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VOCES EN EL VIENTO
Han escuchado el diálogo de una flor y un ave?
Si esperas a tu propio silencio comprenderás lo que se dicen
Inclusive la luz tiene una fuerte voz
Pero debes callar la tuya, para que la puedas percibir.
Le dice la brisa a los árboles: ¡los amo!
Un aliento a perfume de todas las flores los sacude
Permitiendo que los cansados caigan
Y vuelen las hojas en su despedida.
Gritó la luz: ¡aquí estoy!
Me puedes atrapar en tu lámpara interior?
Y vamos por ahí como locos,
Buscando afuera, lo que nos sobra adentro
En tanto un grito de amor se enciende
como foco de luciérnaga
Palpitando en la oscuridad.
Escucho a Cortázar, no hay pérdida
El mensaje maravilloso de la música
Es la misma voz invisible de Dios
Pero vista en los ojos de los callados
Los que esperan un abrazo y la palabra ¡ánimo!
Todo pasará, y algún día llegará
La tan ansiada libertad.
Hay una voz que grita
La del mutismo angustioso
Todos la podemos escuchar
Y hasta las perlas de sal tienen sonido
Bajan por la montaña prometida
Y al caer se elevan,
Desapareciendo en un segundo
Como cualquier sueño vivo.
Amor, es el grito más desesperado
El calor más fino, y la huella más dulce
A la distancia, entre hilos mágicos
Se conjuga su verbo como un águila en vuelo
Y se descifran todos los códigos
Ante la respuesta que parece una penumbra
Tan solo rojo fuego, esperando un beso.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto22/14