arrancarán mi negro traje.
En mis labios rojos no podré  tener los tuyos,
y en silencio vagaré,

solitaria por la enramada.


Quise navegar despacio,

orando por mi tiempo extra
por el de alguien que necesita una mano y elevarla.



Su ánimo se vistió de blancas azucenas.

Ahora espera el rojo fuego de las rosas

que florecen en tu lago.


No importa si navego un tanto, un poco más.
Siempre me pintaré en tus aguas claras,
sabré que era mi tiempo y que allí permanezco
contemplando del cielo azul, los tules extendidos,
flotando cual si volaran…



Abro mis alas y levanto vuelo.
Estaré oculta entre los cañaduzales adornados de violetas.
El perfume de su aliento me ha conmovido una vez más…
La divinidad con que vistes mi estancia

me hace agachar el rostro.


Pero allí, en la oscuridad que creí buscar,
marcha en silencio mi amor, sin voltear atrás,
cuando me oculto una vez más

a entibiar pequeños corazones

que están escondidos, silenciosos,

en medio del cañaduzal.


Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 6/13

ADIVINO [80]


Liz y Mariposa.Jardìn Botànico-Colombia/13. Imagen:LNAR.

ADIVINO [80]

Mi amplia ventana hacia la calle…
Busco la libertad que me otorga la mirada al cielo.
Las cortinas pálidas son testigo mudo;
el gran árbol que tanto amo,

mutilado en el ayer… hoy soberbio,
se parece a mi padre, dulce y reposado…

Avanzando hacia las nubes era su destino.
Cobijando pequeños pasajeros emplumados
que dejan de vez en cuando sus cariños,
luego danzan, son marionetas prodigando alegrías
regalando sueños de alas abiertas.

Adivino la brisa fría que viene del norte.
Hace danzar las ramas y ese susurro tiene tu voz.
Huelen las violetas y son tu aroma…


Escucho el canto de los gorriones en mi mente.
Una huella sobre cualquier tabla

recuerda tus manos
obrando en silencio por otros.

¿Qué haces Mago mío?
Hoy me regalas un lirio, mañana una pequeña violeta.
En el anochecer abres tus blancas flores

y engalanan la oscuridad.

Dejas fantástico tornasolado en el cielo,
me arropas con el manto del sueño,
alivias mis cansancios del día

y pones alas a mis pensamientos.

Adivino tu amor en el pequeño pico de las aves
al romper el cascarón para iniciar sus trinos.


Dejas en cada brote una flor, una semilla
para alegrar el corazón de otros, sin pedido.


Tus rayos tibios de sol sobre el frío de mi alar
se visten de fiesta y me quedo ahí, muda,
queriendo bailar cual tus hojas

al beso del viento.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 7/13






CAMPANAS ROJAS [81]


Campanas rojas. Jardìn Botànico-Colombia. Liz N. Àlvarez R./13

CAMPANAS  ROJAS [81]

En mi huerto, las campanas tienen olor a vida,
al rojo sangre que corre por las venas.
Presuroso baja por la cuesta
para finalmente,
llegar al oasis donde reposan las penas.

Por aquí los colibríes se emborrachan con su néctar,
veloces circundan los ramajes
para que las esmeraldas resuciten,
y los ocres  guarden en su oscuridad,
pequeños nidos.

¡Permite que tu mirada se detenga un rato!…
Es apacible escuchar el ruido, la bulla de un cantor,
un escándalo de tambores y chillidos de cigarras
que mueren felices,
quedando un traje de seda vacío
como un cofre,
donde alguna vez habitó una perla.

Mi huerto se extiende hasta donde mis ojos alcanzan,
no hay fronteras, van de rama en rama,
por un hilo invisible que mueve la luz que anima el alma,
y ellas, no tañen  por la muerte,
¡sino que callan por la vida!

Dobla un poco las rodillas,
¡admira  cómo brillan en el piso!,
su color se torna dorado con el sol,
y poco a poco,
desnudas las veremos cualquier tarde
mostrando a todos,
que donde habitó su traje pasajero,
miles de semillas brotan
para regalar sueños a otros
que como yo, se extasían,
 ante la magia de su existencia.


Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 7/13 


MARIPOSA [82]


MARIPOSA  [82]

Mariposa, mi pequeña hada,
niña de piel tornasolada:
¿Tus ojos  ven
si el alma resucita?

Linda doncella de brillos mágicos,
¡cual una estrella luce mi diosa!
Niña cálida y preciosa
adornada de tules en primavera.

La veo descansar en cualquier roble,
mínimo reposo mientras abre su traje,
regalando un mundo de sueños entre su falda
de miles de colores,
dibujados con gracia mágica.

En un segundo,
su interior la invita a danzar
sin saber que su ánimo
en un instante terminará…

¡Vuela mi niña de coloridas alas!
Descansa de tu corto viaje
entre los pétalos de pequeñas flores,
sin renegar
sin cantar,
¡sin llorar!...


Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 7/13



EL COLIBRÍ [83]


Colibrí-Colombia/13. Liz Nayibe Àlvarez Rueda.


EL COLIBRÍ [83]

Besa las flores
las adormece,
las entretiene
las acaricia…

Un poco escoge
raudo y feliz,
y pasa,

sólo pasa
una cometa
tornasolada.

¿Qué suave brisa lleva en sus alas
que las deja tan enamoradas?


Con un suspiro
besa sus pétalos,
y una esmeralda entrega
tras su llegada.

Más si parece muy ocupado,
escucha un llamado…


Desaparece como una bala
por sus afanes,
que yacen medio dormidos

en los rosales.

Y en un segundo

ante mis  ojos,
veloz y ausente olvida las flores,
se pierde sin decir nada
la más bella joya
de los jardines,


la esmeralda más fina
que tiene alas,
y adorna de mi patria
con sus divinas galas

bosques y flores. 


Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 7/13