A
TI
A
ti, que ahora pasas tus ojos por mis
escritos,
que
me llenas de motivos diariamente para continuar,
para
llenar de letras cada segundo,
y
pintar de colores una historia, una pared
blanca
con
el único motivo maravilloso de vivir cada segundo,
cada
instante prestado de la brisa,
apreciando
el sonido del teclado
y
amando cada letra pequeña, de mi diccionario mínimo,
sanando
y curando viejas heridas
y
abriendo senderos para un mañana,
que
promete, para todos.
A
ti, que permites un minuto al descanso
y
me regalas ese valioso tiempo,
sólo
quería decirte:
Gracias
Raquel