En dónde estás amor, ¿mis lamentos no escuchas?
el roble ya no existe, pero aún así te espero;
añoro tus besos de miel y tus caricias
tu suave voz como un gemido dulce
tus ojos tiernos divisando el robledal
donde quedarían por siempre mis amores y los tuyos...
Aquí estoy de nuevo...
Lánguidos suenan mis quebrantos
el cielo azul no cambia
pero mis sueños sin ti nada son.
Ven mi dulce paloma
mi niña consentida e inocente
sobre mi árbol de mentiras paciente,
gemiré hasta la muerte...
¡Arrúuuu! …¡ Arúuuu! ¡Arúuuuu!
escuché el ruido atronador,
tu alma viajó silenciosa y clara
marchó contigo mi alegría, no quiero vivir más.
La pena me consume mientras suspiro de nuevo
lágrimas de sangre brotan en mi cruel exilio,
mi corazón poco a poco se apaga
sólo se escucha un llanto en la oscuridad;
mañana brillará de nuevo el sol en medio de las tinieblas,
pero ya no importa… he perdido mi horizonte…
RAQUEL
BQUILLA, OCTUBRE 11/11