martes, 12 de mayo de 2015

ASÍ/3 [36]


Martes, 12 de mayo de 2015


ASÍ/3 [36]

De aquél día, arenas blancas y un ocaso
un regreso a casa y él a mi lado,
bastó su energía, un roce tan solo
su mano y la mía se juntaron
y lo amé, desde ese día.

De otra tarde una promesa
¿ves?, siempre juntos, a morir,
está el cielo bordado con estrellas
y una luna cortesana viéndonos
por entre las hojas recortadas
de una palmera.

De ese día un encargo, un dinero,
y se fue lejos con un invento en la boca.
¡Quién lo creyera!, pero él creyó en la mentira
se fabricó una espada en mi corazón
y ahí se encuentra todavía.

El jamás es una palabra que no toco
siempre es mi amor por ti
a pesar de lo pequeña que soy,
mi amor es más grande que los dos,
y más enorme que la envidia y falsedad
que nos separó.

Raquel Rueda Bohórquez
 Barranquilla, mayo 12/15




AL VERTE [37]

AL VERTE [37]

Despertando de una noche tan larga y tan intensa como una pesadilla, pero al fin cantó la puerta y vi sus negros ojos, su rostro tenía una medio sonrisa, mi corazón un medio latido, un esbozo de vida que sonó al verlo, como bandada de pájaros que despiertan y levantan vuelo...

Recorrí su rostro, ese pálido hambre no me gustaba, había algo más que ésta inquietud, un asomo de puñal que hería, ¿será que estoy demente?, pero mi loco no equivoca jamás, mi ente perverso me dice que esté entre un poco de temblor y pánico,  en tanto ese otro remedo de mí que parece ángel, y me habita, me abraza un poco, ¡tranquila!, ¡shhhh!, ¡yaaaaa!, no te inquiete la sombra que persigue, ni la boca que se inflama, no te atormente lo que no puedes hacer, porque ese algo lo hará por ti, descarga, abandona, respira profundo, no escuches esos gritos de afuera, sino el sonar de hojas secas cuando despierta la aurora y asoma el sol, ¿si viste?, no era nada, tan solo era el anuncio de otro día, otro segundo.

No hubo monedas, ¿qué se harían?, ya no sonaban en mis manos sino vacíos, no hubo abrazo y se alejó, no hay nada, ¿qué te perturba tanto?, ¡te quiero madre!...

Se fue, rodó en su bicicleta de cristal mi niño y lo abrazo, lo bendigo desde aquí pues a buen puerto llegará, y escucho esa música, sus manos son veloces, acarician el teclado como si fuera una mujer, siento deseos de llorar, ¿por qué será mi inquietud?

¡Pero te amo!, ¿lo escuchas hijo?, cierra los ojos y suelta tu cabellera negra ¡hasta bonito te ves!, así eres como un potrillo corriendo feliz por ésta pradera incierta de la vida.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, mayo 12/15

Y OTRO DÍA [38]

Y OTRO DÍA [38]

Como otra larga noche
asustados con el canto del búho,
para despertar luego
pendientes de una gota de rocío
pegada del techo,
caída en tu rostro,
juntada en la tierra.

Otra clave para que suene la música
de otra manera, sin miedos,
que nada perturbe más que unas garras
aferradas de tu cuello
apretando luego el pecho.

Hundida en ti la vida
en esa profundidad de vueltas y vueltas
de giros y giros,
rotando como un mundo en tu esfera
su esfera y la mía,
amaneciéndonos cuerdos
o en espiral,

Despertando para saber
que aún cantan mis árboles,
que hay sueños de hojas que caen
y van danzando en la brisa
con ese último aliento
para morir y resucitar de nuevo
siendo lirio blanco,

o pegados de un copo de nieve
para girar y girar de nuevo,
repetidos
como bruma tan solo,
luz o espuma en una ola
rebotando,
pegando
tocando,

besando el derecho de pensar
y descifrando el aroma de vivir.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla mayo 12/15
Publicado por Raquel Rueda Bohórquez en 4:48