miércoles, 13 de mayo de 2015

ME CONDENO [26]

Miércoles, 13 de mayo de 2015

ME CONDENO [26]

Es una dulce condena escribir
¿para quién?, y escucho un murmullo,
se crece, es un río violento,
¡qué hermosos!, los siento,
son para todos, mis pensamientos.

Me condeno a estar prisionera de una silla
a ver paisajes desde aquí,
pero mañana soltaré mis cadenas
antes de que se oxide mi corazón.

Nada importa lo que pasó,
ayudado fuiste para tu desamor
y después de que se instala el odio
después de eso,
no vale ni siquiera un perdón.

Se condenaron mis dedos a un teclado,
olvido hasta comer, no tengo hambre,
pero una extraña agonía
se inventa un poema en mis entrañas.

Me condeno a olvidarte
¡gracias por tus flores imaginarias!,
por estar en mis momentos tristes,
¡gracias, por el abrazo que me negaste!

Raquel Rueda Bohórquez
Baranquilla, mayo 13/15








FLAUTA [27]



FLAUTA [27]

Suena una flauta ahora,
parece voz de niño
madre ausente hallada,
amor que regresa.

Suena un mirlo,
¿eres princesa mía?
¿en qué gajo moreno?
¿en qué árbol dorado?

Pasa una barca
parece el mar tranquilo
como un padre
que nos abrasa
con su espuma blanca.

Y surca un ave el cielo
perseguida parece
por  bandada en cruz,
y luego, cual si jugara,
otro sirve de guía
y descansa sus alas.

Sigue sonando;
¿serás tú en mi corazón?

Joya mía de dulce color
nieve y rocío
moviéndose en mis aguas,
pasando por mi cristal
como esmeralda
verde aceituna,
por  el bosquecillo gris
donde habita mi alma,
escondida,
serena…

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, mayo 13/15



RECUÉRDAME [28]


Miércoles, 13 de mayo de 2015


RECUÉRDAME [28]

Si por una coincidencia, me piensas ahora,
¿acaso no crees que también te esté pensando?
Mira amor mío, admira ese danzar de hojas
como alguna vez juntas lo hicimos.

¡Qué dulces se ven las mariposas cuando se tocan!
Antenitas van y vienen, besitos entre la brisa,
así, como ahora te estoy besando.

Jugamos a las hojas en remolino,
danzo y lanzas sobre mí tus suspiros
y en un abrazo como de luz sobre tus flores,
en un ir y venir como aroma,
te consuelo.

¿Para qué llorar ahora?
Digámonos un poema entre las dos,
te diré: gota de lluvia,
¿para qué mojas mi vestido blanco?
ayer tenía sed, pero ahora,
todo es como un manantial
fluye la vida, va y viene,
¡parece un carnaval!

Dime ahora,
¿por qué razón seguimos llorando?
reclamo un verso tuyo,
esa sonrisa que se alejó de tu boca
andar de gitanilla, contenta siempre:

¿Qué te pasa ahora?
Pero recuérdame tan solo,
que no se moje tu mundo,
deja que lluevan poemas nuestros
y cuando esté contigo,

cuando juntas de nuevo,
sabrás que jamás me he ido
que  toco tus manos,
y nos escribimos.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, mayo 13/15




PALABRITAS 130515

PALABRITAS 130515 

Mastiqué tanta rabia que terminé lleno de tristezas.
El Zorro

Iniciar un poema es tan solo descubrir la voz de una hoja
y repetir sus versos
al ser tocadas por la brisa.


¿A qué temes?, pero tengo miedo,
ese oculto miedo que vencerá mi carne
y deshojará mis huesos...

Cuando aparezca un editor serio que al menos crea en mi poesía y que asuma también gastos, me reiré de la vida.

A veces estamos como arañas, por pequeñas cosas disparamos, ha de ser que vivimos un mundo loco y cada quien siente el escozor de vivir entre semejantes tan poco parecidos, menos mal no vomitamos hilos, sino palabras, pero éstas pueden herir más que una espada, y atrapar más que una malla enredada en besitos y quimeras.

Si de parir se trata madre mía, pariste hasta tu corazón y desbordaste de tu poesía hasta ahogarme en tu llanto de versos, en aromas y flores convertidos.

El hombre se inventó las armas para matar, la mujer se abrió como una flor por ardor, el artista buscó pintura, el músico un sonido, y Dios inventa cada segundo un paisaje, para ver en qué momento contemplamos su obra, y averiguamos  la razón por la que estamos aquí, de pasajeros en una nave con destino incierto,  ahí descubrí que en verdad Dios es un poema sin final, pero con un principio claro.
Una ley para que una mujer pueda tener máximo 3 hijos, sería muy bueno para el planeta tierra y provechoso para los niños, por la calidad de vida que tendrían, digo, digo, y claro, castrar a los padres, para que no sigan por ahí regando semilla a topa y tolondra.

