sábado, 14 de abril de 2012

EL PINTOR 4



Sólo diré que el pintor cada día me sorprende con un invento nuevo, mezcla los colores a la perfección, regala en cada pluma el encanto de su mirada, enternece con los brillos de sus alas, ese azul tornasolado, el verde, los blancos... ya no sé que decir sobre él... es el mago que endulza cada uno de mis días con sueños nuevos, me incita a mirar el cielo cada segundo, aún desde el más pequeño resquicio de mi ventana y me admiro que desde ahí puedo observarlo todo, sin negación.

Sólo diré que lo amo... que él es el aliento de cada segundo sobre mi vida, que no permite que me desmorone y que acepto cada prueba en el camino... aún mi madre está quebrada, como una pluma mecida por la brisa, y su voluntad la sostiene, y el brillo de sus ojos ahonda en mi corazón como una cascada radiante de pureza y su amor llena mi vida...

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, abril 14/12

SÁBANA CARMESÍ




SÁBANA CARMESÍ

Qué puedo decir cariño…
Que la música, la soledad
Nutridas rosas que se descansan en el cristal de mis ojos
El perfume que llena mi estancia con tu recuerdo

Y esa negra mirada de fuego que me consume.

Como navegante sin destino me encuentro de nuevo
Voy hacia un camino donde no estás
Y la pesadez de mi tiempo me convierte en mariposa
Que extasiada de verdores y de sueños
Teme descansar en cualquier roca.

Soñadora soy aún, me encienden los rojos
Las sedas y el licor a medias bebido
Una copa levantada que aún no se vacía
Y éste desencanto que cada día me deja más sola
Con el ensueño de un ayer que no se olvida.

Deja que caiga el último pétalo recordándote
Sin importar las lágrimas dejadas
Un jarrón azul adorna mi nueva alcoba
En donde te encuentro en cada desvelo
Y me arropo con el silencio de tu boca
Con una sábana carmesí que conmigo duerme.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, abril 13/12

ESPÉRAME


ESPÉRAME

Espérame mi amor… 
Aún el camino se dibuja en el estero
¡Qué cascadas como espejos dibujando el cielo!
¡Qué divinos verdes donde aún anidan golondrinas!
¡Qué radiantes ojos los tuyos en los míos!
En ese ayer dibujado como las violetas
En una mente quebrada que no olvida.

Espérame… es tibia la tarde y aún te quiero
Aún mi corazón siente ese ardor de juventud
La piel envejece… ¿acaso importa?...
Mi alma es tan joven como ayer y suelo cantar…
Suelo reír y llorar aunque estés ausente…

Espérame… ahí descansado sobre tu silla vieja
Seguro mañana pasaré por ti… nos miraremos de nuevo el rostro
Tomaré tus manos sin importar el tiempo ido…
No te preguntaré por qué… ni la razón de tu olvido
Cuando los años blanquearon mis negros cabellos
Ni cuando curtida de llantos te pensaba
Imaginándote aquí… mecida entre tus brazos.

Espérame… no cierres aún los ojos…
Me descanso como un loto rosa en un jardín donde no estás
Un sitio errado en mi camino… mis pasos cansados… tristes…
Deja corazón que me encierre entre el fuego de tus ojos
Y callaré todos mis dolores… y en silencio…
Como uno solo… sin más abrigo que nosotros
Observaremos en detalle… de nuevo el cielo
O encenderemos las llamas de un fuego casi apagado.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, abril 13/12

AL MAR


AL MAR

Aquí estoy sobre la arena
Mi ropaje dorado besa tus olas
Mi amante mi eterno amante, mis primaveras
Abrazando lo que deseas como prefieras.

Cuántas veces a la fuerza
Inquieto y soberbio, afanoso
Entregado siempre a mis deseos
Mar caprichoso y azul besado por el sol
¿Me acaricias, me penetras y me desvelas?

