lunes, 23 de octubre de 2017

ESOS DEMENTES

ESOS DEMENTES

No sé lo que pasa por las mentes de esos "dementes" 
que sus ideas son muerte y destrucción, 
¿será que el diablo es el padre?, 
¿pero quién será la madre que los parió?

Me aterra el silencio a mi espalda,
ese murmurar extraño entre las hojas
como si una fiera nos viera,
y la noche nos entregara a la ceguera
que sus lámparas de fuego urden,
entre el paso dulce sobre la grama
y la velocidad con que surgen
todas las asperezas en un día. 

Tiempos difíciles nos cercan, 
pero repaso la historia y ayer no fue mejor,
dicen que la civilización llegó
pero nos atrasamos a paso gigante
cada vez que hay una excavación
y hallan pirámides llenas de sabiduría
que el hombre de ahora no comprende.

Un trozo de metal de hace siglos,
un arma que alguien ya había inventado, 
un reloj que implacable marca las horas
y el viento a favor para lanzar venenos
que agitan el pecho a la mañana
para culpar al zancudo, 
de la muerte y la fiebre repentina.

Justifican el horror con leyes malvadas
y condenan al pobre a la miseria
o a unas garras que se afilan 
porque el hambre acusa a puñal
al filo de la tarde. 

Esos dementes nos mantienen asustados
el orden es una mentira en medio de una balanza desajustada
que siempre cae a favor del malvado, 
atizando el fuego en la sangre del condenado. 

No sé qué pasa por esas mentes, 
pero creo que un demonio camina en ellas
y los impulsa sobre el fuego
brindando con la sangre del inocente. 

Raquel Rueda Bohórquez 
23 10 17

CERRÉ LOS OJOS

CERRÉ LOS OJOS

Cerré los ojos y cerraste los tuyos;
no plagié la música de mi hijo, ni su hermoso poema;
todo fue meciendo, eras la cuna para mis ansias
y fui el afiche pintado en la pared para tus risas.

Ideé un sueño tras otro y me vi a tu lado,
pero el destino había marcado todo, antes de mis ideales
y no me ajusté a sus designios,
por tal razón, no aprecio la sencillez de lo que ahora está a mi lado,
cuando las vampiresas se han alejado,
y las mariposas perdieron sus alas.

¡Cómo es la vida!, hay un punto en el camino,
en donde todos somos mariposas,
pero también en otro punto
somos gusanos sin la posibilidad de nuevas alas.

Cerré los ojos,
una mirada más profunda me llevó al risco
mis patas se aferraron de las heridas de las rocas.

¿Cuándo resbalé?, muchas veces lo soñé,
pero una y otra vez el resbalón
fue un iniciar a trepar la montaña y llegar a la cima
que cada vez estaba más arriba de mis propios afanes.

Cerré los ojos y juntos llegamos al cielo,
¿en qué momento sucedió?
Todo es fortuito, hasta nacer,
porque la suerte no está reservada para todos
aunque el amor tenga una cuna para recibirnos.

Desperté y la realidad es más dura que los sueños,
pero no deseo morir aunque la vida duela,
hay momentos de felicidad efímeros,
como ver a un ave cantar y querer ser ella,
estar en su corazón pequeño sin pensar en más
que el jolgorio escondido entre las hojas,
y el campanario que suena con furor
ante su divina presencia.

Cierro los ojos...

Raquel Rueda Bohórquez
23 10 17

PINTA UN MUNDO NUEVO

Dibújame el mundo que me ofreces,
si es colorido, si es verdad el amor
si la mujer es amada y respetada
si los niños son valorados y protegidos.

Dibújame en la voz de las aves,
dime si me tratarás con desprecio
o respetarás mis pensamientos.

Quisiera que fuera verdad el mañana
que la sorpresa del atajo será llana
sin rocas ni serpientes en el camino.

Dibújame la esperanza de verte
si puedes aceptarme así como soy
sin más adorno que el cielo sobre mi cabello
y más riqueza que mis manos para acariciarte.

Plasma en mi corazón la idea de un amanecer
que puede ser, que tal vez,
la soledad acompañada con un café para dos
y un trozo de pan a la mesa.

Dime que habrá espacio para correr
que no habrá rechazo, ni gritos, ni desaires.
Cual garza en el ocaso volando a tu lado
serás el guía que me lleve de la mano.

¡Tanta belleza! ¿Será?, ¡no lo sé!
La realidad es lo que mi ojos ven
pero la suerte es un enigma,
es saltar la cuerda y no caer otra vez
aunque las rodillas vacilen y el corazón palpite lento.

Dibújame en tu cuerpo y quédate conmigo
sin pensar en el atajo ni en la palabra olvidada,
luego dejaré de pensar y me alejaré de todo
mientras llega la nube que nos arrope
y las mariposas nocturnas amanecen
prendidas de otra lámpara.

Raquel Rueda Bohórquez
23 10 16