Despertando de una noche tan larga, y tan intensa como una pesadilla, pero al fin cantó la puerta y vi sus negros ojos, su rostro tenía una medio sonrisa, mi corazón un medio latido, un esbozo de vida que sonó al verlo, como bandada de pájaros que despiertan y levantan vuelo...

¡Qué vagos estamos hoy!
 Dijo el vendedor de sueños.
Pero un poeta le salió al encuentro
y le dijo: ¡coja oficio vago!,
-¿es grosería eso?, replicó el vago,
-¡ah!,  ¡entonces perdone si acaso le ofendí!
Repitió el vendedor de sueños.


Doña Aristocracia dijo un día, que hay personas que buscan lástima de otros, y a mí me dio lástima con ella, pues a veces juzgamos con látigo a otros, sin conocerlos, tampoco conocía a ésta señora, pero respetaba sus gritos y sus silencios.

En un camino desértico siempre hay bendición bajo una roca, eso lo he comprobado, su sombra es el reposo para el cansado, y bajo ella, seguro espera una serpiente un poco de contento, en tanto es amiga de un escorpión o un escarabajo.

Hay pequeñas cosas que no debemos hacer, sin importar el motivo, y son, entre muchas:

1  Negar la visita y compañía a un enfermo

2  Negar alimento a un amigo
3  Menospreciar a otra persona por orgullo
4  Negar un sueño
5  Pisotear otro sueño
6  Un abrazo a quien lo pide
7  Un beso a un hermano
8  Un apretón de mano sincero
9  Una mirada a una flor en el camino
10  Un perdón


Madre mía, ¡qué dulce eres!, haces brotar mis semillas, y luego, me regalas sus flores y frutos, de nuevo bendices mi bosque perdida en ti y amándote más que ayer.

Dijo don Aristóbulo: Me comí a Francisca, me comí a Juliana, me comí a Teresa, me comí a Fulana y merendé con Sultana, y Don Agustín mi padre respondió: ¡para qué habla mierda, las acabo de ver y están enteritas!

Doña Sabiduría recibió otra lección éste día: no confíes ni de tu sombra, porque cuando envejecemos, ella nos puede hacer caer.

¿Por qué será que somos buenos cuando nos necesitan?, ¿pero perversos, cuando dejamos de ser útiles?

La lengua es el arma más letal que existe, puede iniciar una guerra, pero también puede acabarla.

No busques amor donde no hay cabida sino para el odio, si levantas el rostro, sólo te puede castigar el sol, pero si lo agachas y doblas las rodillas, veremos a nuestra madre cálida y sencilla haciendo brotar una flor.

Madres divinas del planeta, sin importar su condición, la vida es un poema, un corto poema que termina en un tímido suspiro.

Pura demencia, creadores del mal, hombres contra hombres, seguro que sí, con hambre nos miraríamos con sospecha, pero crear bacterias y virus para matar, es cosa del maligno, y existe, se multiplica en esas mentes sucias, ¿por qué no se inventan cómo regresar la vida?, asunto de Dios es el bien, ¿qué hacemos con el cuarto de hora que se nos regaló?

Si matas para comer te puedes condenar, tiene un nombre castigador y severo, peor que un enemigo no buscado, pero que nos halla con esmero.

No es por su estatura que la pulga salta, sino porque con tu sangre basta.

De nuevo mi espejo advirtió que no me asuste mi propia sombra, porque hay otras tan invisibles y certeras, que nos matarían si quisieran.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, mayo 13/15






QUIERO DE ESO [30]

QUIERO DE ESO [30]

De ese sopor también quiero, besarme con nubes pálidas y adormecer temprano, adivinando estrellas perdidas entre los brazos de un amor.

De ese camino cultivado en flores pequeñas y adosado en rocas con senderos en ellas, guayabos, espinos, caracoles escondidos en sus rincones, ciruelos jugosos, pájaros locos, mirlos grises, gorriones y pinos buscando el beso del sol,  imaginando  un madrigal de sueños entretejidos en sus gajos.

De esas callecitas morenas, puertas a media, envejecidas, sin pintar, caminos y caminos, árboles de hojas coloradas y flores amarillas perfumadas.

De esa quebrada quiero, fría y pálida como mi rostro, dulce y perfecta como las orquídeas, ¡bendita y agradecida como mi madre!

De esos espinos quiero, de tus manos y las mías, en el rincón más oscuro de un parque, bajo un árbol, con la vigilante luna y un poema en estrellas.

