miércoles, 2 de noviembre de 2011

MI SUEÑO ERES TÚ (53)

 .
MI SUEÑO ERES TÚ (53)

Cariño mío, ¡qué pronto pasó tu barca por mi vida!
Cargó con los sueños que navegaron 
y parecían volar en mi corazón mustio.
Sólo una mentira te ahuyentó...

Qué poco valen los sentimientos...
El verdor de tu alameda me llamaba,
tus sonrisas que parecían de amor,
fueron efímeras ilusiones;
brotaron nuevas flores en tus alegrías
que se convirtieron en aves viajeras,
desvanecidas con una torpe brisa.

¡Cómo te extraño!...
Mi juventud pasó a tu lado
cuando de promesas me llenaste.

Tus manos quedaron pegadas a mí,
aún acarician mi piel; 
y tus ojos negros
son la noche más oscura 
penetrando mi soledad.

Duermo pensando en ti, 
mis segundos no te olvidan...
Apareces disfrazado de águila, 
tu grito me llama,
tu cuerpo es la miel sobre el panal
donde se derriten nuestras ganas, 
pero despierto y no estás... 

¡Qué extraña vida!...
Qué caminos inciertos se presentan,
mientras muero de tristeza y soledad.

Viajas sobre  nubes doradas de tu vida
sin creer en nadie, olvidando un ayer,
unos años entregados sin reservas para ti
con la ilusión de pernoctar en tus brazos; 
morir al fin sin importar más, pero contigo
tomados de la mano siguiendo el mismo sendero.

No ha muerto la música...
Ella permanece como tus promesas,
es el palpitar de mi pecho
cuando te veo marchar,
sin una despedida,
sin voltear atrás.

¡Vieras mis disfraces!...
De rosa blanca me convierto en gaviota,
de colibrí que besa flores,imaginando que eres tú,
pero te ahuyenta otra madrugada
donde otras ilusiones
te alejan más y más de mí.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, Noviembre 2/11

ME VENDO (54)

.

ME VENDO (54)


Vendo dos cantinas rebosantes de leche fresca;

su tibieza llegará a tus labios.

Vendo una mirada, la cambio por la tuya.
Vendo mi alegría de vivir,
para compartirla contigo...

Me regalo, ¡me doy!, pero sólo acepto al mejor.
Me basta con que me respetes y me quieras,
que bajes un poco la mirada
pues estoy cerca de ti.

Me vendo por unas manos que me acaricien,
por unos labios que pronuncien palabras de cariño;
por un pecho fuerte donde encuentre abrigo.
¡Me vendo, si!... /al mejor postor.

Vendo además los instantes que me quedan
para vivirlos a plenitud con alguien como tú.

Tal vez miraremos el ocaso de mañana
o escucharemos al mirlo sobre el robledal;
pueda ser que tan sólo el canto de cascadas
que cristalinas bajan por la sierra
mientras nos abrazamos los dos.

Me vendo sí, ¿acaso importa?
Pueda ser que estés tan solitario como yo,
que te hayan engañado tantas veces
que ya no preocupa lo que digan los demás.

¿Me vas a comprar cariño?
Pero has de saber que tienes que estar a mi altura.

Serás el diamante que aún no ha sido tallado
para que se pierda con la esmeralda fina
que duerme en mi corazón.

Barranquilla, Noviembre2/11