miércoles, 24 de septiembre de 2014

QUÉ LES DIRÉ (6)


                                                                QUÉ LES DIRÉ (6)
Mi rostro no es el de ayer,
la mirada ha cambiado

un poco de rubor prestado
una navaja un cirujano.
Hubo miedo, lo sé
veía calvos rostros
bonitos tejidos con flores
un poco de sonrisas tímidas.
Crucé alguna vez el camino
llegué a la orilla de un lago,
y en verdes cual sus perlas,
una oración me cargó
cuando a la oscuridad viajaba.
Cada uno en mí grabados
pero la niña del estómago grande
la morenita de ojos rayados,
la niña de pecho mutilado,
y tantas, que pasaron y se fueron
por ese largo camino,
estando alguna vez a mi lado,
¿por qué razón están en mi pupila?
Es verdad, no tengo la mirada de ayer
algo sucedió en ese viaje,
hizo estación el tren, frenó tal vez
para regalar a mi vida un aire más
con galas de mariposa azul
volando por entre verdes prados.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, septiembre 24/14

VALE LA PENA (7)

VALE LA PENA (7)

Vale la pena abrir los ojos, vale un tesoro el sol visto, y no hay oro con qué pagar ni diamantes que tengan valor, si no contemplamos los paisajes de hoy.
Vale un abrazo, el odio enferma, la indiferencia es un pecado mortal para el planeta, tengo los ojos verdes por alguna razón, tienes los ojos azules por otra, los tuyos son miel, los de ella negros como la noche, y en su fondo oscuro, bonito titilan las estrellas.
Vale despertar y sirvió el descanso, hay una esperanza que nos invita, antes que sea demasiado tarde, son los árboles en la puerta, una estación para amarlos, ¡frena!, un ave es un ángel, una hormiga es parte de la creación tan igual a ti, no es más grande el suspiro para nacer, ni menos inmenso el que necesitamos para morir.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, septiembre 24/14 

ABUELITAS (8)

ABUELITAS (8)

Cierto día caminando por ahí
me antojé en sembrar una cayena,
ayudé a un ave a construir un nido
palitos secos busqué, ¡ramitos de olivo!
y con gracia la paloma café
con sus pequitas negras y doradas
buscó el halago abandonado y fabricó su casa
como en cualquier estación
en un rosal florido.

Va y viene con sus mensajes tristes:
¿Palomita?, ¿qué te hace llorar?
Más ella continuaba arrúuuuuu... arrúuuuuu...
Y en el silencio de cualquier día
Ni llanto, ni ruido.
¡Ahí estaba!, me acerqué como gata
y pegada de su alcoba tan bien tejida
con sus negros ojos diamantinos asustados,
escondía dos amores encendidos
bajo cálidas alas
cual si fueran los mismos brotes del rosal.
Raquel Rueda Bohórquez
  Barranquilla, septiembre 24/14

EN VUELO (9)

EN VUELO (9)


Veo un ave,
en su afán no busca diccionarios
lleva la prisa del cóndor que se eleva
el afán de una abuela con su escapulario,
y la tristeza de las almas solas
cuando están en quiebra.

jajajaja! qué risa,
¿Puede quebrar la soledad?
la melancolía es un nido de corales
un canto de gaviota herida
cuando en recóndito espacio
sube y baja la marea
y no puede surcar el cielo.
Pero sigo admirando su pico cantor
hizo leve estación en mis suspiros,
anidó un segundo en mi alar
y una escoba reventó sus perlas
claridad y luz diviso,

un trío
en una cáscara débil
tan débil y quebradiza
como el destino.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, septiembre 24/14

¿Y LA MARIPOSA? (10)

¿Y LA MARIPOSA? (10)

Hizo estación de nuevo
En una pequeña flor
¡Tan feliz se ve, tan contenta!
Que tengo celos de su amor.


¿Quién pintaría sus alas?

¿Quién le daría solo felicidad?
No hay tristeza cuando abre su cárcel
Y el viento la incita a volar.


¿Madruga alguna vez?

¿Tendrá tiempo para el ocaso?
Un madrigal compuso  el aura 
Y un poema inicia con el  nuevo día
Para descansar sobre una roca
Al caer la tarde,
Sin ésta pálida melancolía .


¿A quién moverá sus alas?

Una transparencia adivino,
Parece que danza en las nubes
En un interminable vuelo,

Buscando flores entre blancos ópalos
Y doradas luces de una flor
Que le sirve de consuelo. 


Raquel Rueda Bohórquez 

Barranquilla, septiembre 24/14