De ese café tibio y pan caliente, boca tuya y mía juntas, sonrientes…

Pero no fue, se castigó el amor severamente, no fuimos felices, ¿o sí?, el mundo es tuyo pues tienes a bolsillos llenos, lo que no poseo, pero tengo pequeñas letras para amarte y guardo para ti, todos mis silencios.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, mayo 13/15
Publicado por Raquel Rueda Bohórquez en 9:35


A KEVIN Y WILMER [31]

A KEVIN Y WILMER [31]

¿Con qué nos inspiramos?, su pregunta ya lo era, sus miradas inquietas, sus morrales cargados de sueños en sus bicicletas...
Radiante otro día, las sombras de mi árbol eran una danza desigual, pero más que todo, inspiraron a una hormiga a correr y a un ave a trinar.
¿Qué te inspira?... me inspiraron los dos, mi muchacho y su amigo, la madre que cada día lleva alimento a los dos, sin pedido, y ese gracias que a veces no pronunciamos, ese Dios le pague cuando ya Él había cancelado hasta mis lágrimas.
Sentir sus emociones, ¡que Dios les proteja en el camino!, y se alejan, tranquilos, ya se fueron esas lámparas de Aladino y ahora vienen pentagramas que los embroman y los hacen sonreír un poco más, hacia adentro de sus pensamientos, y vuelan, como avecillas azules los muchachos, tienen otras hambres por saciar y otros paisajes interiores por descubrir.

Raquel Rueda Bohórquez 
Barranquilla mayo 13/15



MILAGRO [32]

MILAGRO [32]

Un milagro es el color de las uvas, y el renacer de una esperanza sobre la mesa, quien como serpiente se desliza para ser flor entre las espinas.

Abrir los ojos, extender las manos, arrugar la frente, comulgar besos y abrazos como la tarea leal que nos bendice, siendo hoja y sol tocando, y mar, besando de sal lo tembloroso de sus aguas.

Un milagro es mi segundo, éste ahora sin pensar en el mañana, atesorando miradas y paisajes, guardando recuerdos de madre entre mis brazos, y padre, sonriendo con un respirar profundo, juntando sus manos y las mías en un rezo.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, mayo 13/15










UN POEMA [33]

UN POEMA [33]

¿Un poema ha de ser el baile de tu niña en ojos de mariposas?, ¿será una gota de rocío sobre una hoja dorada?, ¿qué será poema?, divulgo que mi amado mirlo dejó de cantar por algo que pasó, pero  ahora regresa, con un trinar más fuerte, sus plumas jóvenes, sus brincos felices de rama en rama.

No me entretiene un poema o una poesía, ¿para qué?, no he llenado mi barriga con ella, pero sí he desocupado mi alma y la enseño a volar entre mágicos sueños, donde estás y estoy, como nube colada en una montaña, o lluvia fabricando coronas para princesas, que desean perfumar sobre jardines ausentes.

Poema es un instante, éste, soy el poema más hermoso que existe, único y real, aquí sólo cabe la existencia de mi yo, loco y altanero, atrevido y pedante, ardiente y frío, locuaz o demente, pero mío.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, mayo 13/15






SI ACASO [34]

SI ACASO [34]

Si acaso, por esa rara coincidencia de la vida, tu barca es la misma donde navego, me gustaría querido mío, si a bien tienes, conversar tu lengua con la mía, y estrellar el vino oloroso de la existencia los dos, haciendo un brindis por otro poema donde estemos, y otra lluvia donde nos toquemos.

Viendo un amanecer con sus gaviotas, adivinando figuras que se arman entre las nubes, si acaso, ¡digo, por si te interesa!, pero si no, entonces esperas un regreso, no sé si lo haya, ahora con mis escasos hilos de rojo, entre pálida y temblorosa, imaginando que te veré en ese rincón del tiempo diseñado por el destino, para que nos arropemos con los mismos brazos, y nos versemos con iguales versos.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, mayo 13/15

¿QUÉ DECIR? [35]

Miércoles, 13 de mayo de 2015


¿QUÉ DECIR? [35]

Dios, ¿qué decir?, muda quedo y ni un verso toca mis alas, pero una oración llena mi boca, al adivinar sus ansias mudas de teta fría y pálida,  de ojos que  no ven, de ánimo, que se volvió hielo entre los dedos.

Bebé chimpancé corriendo sobre su madre muerta ¿qué pasa?, pero responde un silencio, y esa espada vieja, entra en depresión conmigo, y enmudecemos las dos, nos violentamos tanto que nos matamos juntas, nos volvimos espuma besando una roca, y el mar nos canta al oído esa canción de cuna que a descansar provoca.

¿Quién mata la vida?, ¡y si no muriéramos!, ¿si flotáramos siendo aroma sobre los lirios, o hierbabuena aliviando alguna pena?

Pasan los demonios, se llevan todo a su paso, tienen olor a petróleo, pero un hombre quien guía el velero extraño de su infortunio, sigue, parece que ríe, ¿o será que canta?, los he visto pasar sobre mis niños descalzos que desean buscar su bosque perdido.

Ausente amor, ¿en dónde estás?, ¿ya no ríes de mí?, ahora te paseas con una sonrisa nueva, hay lustro en tus ojos, ¡qué bonito es el amor cuando es de veras!, ¡que lluevan lágrimas sobre las azaleas, mientras veo a mi amor pasar de la mano de otra, y espero un cofre de madera bañado en rosas blancas.

¿Qué decir cuando se mata la vida?

Raquel Rueda Bohórquez
 Barranquilla, mayo 13/15