Aquí estoy,
me disfracé de colibrí dorado
para llegar al lirio más bello de México,
y no es mentira,
me alienta una amistad hermosa,
el calor tibio de una mano amiga
que a pesar de las fuertes brisas,
siempre ha permanecido igual.
para llegar al lirio más bello de México,
y no es mentira,
me alienta una amistad hermosa,
el calor tibio de una mano amiga
que a pesar de las fuertes brisas,
siempre ha permanecido igual.
¡Qué dulce miel encuentro en sus palabras,
y en esa mirada a veces llena de nostalgia!...
Pero es ahí donde descubrí
que un gran tesoro hallo
cada vez que visito su jardín,
donde está plantada por siempre,
su hermosa flor de ojos azules.
Pero es ahí donde descubrí
que un gran tesoro hallo
cada vez que visito su jardín,
donde está plantada por siempre,
su hermosa flor de ojos azules.
Volaré de nuevo,
creo que marcharé a Toluca
y visitaré otro huerto,
no podré extender tan mínimas alas,
pero seré veloz y graciosa,
mi abanico batiré ante sus ojos.
creo que marcharé a Toluca
y visitaré otro huerto,
no podré extender tan mínimas alas,
pero seré veloz y graciosa,
mi abanico batiré ante sus ojos.
Sólo un instante de su mirada,
bastará para que retorne feliz.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 15/12