jueves, 2 de mayo de 2019

DORMIR ES MORIR


DORMIR ES MORIR

Anoche no hubo sueños,
es como si hubiera muerto,
pero despertar es un motivo para agradecer
por lo mágico y maravilloso
de cada segundo de lucidez.

Es una hermosa mañana, única…
Jamás viviremos otros segundos iguales
ni veremos los mismos árboles
vestidos con tan bellas aves y brillantes gotas.

Aprovecho el ahora para agradecer a Dios
por la soledad, que me brinda la felicidad
de poder contemplar su obra.

Vuelve el gorrión al mismo pino,
regresan mis pensamientos a la misma roca,
me elevo, me distancio del ruido del mundo
para estar contigo sobre las olas del mar,
escuchando tu voz que mece las palmeras
a pesar del ruido de las sirenas
y las espadas filosas que se ocultan bajo las hojas.

Vuelve el cántaro a llenarse de ti
a pesar de lo pálida que puede ser la neblina
y lo intenso de las clavellinas entre el pasto seco.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, 21 abril/19

TE VEO

TE VEO

Es raro, pero te veo...
Cierro los párpados
más algo en los ojos
continúa abierto.

Es una gran puerta
que me acerca a tu ventana
en un mundo dulce
agitado en la montaña.

Las aves van aprisa,
un grillo les agita el corazón
y en estampida me hacen sonreír
junto al dolor pequeño
que se parte en dos.

El árbol se ha crecido,
el naranjal está en flor;
las palmeras han caído
pero se ha ensanchado el amor.

La flor silvestre
huele a ti, es como tú,
perfume de niño recién nacido
con manos de estambre
y piel de pétalo.

Dulce recuerdo eres
madre mía...

Jamás un olor igual
ni un amor tan perfumado
puede igualarse al tuyo
bordeando el jardín de mi existencia
con tal efluvio.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, 03 mayo/19









CANTAR


CANTAR

Préstame una pluma para crear un árbol
 y cerca del árbol una fuente,
y al lado de la fuente un rosal
por donde pasaré a verte.

Toca mi alma y verás una llama
que arde entre tambores y cítaras
que saldrán a cantar todas las mañanas
y los atardeceres,
junto al sol que espejea en tu pupila
y haces que me amañe con la vida.

Préstame tu montaña para tocar el cielo
y juntarme un segundo con el Creador.

Cierra tus ojos mientras mi llama
quema tu profundidad
y nos multiplica en tus perlas pálidas.

Cántale a la vida como tú sabes
trepado en el amanecer
acariciando las hojas al caer
la lluvia tímida junto al arrebol.

Después de ahí
Ámame, tan solo hazlo…

Me dejo de ti todo el tiempo
que arrimes y me consientas
 en los juncos contentos
sin pensar en el mañana
sino en el viento dulce de mayo
que trae tu recuerdo.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, 23 abril/19

HILOS

HILOS

Cada que despierto
sé que uno de tus hilos 
ha bordado un camino
para llegar a verte.

Hoy fue tu día
entre margaritas rojas
el sino de la vida
destiló alegorías
en el asfaltado gris.

¿Será que para verte
se necesita un cielo despejado?

Mañana tocaré las nubes
estaré sobre la cima de la tierra
viendo desaparecer aprisa
los viejos árboles y la decencia.

Más nunca será tarde,
los hilos serán entretejidos
en otras mañanas más dulces
con sabor a caña en los labios.

Será una flor abierta
a donde aprisa llegarás 
con tus alas pequeñas
y un verde esmeralda
brillando en un sol de mayo. 

Raquel Rueda Bohórquez 
Barranquilla, mayo 3/19