sábado, 9 de diciembre de 2017

Y A TI



Y A TI

Pobre vanidosa
que ríes y ríes
que hablas y hablas,
pero ni una tonada regresa.

Es como si la montaña
hubiese perdido el eco
porque es a ti a quien deseo
durmiendo entre mis brazos
apagando mis quejas.

A ti que te ahogas en llanto,
ya ni morral hay para cargar tanta pena
y sigues riendo, a orillas del Magdalena, 
ansiando el barco que se arrime
y ancle de un marinero, 
su corazón al tuyo.

Cada cicatriz es una rosa en la carne
no espina sino la hiel de tu lengua,
y entre mentira y mentira te fuiste,
nada pasa ahora, el amor ha muerto.

¡Pobre vieja!, ¡es una tonta!
Pero sigue creyendo en el amor 
que agonizaen tus negros ojos 
que no avistan mis ansias
ni éstos deseos 
que ardor provocan al verte.

Mariposas nacen en mi ombligo,
han encendido una lámpara en mi boca,
ahora soy lengua enrojecida con tu vino,
que bebo a sorbos, de tu vid que se crece
entre mis dedos.

Raquel Rueda Bohórquez 
Barranquilla, diciembre 12/15