domingo, 20 de septiembre de 2015

¿AMIGOS? [25]


¿AMIGOS? [25]

No hay peor catástrofe que un enemigo oculto, es como una serpiente que en nuestros sueños aparece siendo pesadilla y espada, pero hoy es Domingo y como ayer, mi vida está en manos de mi Rey.

¿Quién me puede alcanzar si me tienes cargada?, amanecemos tristes sin conocer el motivo, es una enfermedad que nos va comiendo poco a poco, pero en un rato vendrá como la brisa su contento, bandada de pájaros azules iluminando toda pena, borrando cada herida, pues van hacia la copa de un árbol donde un amor espera...

Limpio mi boca, me hizo un mal amigo besar de nuevo a mi madre tierra, tiene sabor a pan fresco, toqué el fondo de una roca, ¡tanta confianza tenía!, ¡Dios de amor!, ¿por qué no confié mejor en ti?

Después de cada resbalón y caída, su mano me ha levantado, no importa que todo se oxide, que parezcan no florecer esperanzas en mi valle, que una traición tras otra, parezcan comedidas prostitutas, no interesa lo que suceda conmigo, me alimento de luz y es rico, no me espanta, como éstos días de sombras que corren por mi casa, parecen niños asustados buscando un camino, oro por ellos, ¡que se vayan!

Un sendero de rosas diviso, energía que flota en el ambiente, perfume a miles de flores, campanitas de navidad suenan, corro por mi café caliente con el corazón renovado; no siento cansancio, mi amor se lo ha llevado, y eso, que el día apenas comienza...

¡Cuidado con esos amigos que mudan piel como las cobras!, un día te adulan, otro te maldicen, y murmuran de ti días y siglos, con una fijación que permite que otros crean sus mentiras.

¿Alguien ha sido odiado sin motivo?, ¡qué triste se siente!, parece que nos desangramos y tenemos hambre, la garganta se ha secado, punzadas sin explicación penetran nuestro corazón, y la cabeza siente espadas que penetran hasta la mirada.

¡Dios!, tú que conoces mi vida, en tapete blanco he puesto mis quejas, hoy te pido espantes a todos los que tanto mal me  hacen, se han quedado hasta con mis lágrimas, se han robado el hilo con que bordaba flores blancas para mi madre,  y vendrán por la aguja también, para con ella punzar mi alma.

Aquí estoy, siento secos mis ojos, tus dedos parecen besos de brisa, hay un retorno a la primavera y llegan las aves doradas a trinar en mi árbol, felices parecen cantar, pero sé dentro de mí, que están llorando; sus cárceles mínimas las separan de la libertad, pero aquí dentro de mi propia prisión, mi pensamiento me hace libre, surco el cielo y retorno al mar, y el azor desea hasta mi sombra, pero tú le confundes,  y él se aleja, como una nube gris de mi camino, para despejar la magia de tu sol sobre el estero pálido de mi vida.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, septiembre 20/15







CÓMPLICES/A Jessica y Jeyder [26]

CÓMPLICES/ A Jessica y Jeyder [26]

Se hizo cómplice un día
y los pajaritos asustados volaron,
no hubo tiempo para otro abrazo
pero sí muchos besos
los encontraron.

Caminos y senderos,
cercados de aguas claras
casitas que parecían de juguete
caricias, miradas,
y un amigo alcahuete…

Fue mi amor quien empujó tu barca,
¿y la mía?, estoy a la deriva,
muchos me hacen daño,
mis esperanzas parecen cometas rotas,
gimo en el rincón del olvido
y espero de tu cómplice amigo
alargue ese invisible hilo
para volar distancias
lejos del mundanal ruido.

Y cerca de ti,
sentadas por ahí
escogiendo rocas
y contando árboles de pino,
armar ésta navidad que viene
brindando por cada sueño cumplido
con el mejor de los vinos
y los más francos amigos.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, septiembre 20/15