Las caracolas celosas gimen
Arremolinadas bajo las rocas
Y éste pecho mío al viento
Te anhela, mientras mis ansias locas
Entrego sin miedos sin penas sobre las olas.

Ya cansado de tus mareas…
Suave… apacibles amaneceres junto a la luna…
Y entre mis piernas, sobre mis brazos
Como un anciano recordando sus juventudes
De nuevo empiezas… de nuevo gimes… de nuevo abrazas
De nuevo me enredas entre los chillidos de las gaviotas.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, abril 13/12

DESDE LA FRONDA



DESDE LA FRONDA

Un feliz día lleno de paz y alegría, mientras me deleito con la fruta prohibida que cada día aparece en mi vacío árbol… 

Rondan sus ojos y mi traje se viste de azules; tan hermoso que parece que se mezclara con el cielo, pero tan lejano… que tan sólo al extender mis alas, y al mirar hacia el horizonte… puedo decir que con sólo cerrarlos, ya estás aquí… y podré decirte: “te quiero”, aunque la distancia nos separe, pero el pensamiento nos acerca hasta sentir tu presencia en mí. 


Qué roja la delicia del fruto maduro, qué radiantes mañanas vestidas de claridad, y éste apego a mi hogar, con sus extendidos brazos que me abrigan, y llenan de cánticos mi corazón, tal vez soñados, o tal vez olvidados… pero que me mantienen aferrada a un todo que parece ser nada…

Me aferro a sus gajos quebradizos, me ilusiono con su vacío silencio, me entrego…como la lluvia sobre los trajes vestidos de colores de cada día, me abandono a esa voluntad que pareciera no estar, pero que cuando la invoco… siento su presencia y un suave olor a rosas frescas me invita de nuevo a trinar.

Creo que levantaré vuelo temprano… escucho desde los guaduales, no tan lejanos, sólo nos separa un mundo de silencios, si tan sólo extendiera su mano y comprendiera los delirios que habitan en mí… un nuevo nido de amores llenaría su fronda y mi espíritu de nuevo renovado inventaría una historia sobre lotos de colores teñidos de ancianidades.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, abril 12/12




¡¡TÚ PUEDES PACO!!



Ánimo Paco… ¡tú puedes!
Levanta ese rostro, que el desánimo no te gane la partida…
Recoge los escombros que quedaron… y anímate… sonríe…
Tal vez hoy sea tu último día.

No te la dejes ganar de esa depresión que te oprime el pecho
Esos suspiros profundos no te aliviarán…
Te invito a que te mires al espejo y te regales lo mejor
Eres tan valioso y tan bello que aún no te has dado cuenta.

¿Has mirado hoy el sol?
¿No lo puedes ver porque una cortina cubre tus ojos?
O no lo haces porque estás viendo los verdores vestidos de colores…
O será que tal vez una mariposa ronda… sólo ronda por ahí
¿Aún no te percatas de lo hermosa y feliz que es?

Te invito, es más los dos haremos el ejercicio de sonreír…
Ayer me oprimía el corazón… un dolor se extendía por mi brazo
Todo me dolía, me sentía muy cansada de todo…
A ratos creo que la muerte me sorprenderá…
¿pero acaso es que ella avisa?

Entonces decido elevar mis ojos… sonreír aunque por dentro esté muriendo
Y me doy cuenta que soy una persona muy ingrata…
Observo a muchos que se arrastran con sus miserias
Detallo el brillo de sus ojos, sus hombros aún enfermos llevan pesadas cargas,
Sus pies llagados procuran calzar así sea con un envase plástico
Y aún así sonríen… aún así elevan una oración por la vida…
Y se recuestan por ahí en cualquier esquina y duermen con la placidez de un niño.

¿Qué te preocupa?... no hay trabajo, no hay dinero…
Tal vez los corazones se ablanden… tal vez…
Pero no dejes de luchar… aún a pesar de que te sientas un fracasado…
¿Te has puesto a pensar que hoy muchos ricos están en la miseria?
¿Pero que hoy se han dado cuenta de que lo que tenían no era nada?
Hoy sus caretas de orgullo y vanidad fueron arrojadas
Y pueden sentir como los pobres, hablar con ellos, compartir con ellos
Antes… todo era fantasía… marcas costosas, ir tras el viento…

Te invito un café caliente… el instantáneo me gusta también…
Te invito a una limonada bien fría… aquí juntos los dos…
Observando éste precioso amanecer que se dibuja en mi mente
Donde una gran cinta de colores viste el cielo de maravillas,
Y una promesa de felicidad pareciera ser anunciada…
Mañana… o un poco más tarde que ahora…
Pero con un sueño cada día… sobre nuestras miradas…

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, abril 12/12

MI AMIGO, EL ESPEJO


 MI AMIGO, EL ESPEJO…

¿A quién  puedo mentir?
Hoy es un sábado repetido miles de veces, un momento donde anhelo estar en otro sitio, pero se ha vuelto tan cotidiano en mi vida, mientras otros siempre tienen algo diferente por hacer, me veo obligada a  estar aquí, en éste silencio casi que agónico de cada día.

No quiero quejarme… pero el desahogo es obligado, a quién le contaré entonces que no duermo… que mis días desvelados en el silencio de mi alcoba me consumen… a quién le diré que compongo día a día para nadie… sólo para mí son los escritos, ¿a quién le interesaría leer mis tonterías?.

Hoy es un día que se repite… día a día;  pero  es más lúgubre que el resto, me acompaña mi soledad que pareciera mi propio crucifijo, mientras observo sus rostros sonrientes, como quien ha cumplido todas sus metas… mientras las mías… se quedaron enredadas en el camino…

A veces quisiera hablar de otra manera… pero qué puedo hacer… es mi momento… son mis segundos que quiero pasarlos haciendo algo que no sea sudar, trabajar,  sin recibir  siquiera el pago de una sonrisa o de un abrazo o de un beso consentidor, qué puedo hacer… ya me estoy volviendo vieja aunque quisiera robar la felicidad de las mariposas… tan sólo un día  íntegro, pleno y después… marchar…

A veces no tengo nada por decir… sólo observo éstas blancas paredes un poco corroídas por el tiempo… los mismos muebles viejos tan parecidos a mí… el comején que ha destruido mi historia tan llena de fracasos, pero es mía, y me consuelo creyendo en las fantasías de los atardeceres, en las flores perfumadas… en dar voz a las aves y a las marionetas que danzan en el camino…

Un sábado silencioso… un domingo fúnebre… una semana tan llena de labores y cansancios… sin una mirada siquiera de cariño… ya no apetezco muchas cosas de la vida, sin embargo… deseo la felicidad a costa de lo que sea, quiero sonreír a pesar de que mis ojos siempre están empañados, miro a ese espejo que quiero que permanezca siempre claro y limpio y quiero robar una sonrisa a la fuerza.

Días de mutismo y soledad, días de indolencia casi que castigos repetidos, las dagas de la crueldad y de la indiferencia… sonreír, reír a carcajadas, sin importar si necesitas que estén ahí, sin que te reprochen lo poco que puedes  ya disfrutar, y una lágrima…es obligada esa lágrima de cada atardecer, donde observo por mi oxidada ventana y me doy cuenta que el tiempo pasó tan aprisa que siento mucho miedo…

Miedo  tal vez a que no estés aquí … cuando ya quebrada y vencida,  no pueda vislumbrar ni mi propia sonrisa en el espejo, o que mis manos se desalienten tanto, que no pueda teclear ni seguir escribiendo, pues es en éste muro en blanco en donde quedan todos mis pesares, es  en ésta cristalina fuente intocable de mi espejo en donde quedará la huella de unos ojos que lloraron mucho, que amaron tanto, pero que también fueron olvidados…

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, abril 14/12